La aerolínea china que usa naves hipersónicas en vez de aviones
Una compañía privada china afirma estar desarrollando una aerolínea que usará cohetes en vez de aviones para transporte de pasajeros a velocidad hipersónica y turismo espacial
Una compañía privada china está desarrollando una nave espacial para sustituir a los aviones tradicionales. Su vehículo hipersónico con alas, afirman, transportará pasajeros de Pekín a Dubái en menos de media hora, por ejemplo, a una fracción del coste de un cohete. Además, aseguran que no tardaremos mucho en comprobarlo.
Space Transportation —el nombre de esta 'startup' asiática que comenzó a operar en 2019 y cuenta con 60 millones de varios grandes inversores chinos— cuenta que ya ha completado una decena de vuelos de pruebas en sus vehículos Tianxing 1 y Tianxing 2. Y ahora dice que los tests en tierra comenzarán en 2023. El primer vuelo de prueba no tripulado llegará en solo un año, en 2024. El primer vuelo tripulado será en 2025.
Según Space Transportation, el primer viaje orbital tripulado está planeado para 2030. Así, al más puro estilo Elon Musk: desarrollo rápido para volar cuanto antes y corregir tras cada vuelo de prueba hasta conseguir una solución segura.
SpaceX + Virgin Galactic
De hecho, los chinos parecen estar claramente inspirados en las ideas del fundador de SpaceX. Musk ya dijo que SpaceX no solo será una compañía que lanza satélites y misiones a la Luna y Marte, sino que, eventualmente, será también una ‘espaciolínea’. El Starship, según él, puede realizar vuelos regulares hipersónicos de pasajeros entre ciudades como Nueva York y Shanghái en solo 24 minutos.
"Puedes convertirlo en un ‘avión’ de pasajeros", dijo Musk en la presentación original del Starship en 2017. Esta línea de despegue y aterrizaje vertical con travesía orbital o suborbital será "muchísimo más rápida, generará menos CO₂ y será un viaje más cómodo y suave porque no hay turbulencias ni tormentas en el espacio", afirmó entonces. Será ideal, aseguró, para transportar a cientos de personas entre ciudades usando un gran habitáculo. Un vuelo Nueva York-Shanghái que ahora tarda más de 14 horas, por ejemplo, lo hará en solo 24 minutos con el Starship.
Space Transportation no quiere construir un cohete enorme como el Starship. El coste es demasiado alto, es mucho más complicado y piensan que la base de usuarios no será tan grande como imagina Musk. Por lo menos no por ahora. Por eso su cohete con alas es mucho más compacto que Starship, pasando de los más de 500 pasajeros de este último a unas cuantas decenas en su cohete con alas.
Cómo funciona la nave china
Su diseño tampoco es como el Starship. De hecho, parece más una versión más grande del diseño del legendario ingeniero Burt Rutan para Virgin Galactic: una aeronave nodriza —el White Knight 2— que lleva a la nave —el SpaceShipTwo— volando debajo del ala.
Al contrario que el limitado SpaceShipTwo, la nave alada de Space Transportation puede volar a mayor altitud. En vez de despegar horizontalmente sobre una pista, despega verticalmente montado sobre una nave nodriza equipada con dos cohetes. Como la solución de Virgin Galactic, la nave nodriza lleva a la nave de pasajeros hasta la altitud adecuada. En ese punto la nave se desconecta de la nodriza y emprende su vuelo en solitario. Mientras, la nave nodriza retorna a la base, sobre la que aterriza verticalmente pero en configuración horizontal, usando cuatro motores situados en las panzas de los cohetes.
La nave de pasajeros vuela en una trayectoria parabólica hacia su ciudad de destino, ofreciendo una experiencia similar a la que ofrece Virgin Galactic. Para aterrizar, el cohete planearía hacia su plataforma en tierra como lo hace Starship para, momentos antes de tocar tierra, ponerse en posición vertical y usar su motor de combustible líquido para aterrizar de forma suave y controlada.
Un proyecto técnicamente viable
Nada lo que dice Space Transporation es descabellado. China ya cuenta en estos momentos con los cohetes de combustible sólido más potentes del planeta. También con el túnel hipersónico más grande del mundo y la tecnología para crear planeadores hipersónicos. La tecnología que utiliza el motor químico para aterrizar, con un cardán que mueve la tobera para dirigir la nave, es archiconocida y ha sido probada con éxito en incontables ocasiones por Musk, Bezos y compañía.
Otra cosa es que Space Transportation obtenga los fondos suficientes como para llegar a ese punto después de su ronda inicial de 60 millones. Al contrario que SpaceX, la compañía china está totalmente centrada en crear una espaciolínea y no se alimentará de lanzamientos de satélites. Sin embargo, en estos momentos parece que hay inversores de sobra dispuestos a tomar posiciones de salida en la nueva carrera espacial. El proyecto de esta compañía china es lo suficientemente atractivo y factible como que se haga realidad. Esperemos que lo consigan.
Una compañía privada china está desarrollando una nave espacial para sustituir a los aviones tradicionales. Su vehículo hipersónico con alas, afirman, transportará pasajeros de Pekín a Dubái en menos de media hora, por ejemplo, a una fracción del coste de un cohete. Además, aseguran que no tardaremos mucho en comprobarlo.