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La posible edad y origen tecnológico del objeto interestelar IM1 a examen
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Tres laboratorios lo están analizando

La posible edad y origen tecnológico del objeto interestelar IM1 a examen

El astrofísico de Harvard Avi Loeb ha enviado las muestras de IM1 recogidas en el Pacífico junto con las muestras de las zonas de control a tres de los laboratorios más prestigiosos del mundo

Foto: Ilustración de un laboratorio de ciencia ficción generada por inteligencia artificial. (Novaceno/SDXL)
Ilustración de un laboratorio de ciencia ficción generada por inteligencia artificial. (Novaceno/SDXL)

La semana pasada, FedEx trajo los dos paquetes con las esférulas del primer meteorito interestelar reconocido, el IM1, a la puerta de mi casa. Antes de esta entrega, aterrizaron en el fondo del Océano Pacífico hace casi una década, tras un viaje que probablemente duró miles de millones de años en el espacio interestelar.

Foto: El radiotelescopio FAST en la provincia china de Guizhou, el mayor del mundo.

Contienen isótopos radiactivos como el uranio 235 y 238, que se descomponen en plomo 207 y 206. Estos pueden utilizarse como relojes que registran la edad de las esférulas. Si la datación radiactiva que llevaremos a cabo en las próximas semanas indica que las esférulas de IM1 son definitivamente más antiguas que el material de nuestro sistema solar, entonces tendremos una confirmación independiente de la carta que el Mando Espacial de EEUU mandó a la NASA sobre el origen interestelar de IM1.

He asignado el análisis de las esférulas a equipos independientes de expertos en tres laboratorios diferentes: Harvard, Berkeley y Bruker Corporation en Alemania.

El resultado de un análisis científico de este tipo validará la calidad de los sensores que el gobierno estadounidense utilizó para medir la velocidad del IM1. Esta confirmación no es trivial, ya que tiene implicaciones para la seguridad nacional, dado que estos mismos sensores se utilizan para detectar lanzamientos de misiles balísticos. Tampoco es una conclusión científica trivial, algo que puso de relieve un artículo publicado la semana pasada en The Astrophysical Journal, en el que se desestimaba la calidad de los sensores del gobierno y el contenido de la carta oficial que éste envió sobre IM1. Sea como sea, las esférulas que sostenía en mis manos tras la entrega de FedEx tienen un significado histórico porque es la primera vez que los humanos han recuperado materiales de un objeto de esta escala originado fuera del sistema solar.

placeholder El paquete de FedEx con las muestras recogidas en la misión del Silver Star en busca el IM1.
El paquete de FedEx con las muestras recogidas en la misión del Silver Star en busca el IM1.

La mayoría de la gente no sabe que el descubrimiento de IM1 fue una coincidencia, resultado de una entrevista de radio que tuve exactamente cinco años después de la fecha de descubrimiento de IM1 en enero de 2014.

Después de mi trabajo sobre el objeto interestelar`Oumuamua detectado casi 4 años después de IM1, el 19 de octubre de 2017, se me ocurrió la idea de buscar meteoritos interestelares en el catálogo CNEOS (siglas en inglés de Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra) de meteoritos compilado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL). Fue el resultado de una entrevista de radio con John Catsimatidis a principios de enero de 2019, en la que me pidieron que hiciera un comentario de un meteorito de diez metros de tamaño que explotó sobre el mar de Bering unas semanas antes de la entrevista, el 18 de diciembre de 2018. Mientras buscaba en la literatura científica sobre meteoros, me encontré con el catálogo CNEOS que incluía datos de velocidad de los sensores del gobierno de los Estados Unidos, y le pedí a mi estudiante en ese momento —Amir Siraj— que verificase si los meteoros más rápidos en el catálogo podrían ser de origen interestelar. Amir lo comprobó e informó de que el meteoro de CNEOS detectado el 8 de enero de 2014 sería un candidato excelente que encajaba con lo que le pedí: un objeto con una velocidad relativa al Sol que supera la velocidad de escape a la distancia de la Tierra, 42,1 kilómetros por segundo.

placeholder La ubicación de esta esférula indica que probablemente proceda del primer meteoro interestelar reconocido, IM1.
La ubicación de esta esférula indica que probablemente proceda del primer meteoro interestelar reconocido, IM1.

IM1 colisionó con la Tierra a una velocidad de 45 kilómetros por segundo, pero llegó por detrás de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Si la Tierra fuera en la dirección opuesta de movimiento alrededor del Sol, entonces la velocidad de IM1 en relación con la Tierra hubiera sido de unos 90 kilómetros por segundo. Nos dimos cuenta de que en el marco local de la galaxia Vía Láctea, el llamado estándar local de reposo, IM1 se movía a 60 kilómetros por segundo, más rápido que el 95% de todas las estrellas en la vecindad del Sol.

placeholder Los 43 regalos del IM1 del fondo del Océano Pacífico, organizados en viales el 27 de junio de 2023. El siguiente paso es examinar su composición elemental e isotópica en comparación con meteoritos del sistema solar.
Los 43 regalos del IM1 del fondo del Océano Pacífico, organizados en viales el 27 de junio de 2023. El siguiente paso es examinar su composición elemental e isotópica en comparación con meteoritos del sistema solar.

Basándonos en la presión del ariete que IM1 sufrió antes de desintegrarse en tres llamaradas a 20 kilómetros por encima de la superficie del océano, concluimos que IM1 era más duro en resistencia material que el resto de los 272 meteoros del catálogo CNEOS. La nave espacial New Horizons se dirige ahora hacia el espacio interestelar y podría aparecer como un meteoro de fuerza material inusual y velocidad anómala si colisionara con un exoplaneta dentro de unos miles de millones de años.

El equipo de investigación que dirijo como científico jefe de la expedición está ahora redactando un exhaustivo artículo científico en el que se detallan los resultados del hallazgo de las esférulas de IM1. Estas bolitas submilimétricas se encontraron principalmente a lo largo de la trayectoria probable de IM1 y no en regiones de control distantes que representan el fondo de otras fuentes. Además, el análisis preliminar de dos esférulas de la trayectoria de IM1 indica que su edad es probablemente superior a la del sistema solar.

Representación del exoplaneta HD 189733 b, descubierto en 2005. (NASA)

He asignado el análisis de las esférulas a equipos independientes de expertos en tres laboratorios diferentes: uno en Harvard, el segundo en la Universidad de California Berkeley y el tercero en la Bruker Corporation de Alemania. Sus instrumentos de última generación incluyen espectrómetros de masas, microscopios electrónicos y analizadores de fluorescencia de rayos X de calidad excepcional.

Cuando envié unos materiales por FedEx a Alemania tuve que declarar el contenido del paquete. Lo definí como "arena" y le asigné un "valor comercial cero". Obviamente, las muestras tienen un enorme valor científico.

placeholder Mapa de las huellas de Silver Star en las 20 pasadas realizadas hasta ahora. La trayectoria más probable del IM1, basada en los datos del sismómetro de la isla de Manus, se muestra como el arco naranja grueso. (Avi Loeb)
Mapa de las huellas de Silver Star en las 20 pasadas realizadas hasta ahora. La trayectoria más probable del IM1, basada en los datos del sismómetro de la isla de Manus, se muestra como el arco naranja grueso. (Avi Loeb)

La primera cuestión científica que abordaremos es si las abundancias de isótopos radiactivos y elementos raros distinguen las esférulas de IM1 de los materiales del sistema solar. A continuación, nos interesa saber si hay algún indicio de un origen tecnológico. Pensemos, por ejemplo, en los elementos raros que pueden encontrarse en gotas fundidas de pantallas de ordenador o en semiconductores expuestos al inmenso calor de la bola de fuego de IM1, cuya fricción con la atmósfera liberó un porcentaje significativo de la energía atómica de Hiroshima con sólo 500 kilogramos de materia.

He asignado deliberadamente la tarea de análisis a expertos que disponen de los mejores instrumentos de diagnóstico del mundo y no tienen ningún sesgo en su experiencia profesional. Aceptaremos todas las lecturas que proporcionen sus instrumentos e informaremos de los resultados en nuestro próximo artículo.

placeholder El trineo magnético de la carrera 12, a unos kilómetros al noreste de la trayectoria probable del primer meteoro interestelar reconocido, IM1. De derecha a izquierda: J.J. Siler, Amir Siraj, Ryan Weed, Peter Smith y Avi Loeb.
El trineo magnético de la carrera 12, a unos kilómetros al noreste de la trayectoria probable del primer meteoro interestelar reconocido, IM1. De derecha a izquierda: J.J. Siler, Amir Siraj, Ryan Weed, Peter Smith y Avi Loeb.

La expedición es un momento didáctico en dos sentidos importantes. En primer lugar, demuestra que la ciencia puede ser apasionante si despierta el interés del público. En segundo lugar, sugiere que el trabajo de la ciencia no debe verse mermado por el trasfondo superficial de las redes sociales o los celos académicos. Una semana antes de partir para la expedición, mis colegas me dijeron que no encontraríamos nada y una semana después de mi regreso me dijeron que no habíamos encontrado nada. La única seguridad que tengo son las esférulas que puedo sostener en la mano y enviar a analizar con los mejores instrumentos que ofrece el mundo científico.

Durante mi carrera rutinaria al amanecer en la cubierta del Silver Star, me di cuenta de que no sólo huyo de algunos colegas que no buscan pruebas antes de expresar opiniones, sino que también corro hacia una inteligencia superior en el espacio interestelar.

La semana pasada, FedEx trajo los dos paquetes con las esférulas del primer meteorito interestelar reconocido, el IM1, a la puerta de mi casa. Antes de esta entrega, aterrizaron en el fondo del Océano Pacífico hace casi una década, tras un viaje que probablemente duró miles de millones de años en el espacio interestelar.

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