Aluniza como puedas: la foto de la nave japonesa que ha aterrizado del revés

Al final, el éxito de la nave espacial japonesa SLIM resultó bastante exagerado, que diría Mark Twain. Sí, la sonda robot llegó justo al punto que estaba planeado, cumpliendo su misión principal: demostrar una precisión total en el alunizaje. Pero lo hizo al revés, cabeza abajo, en un nuevo momento “Houston, tenemos un problema” pero al estilo Mr. Bean, una escena de anime que parece salida de un episodio de Chicho Terremoto.

Y aunque no sé si será la foto espacial de la década —como dicen algunos con mala leche— lo cierto es que puede ser la más graciosa.

Al final, sin embargo, el hecho es que el aterrizaje sigue convirtiendo a Japón en la quinta nación en aterrizar en la luna después de la antigua Unión Soviética, los Estados Unidos, China y la India.

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“Éxito” de la misión

La imagen del SLIM al revés fue capturada por un pequeño rover que se separó de la nave espacial antes del aterrizaje. El rover equipado con un par de cámaras fue diseñado con la ayuda del fabricante de juguetes japonés Takara Tomy, conocida por crear los Transformers,

Jaxa insiste en que su sonda SLIM logró su objetivo principal a pesar de que lo haya hecho del revés: lograr un "aterrizaje puntual" con una precisión de menos de 100 metros. El alunizaje, aseguran, ha sido a menos de 10 metros —posiblemente de tres a cuatro metros— de su objetivo previsto.

Este nivel de precisión es notable teniendo en cuenta que la mayoría de los alunizajes anteriores nunca han llegado tan cerca de dónde esperaban. Pero al menos esos terminaron de pie.

Objetivo casi imposible

La foto también muestra el resultado de uno de los problemas detectados por el control de la misión, que vio cómo la nave espacial comenzó a perder vida de batería rápidamente nada más aterrizar. Sus paneles solares, obviamente, no estaban correctamente orientados para generar energía. Como resultado, la nave espacial se apagó unas dos horas y media después de este aterrizaje.

Jaxa dice que la nave espacial tuvo problemas durante su descenso. Uno de los dos motores principales dejó de empujar durante una maniobra para evitar un obstáculo a unos 50 metros sobre la superficie. Esto afectó a la orientación del módulo de aterrizaje. La agencia japonesa está ahora investigando la causa de este problema con el motor.

Este ‘slapstick’ espacial muestra una vez más la enorme dificultad de aterrizar en otro cuerpo celeste. En la Luna, menos de la mitad de los intentos de aterrizaje han tenido éxito. Esto se debe a que las naves tienen que enfrentarse a la falta de atmósfera para ralentizarse, la presencia de rocas y cantos rodados por todas partes y la ausencia total de sistemas de posicionamiento geográfico. La sonda japonesa utilizó reconocimiento del terreno en tiempo real para comparar con mapas que llevaba en su memoria, lo que hizo que encontrar el sitio justo para su última y fatal acrobacia.

A pesar de la inactividad actual de SLIM, los japoneses siguen manteniendo la esperanza de que pueda despertarse cuando cambie el ángulo de la luz solar: sus paneles solares están orientados hacia el oeste y no hacia el este, como deberían estar. Pero los ingenieros avisan que el tiempo es crítico: el 1 de febrero caerá la noche y, con ello, temperaturas bajo cero que la nave espacial no está diseñada para soportar sin sistemas de calefacción activos.

Por ahora, SLIM sigue imitando a un borracho durmiendo la mona sobre el polvo lunar. Que los hados selenitas le tengan en su gloria, amén.