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Una inteligencia artificial china detecta un depósito de metales raros de 1.000 km
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En la cordillera Himalaya

Una inteligencia artificial china detecta un depósito de metales raros de 1.000 km

China ha usado un sistema de IA para identificar una valiosa veta de metales raros de más de 1.000 kilómetros en el Himalaya mientras una empresa americana hace lo mismo en 60 localizaciones por todo el mundo

Foto: Montañas en la cordillera Himalaya. (Amir Shrestha/Pexels)
Montañas en la cordillera Himalaya. (Amir Shrestha/Pexels)

China ha usado una nueva inteligencia artificial para identificar un depósito de metales raros valorado en billones de dólares, hasta ahora oculto en la cordillera Himalaya. Según los científicos que la han encontrado, esta veta de más de 1.000 kilómetros de largo volverá a poner al país a la cabeza de los productores de estos materiales, cruciales para la industria electrónica y la electrificación de la economía.

Foto: (EFE - Javier Cebollada)

EEUU también está en la misma guerra con las mismas armas: una startup californiana también está usando una IA similar por todo el mundo para minar nuevos depósitos de litio, niquel, cobalto y cobre en 60 localizaciones repartidas por todo el globo. Es la nueva fiebre del 'oro' del siglo XXI.

La investigación china

Científicos chinos han recurrido a la inteligencia artificial para analizar un yacimiento de 1.000 kilómetros de largo llenos de tierras raras en el Himalaya. Con el apoyo financiero del gobierno de Xi Jinping —que al parecer está obsesionado con los tesoros enterrados en la corteza terrestre— un equipo de investigación ha estado desarrollando una IA que puede procesar automáticamente los datos en bruto recopilados por satélites y otros medios para localizar estos depósitos localizados en la meseta tibetana.

Los científicos —procedentes del Laboratorio Estatal Clave de Procesos Geológicos y Recursos Minerales en la Universidad China de Geociencias en Wuhan— han logrado una precisión en sus predicciones del 96%.

placeholder Vista aérea del Himalaya. (Pipimaru/CC)
Vista aérea del Himalaya. (Pipimaru/CC)

Su inteligencia artificial puede, por ejemplo, buscar una forma única de granito que tiene un tono más claro de lo habitual. Analizando su apariencia, la IA puede predecir que contiene tierras raras como el niobio y tantalio —claves para productos electrónicos — y cantidades significativas de litio.

El yacimiento del Himalaya está en el Tíbet, cerca de la disputada frontera con India, por lo que es probable que en el futuro sea una posible fuente de conflictos entre dos de las potencias más grandes del planeta.

La investigación norteamericana

Mientras, en EEUU, una de las compañías que está en esta carrera por el poder minero es la startup KoBold Metals. Con una inversión de mil millones de dólares y el respaldo de Bill Gates, Jeff Bezos y el fundador de Alibaba, Jack Ma, KoBold ha desarrollado una IA que busca estos depósitos de metales necesarios para la construcción de baterías de vehículos eléctricos, específicamente litio, níquel, cobalto y cobre.

placeholder Una mina de cobre y cobalto en el Congo.
Una mina de cobre y cobalto en el Congo.

La compañía de Berkeley, California, tiene ya más de 60 proyectos en tres continentes y está invirtiendo 100 millones de dólares al año en ellos. Además, está inyectando más dinero en el desarrollo de su IA para crear modelos del subsuelo terrestre y explorar profundidades más allá del alcance de las técnicas convencionales.

La crisis de los materiales

Los metales como el cobre, el litio y las tierras raras son vitales para la nueva economía de energías renovables, esenciales para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas, aparte de todo tipo de electrónica.

La demanda por estos metales está aumentando a un ritmo cada vez más acelerado, mientras que la oferta sigue siendo limitada. Como ya contamos en el documental Viaje a ninguna parte —el tercer episodio de la miniserie Control Z, que podéis ver sobre estas líneas o en YouTube— la actual fiebre de materiales causada por la electrificación desorganizada del transporte y la explosión de la energía renovable conducirá a la peor crisis económica del siglo XXI alrededor del año 2050 si no lo remediamos.

De hecho, la propia KoBold Metals predice que en ese año habrá una brecha de suministro de 12.000 millones de dólares entre la oferta y la demanda, un dato por otra parte muy conservador que vuelve a poner de relieve la urgencia de encontrar nuevas fuentes de estos metales.

Una nueva revolución tecnológica

A largo plazo, sin embargo, por mucho que escarbemos en la Tierra, no podremos satisfacer la demanda por estos materiales. Menos aún si tenemos en cuenta que la extracción de estos metales debe realizarse de manera responsable y sostenible. La minería tiene un gran impacto en la sociedad y el medio ambiente. Es fundamental que se tomen medidas para minimizar este impacto.

placeholder Muchas de las minas en las que se recoge el cobalto necesario para tu teléfono móvil funcionan en condiciones de semiesclavitud.
Muchas de las minas en las que se recoge el cobalto necesario para tu teléfono móvil funcionan en condiciones de semiesclavitud.

Pero más allá de esas consideraciones, lo que realmente será crucial para el ser humano no es usar la inteligencia artificial minera para resolver la papeleta en las próximas dos décadas, sino realizar un esfuerzo de investigación tecnológica de la magnitud del programa Apolo para usar materiales alternativos baratos y abundantes en vez de estos elementos tan escasos.

Ya hay esfuerzos en laboratorios de todo el mundo pero, como nos contaba en su día el Dr. Andrew Barron, experto y catedrático de la Universidad de Swansea y profesor de la Universidad de Rice, hace falta mucho más. "[Cuando] John F. Kennedy se plantó en el estadio de fútbol de la Universidad de Rice y anunció que, al final de la década, Estados Unidos pondría un hombre en la luna, todas las empresas aeroespaciales de la época dijeron: '¿Cómo vamos a hacerlo?’ No tenían ni idea. Pero durante ese periodo de siete años, llegaron a poner un hombre en la luna". Esto es exactamente, dice, lo que tenemos que hacer con el problema de la electrificación. La inteligencia artificial no debería servir sólo para abrir nuevas minas sino como motor de la mayor revolución tecnológica de la historia.

China ha usado una nueva inteligencia artificial para identificar un depósito de metales raros valorado en billones de dólares, hasta ahora oculto en la cordillera Himalaya. Según los científicos que la han encontrado, esta veta de más de 1.000 kilómetros de largo volverá a poner al país a la cabeza de los productores de estos materiales, cruciales para la industria electrónica y la electrificación de la economía.

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