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La mitad de EEUU acepta la selección de embriones para tener hijos más inteligentes
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El 40% de estadounidenses sí

La mitad de EEUU acepta la selección de embriones para tener hijos más inteligentes

A pesar de la opinión de los científicos, el 40% de los estadounidenses seleccionaría entre los embriones obtenidos por fecundación 'in vitro' aquellos con mayor capacidad intelectual

Foto: La mitad de los estadounidenses seleccionaría a sus hijos por su capacidad intelectual. (MART  PRODUCTION)
La mitad de los estadounidenses seleccionaría a sus hijos por su capacidad intelectual. (MART PRODUCTION)

Un equipo de investigadores estadounidenses ha realizado una encuesta para preguntar a la población del país si estarían dispuestos a seleccionar embriones de fecundación in vitro en función de sus aptitudes intelectuales. El 40% de los encuestados respondió que sí, a pesar de que los expertos en este campo aconsejan lo contrario.

Foto: Un nuevo método de fertilidad que no necesita óvulos femeninos.

Este resultado sorprendió a los investigadores, que recomiendan poner a punto políticas que regulen este tipo de tecnologías lo antes posible. "Desde luego, no creo que sea algo bueno. Me preocupa", afirma Michelle N. Meyer, profesora de bioética del Geisinger Health System y coautora del estudio publicado en la revista Science. "El mayor riesgo es no decir nada y dejar que esto se desarrolle en contra de un sistema de regulación y mercado libre".

Una tecnología que está en pañales

Como ya contamos en el episodio cuarto de Control Z: La Aristocracia Genética (que pueden ver bajo estas líneas), a día de hoy no es posible saber cuál de los embriones que se obtienen por fecundación in vitro tiene mayores probabilidades de ser más inteligente.

Como apunta MIT Technology Review, a pesar de que hay compañías que ofrecen un servicio que predice posibles enfermedades como la esquizofrenia o la diabetes en los embriones. En esos servicios no se incluyen las capacidades intelectuales. Además, aunque esta tecnología se desarrollara, verificar su eficacia es muy difícil y podría llevar décadas.

La Sociedad Europea de Genética Humana ya alertó en un artículo publicado en la revista European Journal of Human Genetics, que se trata de una "práctica no probada y poco ética" y recomienda su prohibición hasta que haya políticas que las regulen.

Además, como afirman los investigadores detrás de la encuesta, este tipo de tests con embriones podrían "incrementar las desigualdades existentes" en la sociedad y permitir que sólo las personas de determinados grupos socioeconómicos puedan acceder a ellas para tener una descendencia más sana, con mejor capacidad atlética o más inteligente.

Podéis ver el resto de episodios de Control Z aquí.

"En un futuro cercano, y quizá para siempre, esta tecnología sólo estará al alcance de personas adineradas o privilegiadas por otros motivos", afirma Meyer. "En la medida en que esto tiene un impacto y da a cualquier descendencia un impulso, no va a ser accesible de la misma manera a todo el mundo. Igual que la riqueza se hereda, esto es literalmente algo que se hereda. Podríamos imaginar un mundo en el que esa ventaja se extiende a lo largo de generaciones y contribuye a agravar las diferencias socioeconómicas."

El fin del sexo

Hank Greely, director del Centro de Derecho y Biociencias en la Universidad de Stanford, predijo en su libro The End of Sex (El fin del sexo) que en solo dos décadas la mayoría de las parejas preferirán la fertilización in vitro a la natural. Esa técnica, explica, será mucho más segura de lo que es ahora, porque no necesitará extraer los ovarios de la madre, una operación que a día de hoy aún conlleva riesgos. Para 2040, dice Greely, ya se habrá perfeccionado la tecnología que permite convertir cualquier célula normal, como la de la piel, en células madre que luego se pueden convertir en células reproductivas como óvulos o espermatozoides.

Una vez fecundado el óvulo, dice Greely, se podrán obtener una gran cantidad de embriones —él estima que unos 100 aproximadamente— de entre los cuales elegir no solo el que sea más sano, sino también el sexo, el color de ojos o de pelo.

placeholder La fecundación in vitro podría ser la preferida en el futuro. (EFE)
La fecundación in vitro podría ser la preferida en el futuro. (EFE)

A día de hoy, las parejas que optan por la fecundación in vitro ya pueden elegir embriones que no vayan a desarrollar ciertas enfermedades genéticas. Pero todavía falta una tecnología que permita calcular la probabilidad de que un embrión acabe desarrollándose en una persona superinteligente o con una fuerza extraordinaria.

Esto, en teoría, también se podría conseguir con otra técnica muy controvertida, la herramienta de edición genética CRISPR-cas9, que puede modificar los genes de embriones y gametos. Esta tecnología se conoce como edición genética de la línea germinal y es una de las cuestiones más polémicas entre los investigadores del gremio. Por un lado, por el gran riesgo que supone aplicarla —aquí tampoco se conocen los efectos que se pueden producir en el cuerpo al modificar, eliminar o cambiar un gen por otro— y, por otro, por las cuestiones éticas derivadas de su uso.

Editar el gen de un embrión, un espermatozoide o un óvulo, provocaría que esa mutación artificial pasara también a toda su descendencia. El consenso general tanto entre los científicos como entre los mandatarios de los países es que no se puede usar con fines reproductivos. Además, solo se permite la investigación con embriones durante las primeras semanas de su desarrollo y bajo la vigilancia de los organismos reguladores.

Un equipo de investigadores estadounidenses ha realizado una encuesta para preguntar a la población del país si estarían dispuestos a seleccionar embriones de fecundación in vitro en función de sus aptitudes intelectuales. El 40% de los encuestados respondió que sí, a pesar de que los expertos en este campo aconsejan lo contrario.

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