El nuevo megaedificio de Arabia Saudí será un 'rascacielos imposible' de 2 km de altura

Arabia Saudí ha puesto en marcha uno de sus proyectos más audaces hasta la fecha, y eso es mucho decir viniendo de los promotores de la utopía futurista Neom. El estudio de arquitectura de Norman Foster (Foster + Partners) está diseñando un rascacielos de dos kilómetros de altura que de completarse se convertiría en el más alto del mundo. Superando holgadamente los 828 metros de altura del Burj Khalifa, en Dubai.

Según la revista británica Architects’ Journal, el rascacielos estará situado cerca del aeropuerto internacional de Riad, al norte de la capital saudí, que también está siendo remodelado por el estudio de Foster. Aunque todavía no hay imágenes de cómo será su diseño ni información sobre sus características.

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Este proyecto es el segundo que ha puesto en marcha Arabía Saudí para competir por ser tener el edificio más alto del mundo. El primero es la Torre Yeda, que ya se está construyendo en la ciudad homónima situada en la costa este del país. Este rascacielos podría llegar hasta el kilómetro de altura una vez terminado, aunque su construcción ha sufrido diversos parones desde que arrancara en 2013.

Foster + Partners es uno de los colaboradores más habituales del reino saudí. Además del mencionado aeropuerto de Riad, los trabajos del estudio incluyen la Torre Al Faisaliah, que en el año 2000 era el edificio más alto del país o la construcción de cuatro estaciones de tren de alta velocidad.

El estudio está trabajando además en otros dos aeropuertos además del mencionado en Riad, un resort de vacaciones y "el primer centro del mundo de inmersión total en la vida marina". El nuevo rascacielos podría ser uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos tiempos si no fuera porque Arabia Saudí ya ha arrancado la construcción de The Line: un rascacielos de 170 kilómetros de largo por 500 metros de altura y 200 de ancho que algunos arquitectos han calificado como un despropósito urbanístico.

The Line es la punta de lanza de Neom, la gran utopía futurista que el príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabía Saudí está empeñado en construir en el país. Sus promotores revelaron hace poco todas las piezas de este megaproyecto faraónico que quiere competir con las grandes maravillas del mundo como la gran muralla china y las pirámides de Egipto. La idea del príncipe es convertir el país en una “nueva Europa” para “revolucionar nuestra civilización”, aunque un reciente artículo del Wall Street pone en serias dudas su capacidad para financiarlo al completo.