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La máquina a escala astronómica que convierte ondas gravitatorias en energía
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Nueva teoría de Freeman Dyson

La máquina a escala astronómica que convierte ondas gravitatorias en energía

Un estudio del visionario astrofísico Freeman Dyson, publicado después de su muerte, detalla la posibilidad de titánicas estructuras tecnológicas capaces de convertir ondas gravitacionales en energía

Foto: Ilustración de una gigaestructura de escala cósmica para convertir ondas gravitacionales en energía.
Ilustración de una gigaestructura de escala cósmica para convertir ondas gravitacionales en energía.

En 1962, el legendario físico y matemático Freeman Dyson escribió un fascinante estudio científico que nunca publicó que ha permanecido oculto hasta ahora. En él postulaba la posibilidad de que una civilización extraterrestre hubiera construido una titánica máquina capaz de convertir las ondas gravitacionales en energía. En su estudio, que acaba de ser publicado póstumamente después de que su autor diera su visto bueno antes de su muerte, Dyson también explica cómo podríamos buscar la huella de esta tecnología para detectar esas especies inteligentes en nuestra galaxia.

Foto: Art Wright y Avi Loeb en la cubierta del Silver Star en el último día de la expedición.

Dyson argumenta que, dado el vasto tamaño y la antigüedad del universo, es posible que existan civilizaciones extraterrestres que hayan alcanzado el nivel de desarrollo tecnológico necesario para obtener los recursos y herramientas para construir estas estructuras a “escala astronómica”.

Gigaestructuras cósmicas

Las ondas gravitacionales —imaginadas originalmente por Albert Einstein a mediados del siglo XX y confirmadas en 2015 por los experimentos LIGO y Virgo— son perturbaciones en el tejido del espacio-tiempo que se propagan por el cosmos a la velocidad de la luz. Son causadas por eventos cósmicos masivos y extremadamente violentos, como la fusión de dos estrellas de neutrones o dos agujeros negros.

placeholder Dos estrellas de neutrones colisionando y explotando en una kilonova, un evento que produce ondas gravitacionales.
Dos estrellas de neutrones colisionando y explotando en una kilonova, un evento que produce ondas gravitacionales.

Dyson sugiere que una civilización suficientemente avanzada podría construir una "máquina gravitacional" —como él las llama— para aprovechar estas ondas y convertirlas en energía. Estas estructuras aprovecharían la energía de las ondas gravitacionales de la misma manera en que nosotros utilizamos la energía de las ondas electromagnéticas —como la luz solar— para generar electricidad.

No sería fácil, obviamente, pero el reto sería una simple cuestión de su tamaño, como él mismo explica. Según Dyson, "sería sorprendente que una especie tecnológicamente avanzada no pudiera encontrar una manera de diseñar una máquina gravitacional sinrradiar, y así explotar las velocidades mucho más altas que las estrellas de neutrones hacen posibles en principio." La dificultad en la construcción de máquinas para aprovechar la energía del campo gravitacional es completamente de escala, afirma el famoso físico. “Las fuerzas gravitacionales entre objetos de un tamaño que podemos manipular son tan absurdamente débiles que apenas se pueden medir, y mucho menos explotar. Para llegar a una producción útil de energía, cualquier máquina gravitacional debe construirse en una escala que sea literalmente astronómica.”

placeholder El experimento Ligo.
El experimento Ligo.

Leyendo ese último pensamiento, podríamos suponer que no merece la pena construir este tipo de máquinas pero Dyson ofrece dos razones por las que tiene sentido considerar que una civilización superior haya construido un dispositivo así. Primero, si esta civilización expande su población y su nivel tecnológico a un ritmo exponencial, puede llegar un momento en un futuro remoto en el que la ingeniería a escala astronómica no sólo sea factible sino absolutamente necesaria para poder alimentar las necesidades energéticas de esta gigantesca civilización interplanetaria.

En segundo lugar, afirma, si estamos buscando signos de vida tecnológicamente avanzada que ya existen en otras partes del universo [con el programa SETI o el Proyecto Galileo], es útil considerar los tipos de fenómenos observables que pueden ser producidos por una tecnología teóricamente avanzada de una teórica civilización alienígena. Es decir, que este tipo de máquinas sería un nuevo tipo de ‘tecnofirma’ que nos podría dar pistas sobre la existencia de inteligencias fuera de nuestros sistema solar.

La esfera de Dyson

El estudio de Dyson es teórico y, lógicamente, no proporciona evidencia directa de la existencia de estas máquinas gravitacionales sino que utiliza la lógica y lo que sabemos del universo para postular su posible existencia. Como tal, el estudio plantea una serie de preguntas fascinantes sobre la naturaleza de las civilizaciones extraterrestres y las formas en que podrían aprovechar las leyes de la física para su beneficio.

placeholder Rendering 3D de una Esfera Dyson (Stellaris)
Rendering 3D de una Esfera Dyson (Stellaris)

Freeman Dyson es también conocido por su concepto de la "esfera de Dyson", una teórica megaestructura que una civilización avanzada podría construir alrededor de una estrella para capturar la mayor cantidad posible de su energía para convertirse en una civilización de nivel 2 en la escala Kardashev, el baremo tecnológico propuesto por el físico soviético en 1964. Según Kardashev, una civilización capaz de aprovechar toda la energía de su estrella sería de nivel 2. El nivel 1 es aprovechar toda la energía posible del planeta de la civilización y el nivel 3 puede capturar toda la energía de una galaxia. Para llegar al nivel 2 necesitarías varias de estas máquinas gravitacionales (actualmente, la humanidad está en el nivel 0).

Foto: La expedición del Silverstar, el barco que rastreará el fondo del Pacífico en busca de los restos del primer objeto interesetelar jamás detectado. (Avi Loeb)

En febrero del pasado año, astrónomos identificaron 260 estrellas en la Vía Láctea que muestran signos de posibles esferas de Dyson, haciéndolas candidatas a albergar planetas con vida extraterrestre avanzada. Pero las esferas Dyson, como las máquinas gravitacionales, son puramente teóricas y todavía no tenemos ninguna evidencia directa de su existencia. Y, aunque estas ideas pueden parecer lejanas y hasta fantásticas, nos recuerdan que nuestro conocimiento del universo es limitado y que siempre hay espacio para nuevas ideas y descubrimientos. Como dice el Profesor Avi Loeb, debemos siempre mantener la ‘mente del principiante’, observar el universo con curiosidad, postular teorías comprobables y seguir haciendo preguntas y buscando respuestas toda nuestra vida, sin ser cínicos y sin limitaciones.

Foto: Este alambre tiene una composición anómala en comparación con las aleaciones fabricadas por el hombre. (Avi Loeb)

Mientras Loeb está en el Pacífico buscando los restos de una posible nave alienígena o sencillamente trozos del meteorito IM1, es importante considerar el trabajo póstumo de Dyson como un faro en esta aventura para investigar el universo.

En 1962, el legendario físico y matemático Freeman Dyson escribió un fascinante estudio científico que nunca publicó que ha permanecido oculto hasta ahora. En él postulaba la posibilidad de que una civilización extraterrestre hubiera construido una titánica máquina capaz de convertir las ondas gravitacionales en energía. En su estudio, que acaba de ser publicado póstumamente después de que su autor diera su visto bueno antes de su muerte, Dyson también explica cómo podríamos buscar la huella de esta tecnología para detectar esas especies inteligentes en nuestra galaxia.

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