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Descubren dos jirafas enanas, un hallazgo que intriga a los científicos
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¿CONDENADAS POR LA ENDOGAMIA?

Descubren dos jirafas enanas, un hallazgo que intriga a los científicos

Han llegado a edad adulta a pesar de que sus patas son extrañamente cortas. Las dos jirafas enanas viven a más de 3.000 kilómetros de distancia, algo que inquieta más aún a los científicos

Foto: Son dos especies distintas y viven a más de 3.000 kilómetros de distancia (Foto: Twitter)
Son dos especies distintas y viven a más de 3.000 kilómetros de distancia (Foto: Twitter)

Los autores del estudio, los investigadores Michael Butler y Emma Wells, de la Fundación para la Conservación de las Jirafas, han tardado años en comprobar que estas dos pequeñas jirafas sufrían displasias esqueléticas, un trastorno cartilaginoso o esquelético que da como resultado un desarrollo óseo anormal. Las crías de jirafa maduran por completo entre los tres y los seis años de edad y alcanzan una altura de entre 4,6 a 6,1 metros. Sin embargo, "nuestras protagonistas" son mucho más pequeñas.

La primera jirafa enana se localizó en Uganda, es de la especie Nubia (científicamente denominada "Giraffa camelopardalis camelopardalis"). Se fotografió en diciembre de 2015, pero aún no sabían a ciencia cierta si sufría alguna malformación. Repitieron el seguimiento en diciembre de 2016 y en marzo de 2017. La llamaron Gimli, en honor al heroico enano de 'El Señor de los Anillos', explica Forbes. A pesar de sus pequeñas patas, tenía un cuello más largo del que se podría esperar para un animal de su especie y edad.

Por su parte, la jirafa descubierta en Numibia es una jirafa ahumada o de Angola ("Giraffa giraffa angolensis"). Resulta más proporcionada. Nació en 2014, pero su particular tamaño no destacó hasta el año 2018, cuando estaba cerca de la edad adulta. La llamaron Nigel.

¿Por qué son tan extrañas?

El enanismo en animales salvajes en libertad es poco conocido. Quizás porque no llegan a edad adulta. De hecho, era la primera vez que se documentaba en jirafas. Sin embargo, en humanos, la displastia esquelética más frecuente (la acondroplasia) es un trastorno genético que provoca enanismo y se presenta en uno de cada 25.000 nacimientos (sin grandes diferencias por etnias o continentes).

Foto: En algunos hoteles es posible compartir el desayuno con las jirafas

Las personas afectadas por acondroplasia tienen la parte central del cuerpo relativamente largo, en relación con los brazos y piernas más cortas de lo normal. Para un animal, especialmente para una jirafa, que se defiende de los depredadores a patadas, esta característica puede ser una sentencia de muerte.

Sin embargo, Gimli y Nigel sobrevivieron al crucial primer año de vida y traen de cabeza a los científicos: ¿puede estar acelerándose la desaparición de las jirafas? ¿Pueden ser el resultado de la creciente endogamia entre estos animales? En teoría, al vivir a más de 3.000 kilómetros, es improbable que compartan antepasados comunes.

Las jirafas, en peligro

Sin embargo, la endogamia podría ser un peligro añadido para estos animales, que se enfrentan a la extinción. De hecho, quedan menos ejemplares en libertad que elefantes africanos. En los últimos 30 años, la población de jirafas ha disminuido drásticamente en un 40 por ciento.

Si cada vez hay menos jirafas, se producirá la endogamia y variaciones genéticas

Se calcula que hay hasta ocho especies distintas de jirafas y unas siete más ya extintas. La disminución de las poblaciones puede provocar el apareamiento entre ejemplares estrechamente relacionados. Si la endogamia persiste, puede provocar variaciones genéticas dañinas, algunas recesivas, como la displasia esquelética.

Las dos jirafas enanas son de especies distintas, además se da la circunstancia de que ambas son machos. ¿Significa esto que las hembras son menos propicias a sufrir la enfermedad? Aun les queda muchos enigmas que resolver.

Los autores del estudio, los investigadores Michael Butler y Emma Wells, de la Fundación para la Conservación de las Jirafas, han tardado años en comprobar que estas dos pequeñas jirafas sufrían displasias esqueléticas, un trastorno cartilaginoso o esquelético que da como resultado un desarrollo óseo anormal. Las crías de jirafa maduran por completo entre los tres y los seis años de edad y alcanzan una altura de entre 4,6 a 6,1 metros. Sin embargo, "nuestras protagonistas" son mucho más pequeñas.

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