El nuevo avión más grande del planeta alcanzará los 108 metros de longitud

Una nueva empresa de energía llamada Radia quiere revolucionar la producción de energía con el avión de transporte más grande del mundo. Suena extraño pero este colosal avión está diseñado para solucionar un problema igual de grande: las turbinas eólicas más grandes, potentes y eficientes del mundo solo se pueden instalar en el mar. Las típicas palas oceánicas de unos 100 metros no se pueden transportar a través de carreteras y autopistas hacia lugares en el interior, como los grandes desiertos del medio oeste americano, donde son más fáciles y baratas de construir y mantener que en el mar. De ahí la necesidad de un transporte alternativo lo suficientemente grande como para moverlas por todo el mundo.

Eso es exactamente lo que Radia y Mark Lundststrom, el ingeniero de cohetes del MIT que lidera el proyecto, aseguran que quiere cerrar esta brecha logística que dificulta la expansión de la energía eólica con el Windrunner, un avión de carga de 108 metros de largo capaz de transportar palas de más de 100 metros que pesan más de 70 toneladas. Si lo llevan a buen término —y parece que cuentan con el capital para hacerlo— se convertirá en el avión más grande del mundo en longitud y volumen de carga.

TE PUEDE INTERESAR

El nuevo motor nuclear ‘extensible’ para ir y volver de Marte en solo tres meses

Omar Kardoudi

El transporte de grandes palas de turbinas eólicas es crucial para la construcción de parques eólicos más potentes. El tamaño de las palas hace que las turbinas sean más potentes y eficientes pero, a partir de los 70 metros, sólo se pueden instalar en alta mar porque no es posible transportarlas por tierra aunque sea mucho más fácil instalarlas sobre el terreno, especialmente en los vastos desiertos y páramos baldíos que existen en EEUU y otros lugares del mundo.

Los desafíos logísticos del transporte de palas de turbina de gran tamaño —que no pueden superar las restricciones de las infraestructuras ferroviarias o viales, como puentes, túneles y giros— son de imposible solución a no ser que se pueda utilizar un avión como el Windrunner. Pero la adopción de estas grandes palas en tierra firme por todo el mundo, afirman, aumentaría radicalmente la producción de energía eólica en todo el planeta.

Un avión colosal

El Windrunner tiene una longitud de 108 metros, superando las dimensiones de cualquier avión construido hasta la fecha, incluido el legendario Antonov An-225 Mriya. Con sus 84 metros de longitud, el Mriya tuvo el título de avión más grande del mundo hasta que los rusos lo destruyeron en su invasión ilegal de Ucrania. El avión, que tiene una altura de 24 metros y una capacidad de carga de 80 toneladas, ha sido diseñado específicamente para las palas de las turbinas eólicas más grandes del mundo.

Sus neumáticos son tan grandes como un típico hombre adulto y, según la compañía, será capaz de aterrizar en una pista de tierra de 1.828 metros. Radia afirma que esta capacidad le daría la capacidad de desplegar turbinas eólicas a gran escala en áreas remotas donde no haya infraestructura aeroportuaria alguna.

Pero el Windrunner no está diseñado para cualquier carga, al contrario que los Antonov, que se desarrollaron para cualquier tipo de carga pesada. El Windrunner se centra exclusivamente en las palas.

Radia cuenta ahora mismo con 104 millones de dólares para desarrollar el proyecto, según apunta el Wall Street Journal, y tiene ya una valoración de mil millones de dólares. Además de Lundstrom, el proyecto cuenta con veteranos de la industria de Boeing, la Administración Federal de Aviación, y sectores de servicios públicos y energía renovable.