Hallan en el diente de un hombre fallecido hace 5.000 años la cepa de peste más antigua
Este ser humano habría contado con una carga bacteriana muy alta en sangre, lo que sugiere que la infección provocó su muerte
Un equipo de científicos de la Universidad de Kiel (Alemania) ha estudiado las muestras de unos dientes y huesos de un cazador y recolector que habría muerto hace 5.000 años. El análisis reveló restos de Yersinia pestis, una especie de patógeno que produce en el ser humano la peste pulmonar, la peste bubónica y la peste septicémica. Los científicos desconocen los efectos que pudo sufrir el infectado. Lo que sí saben es que esta es la cepa de peste más antigua conocida.
El análisis genético de la bacteria muestra que todavía no se había desarrollado un gen que fomentase la transmisión en forma de pulgas. Este 'requisito' fue fundamental en la propagación de la enfermedad durante la Edad Media. Según la investigación, este hombre fue el único fallecido a causa de la infección, la cual contrajo al ser mordido por un roedor contagiado.
Los autores del estudio sugieren que la sangre del fallecido habría tenido una gran carga bacteriana en el momento de su fallecimiento. De este modo, la infección sería la causa de la muerte. Lo que el equipo considera más importante es que esa bacteria era mucho menos contagiosa que su descendiente medieval, la cual mató a cientos de millones de personas en Eurasia y el Norte de África en el siglo XIV.
En una declaración referida por IFLScience, el autor principal del estudio, Ben Krause-Kyora, señala que con su trabajo "es posible retrasar la aparición de la Yersinia pestis 2.000 años más de lo que estimaban investigaciones previas. Parece que estamos muy cerca del origen de la bacteria". De momento, será necesario realizar un mayor estudio de los efectos de la bacteria en el ser humano y su propagación.
Un equipo de científicos de la Universidad de Kiel (Alemania) ha estudiado las muestras de unos dientes y huesos de un cazador y recolector que habría muerto hace 5.000 años. El análisis reveló restos de Yersinia pestis, una especie de patógeno que produce en el ser humano la peste pulmonar, la peste bubónica y la peste septicémica. Los científicos desconocen los efectos que pudo sufrir el infectado. Lo que sí saben es que esta es la cepa de peste más antigua conocida.
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