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Qué hay debajo de la arena de la playa
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Un material vital para la civilización

Qué hay debajo de la arena de la playa

La respuesta varía dependiendo de la localización, pero la arena de playa no es solo importante para nuestro disfrute. También es crucial para el medioambiente y la economía del planeta

Foto: Playa en Fuerteventura. (iStock)
Playa en Fuerteventura. (iStock)

La arena está llena de secretos. Es quizás el material más deseado por su asociación automática con vacaciones y espetos de sardinas; el más odiado por el rasca-y-gana que se lía cuando se te mete en el bañador o, peor, en la cama; y el más desconocido porque la mayoría de la gente no tiene ni idea de su vital importancia para el funcionamiento de la sociedad industrial y, a la vez, la enorme amenaza que supone para millones de personas en todo el mundo.

Foto: Central nuclear de Grafenrheinfeld en la región de Bavaria, Alemania. (MarcelG/CC)

Así que, si estás en una playa rodeado de este incómodo elemento, acomódate en tu silla plegable, toalla, o chiringuito, ajústate el tanga de leopardo, dale un sorbo al botellín y prepárate para saber más sobre este objeto de amor/odio, empezando por lo que esconde debajo. Y si no estás en la playa, haz como que trabajas y lee.

Qué hay debajo de la playa (y el desierto)

Bajo la superficie arenosa se esconden secretos geológicos, ecosistemas vitales y una materia prima esencial para nuestra economía moderna.

La historia natural de una playa arenosa es tan variable que es casi imposible definir una playa típica. La profundidad de la arena, que puede variar considerablemente, a menudo oculta una capa de arena compacta y piedra arenisca. Factores como la forma y el ángulo del área donde se acumula la arena, los materiales debajo de la arena, la fuente de la arena, su tamaño y textura, y los patrones de olas y corrientes influyen en la profundidad de la arena de un playa.

placeholder Playa de Bolonia, Cádiz.
Playa de Bolonia, Cádiz.

En las playas del Mediterráneo y del Atlántico en España, encontramos una variedad de rocas a varias profundidades. En la región mediterránea, se puede dar con caliza, una roca sedimentaria formada a partir de los restos de organismos marinos (aunque también, de forma menos habitual, se puede generar por procesos químicos). En la región atlántica, al excavar podemos encontrar granito, un tipo de roca ígnea.

placeholder Los acantilados de Dover, Inglaterra.
Los acantilados de Dover, Inglaterra.

Las icónicas playas de Dover en el Reino Unido están compuestas por tiza, un tipo de caliza compuesta por los restos microscópicos de plancton marino. Bajo la tiza hay capas de arcilla y pedernal.

Más lejos, en las playas de la costa del golfo de Florida, la arena puede llegar a los tres a cuatro metros de grosor en algunos sitios. Por debajo de esa línea hay una capa de materia orgánica en descomposición de entre 30 y 40 centímetros de espesor, un material fangoso de color negro. En la siguiente capa hay más material orgánico que, en millones de años, terminará como calizas, como conchas de ostra y almejas.

placeholder Copacabana, en Brasil.
Copacabana, en Brasil.

Al sur, en la playa de Copacabana en Brasil, el lecho rocoso bajo Río de Janeiro está compuesto de granito y gneis, ambos tipos de rocas muy duras. Yendo al norte y más al oeste, en el Pacífico, la playa de Waikiki en Hawái esconde basalto, un tipo de roca ígnea que se forma a partir de lava enfriada, debido a la geología volcánica de estas islas.

Y finalmente, en la playa de Bondi en Australia, cerca de Sídney, hay arenisca, una roca sedimentaria rica en cuarzo con un característico color dorado. Bajo la arenisca se puede encontrar capas de pizarra, una roca sedimentaria que se forma cuando los minerales de la arcilla que integran rocas de grano fino se transforman en mica o clorita.

Y, en todos estos lugares playeros, al igual que el desierto, la fauna se esconde por todas partes, desde las cucarachas de arena hasta bivalvos como las navajas o almejas y cangrejos.

placeholder Playa de Bondi, Australia.
Playa de Bondi, Australia.

Clave para la tecnología electrónica, las ciudades y la industria

La arena es un recurso crucial para todo tipo de aplicaciones industriales. Para empezar, sin arena no habría tecnología electrónica: la arena es vital para obtener el silicio, el ingrediente fundamental con el que se fabrican los chips, obviamente vital para todos nuestros aparatos. Sin arena, el teléfono y ordenador que estás usado para leer esta noticia no existiría. De hecho, la era de la información sería imposible en su forma actual.

placeholder Fabrica de células solares, que también utilizan silicio, como los chips.
Fabrica de células solares, que también utilizan silicio, como los chips.

En la construcción, la arena se mezcla con cemento para crear hormigón, que se utiliza en la construcción de edificios, puentes, carreteras y otras estructuras. También se utiliza en la producción de vidrio, donde se funde y luego se enfría. También es un ingrediente crítico para el asfalto, otro de los bloques fundamentales de nuestras ciudades e infraestructuras.

Además, en la industria del petróleo y el gas, la arena se utiliza también en la fracturación hidráulica, un proceso que implica inyectar agua, arena y productos químicos en formaciones rocosas para liberar petróleo y gas. La arena mantiene abiertas las fracturas creadas por la presión hidráulica y permite que el petróleo o el gas fluya hacia fuera.

placeholder Mina de arena en África.
Mina de arena en África.

La minería de arena se realiza generalmente con minas a cielo abierto o el dragado. La minería a cielo abierto, también conocida como minería de superficie, se realiza mediante la extracción de arena en fosas o laderas. Este método se utiliza a menudo cuando la arena se encuentra en áreas secas. El dragado se utiliza cuando la arena se encuentra bajo el agua, como en los ríos o en el fondo del océano. Grandes máquinas llamadas dragas extraen la arena y la transportan a la superficie.

En ambos casos, la arena se procesa para eliminar impurezas y clasificarla por el tamaño del grano. Este proceso incluye el lavado, cribado, trituración y almacenamiento.

La arena de sílice utilizada en la fabricación de vidrio, por ejemplo, debe ser procesada para eliminar impurezas como el hierro, que puede resultar en vidrio con un color impuro no deseado. Un proceso que puede implicar el uso de agentes químicos para disolver los minerales no deseados. Con estos factores en la ecuación, el coste medioambiental del procesado de la arena es considerable. Según un informe científico de la Unión Europea, “la minería de arena cambia la forma en que fluyen las vías fluviales y se inundan, amenaza la seguridad del agua y reduce la capacidad de las aguas subterráneas, lo que a su vez aumenta los costos del agua para las comunidades locales.” También causa la pérdida de hábitat y la reducción de la biodiversidad, dice el informe, y contribuye al cambio climático por la emisión de CO2 en su procesamiento.

El informe también afirma que “la erosión resultante elimina la protección contra los peligros costeros, como los huracanes y las olas extremas, y amenaza la infraestructura crítica, como las carreteras y los ferrocarriles”. Mientras estamos construyendo a corto plazo por una parte, destruimos por la otra a largo plazo.

La invasión de la arena

Irónicamente, mientras que la extracción de arena es una catástrofe en muchas costas, en otras partes la abundancia de arena es el problema.

La desertificación, el proceso por el cual la tierra fértil se convierte en desierto —a menudo como resultado de la sequía, la deforestación o el exceso de explotación agrícola— puede llevar a la invasión de arena de grandes territorios y comunidades con efectos devastadores para millones de personas y el medio ambiente local.

En China, por ejemplo, el desierto de Gobi se está expandiendo a un ritmo alarmante, invadiendo tierras agrícolas y obligando a los agricultores a abandonar sus hogares. El gobierno ha implementado medidas para combatir la desertificación, incluyendo la plantación de árboles para crear una "Gran Muralla Verde". En África, el desierto del Sahara también se está expandiendo, amenazando los medios de vida de millones de personas. En Senegal, un proyecto liderado por la comunidad ha tenido éxito en la plantación de árboles para detener la expansión del desierto creada por el abuso del monocultivo y recuperar tierras agrícolas.

Pero esto son sólo dos pequeños ejemplos. En la mayoría de las ocasiones, el ser humano tiene las de perder. Un ejemplo: En la zona de las Lençóis Maranhenses, al norte de Brasil, las dunas arenosas han invadido pueblos. En total, la estimación de los científicos es que el 40% de la superficie terrestre —y la península ibérica cae de lleno en esta predicción— está amenazada por la desertificación a medida que suben las temperaturas y los procesos se aceleran.

Visto desde esa perspectiva, el rasca-y-gana del tanga de leopardo no parece tener tanta importancia. Habrá que enjuagarse la depresión con otra cerveza y un plato de chopitos a la plancha.

La arena está llena de secretos. Es quizás el material más deseado por su asociación automática con vacaciones y espetos de sardinas; el más odiado por el rasca-y-gana que se lía cuando se te mete en el bañador o, peor, en la cama; y el más desconocido porque la mayoría de la gente no tiene ni idea de su vital importancia para el funcionamiento de la sociedad industrial y, a la vez, la enorme amenaza que supone para millones de personas en todo el mundo.

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