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Fiebre alta y desmayos: primeros efectos en los voluntarios de los ensayos de las vacunas
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Fiebre alta y desmayos: primeros efectos en los voluntarios de los ensayos de las vacunas

En la carrera para conseguir la dosis, hay 4 estudios a la cabeza: dos en China, uno en EEUU y otro de UK. Además de una investigación paralela en Rusia. Ya han trascendido los primeros resultados

Foto: Muestra de plasma extraído de pacientes que se recuperaron de coronavirus. (EFE)
Muestra de plasma extraído de pacientes que se recuperaron de coronavirus. (EFE)

En la carrera por conseguir la vacuna contra el nuevo coronavirus, algunos países ya han pasado a la tercera fase de pruebas clínicas, la final, en la que prueban las dosis en candidatos voluntarios y estudian los resultados. Se trata, por ejemplo, de la desarrollada por el Centro de Investigación de Vacunas de EEUU y la compañía Moderna, con sede en Cambridge (Massachusetts). Pero no es la única candidata a ocupar el primer puesto: en Rusia, la Universidad de Séchenov (Moscú) ya ha comenzado los ensayos en militares voluntarios. De hecho, ya han trascendido los primeros resultados de los ensayos.

Uno de los voluntarios en el ensayo de la compañía Moderna, un joven de 29 años llamado Ian Haydon, de Seattle, ha sufrido una reacción adversa a la dosis. Según cuenta el diario médico 'STAT', 12 horas después de recibir la segunda dosis, Haydon desarrollo fiebre alta, por encima de los 39,5º, y tuvo que acudir a un centro médico. Tras ser dado de alta en Urgencias, se fue a su casa, donde se desmayó.

Foto: Ian Haydon. (Cedida)

"Entiendo que compartir mi historia va a ser aterrador para algunas personas", ha expresado a las cadenas de televisión CNN y CNBC, y añade: "Espero que no genere ningún tipo de antagonismo hacia las vacunas en general o incluso hacia esta vacuna".

Además, explica que ha querido narrar su primera experiencia con la intención de que "contrarreste la desesperación que algunas personas sienten por lanzar una vacuna al mercado, independientemente de las consecuencias". "Hay que encontrar una dosis que haga que el cuerpo produzca anticuerpos, pero que no provoque demasiados efectos secundarios", concluye el joven.

Hay que encontrar una dosis que haga que el cuerpo produzca anticuerpos, pero sin provocar demasiados efectos secundarios

En el caso de las pruebas realizadas en Rusia, que comenzaron el pasado 18 de junio, la universidad ha publicado un informe en el que cuenta cómo un segundo grupo de 20 personas ya ha recibido la inyección del medicamento en el Centro Científico y Práctico de Cardioangiología Intervencionista, que forma parte del Centro Clínico de Séchenov.

Los primeros voluntarios experimentaron un ligero aumento de la temperatura y dolor de cabeza en las horas siguientes a la toma. Sin embargo, según apunta la investigación, los síntomas se detuvieron en un día.

Foto: Una científica brasileña trabaja en el laboratorio de Inmunología del Instituto del Corazón (Incor) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo. (EFE)

"La respuesta a la vacuna contra la infección por coronavirus fue estándar, típica para otros tipos de inyecciones. Ahora, todos los participantes en el estudio están bien. Se cumplen todos los requisitos para continuar", apunta Elena Smolyarchuk, investigadora principal, directora del Centro de Estudio Clínico de Medicamentos de la universidad.

Smolyarchuk agrega que "el desarrollador del medicamento será quien juzgará la efectividad de la vacuna y, después de las conclusiones finales del estudio, realizará pruebas inmunológicas de laboratorio y dará una respuesta completa".

Rusia está trabajando para conseguir una forma liofilizada de la vacuna en forma de polvo para la preparación de una solución

Las personas que ya han recibido las dosis están en habitaciones de una o dos camas dentro del propio centro y en contacto constante con los investigadores médicos que están llevando a cabo el estudio. Si fuera necesario, según apunta el centro, disponen incluso de apoyo psicológico.

Rusia está trabajando para conseguir una dosis liofilizada (proceso de deshidratación) de la vacuna en forma de polvo para la preparación de una solución y la posterior inyección intramuscular.

Foto: Luis Enjuanes, en su laboratorio. (EFE)

En el caso de Moderna, tras los "resultados del estudio en la fase 1", se eligió el nivel de dosis de "100 microgramos (μg) como el nivel óptimo para maximizar la respuesta inmune mientras se minimizan las reacciones adversas", según anunció la semana pasada la biotecnológica. También, señaló que todos los participantes serán monitorizados durante al menos 12 meses.

En la carrera por conseguir la vacuna contra el nuevo coronavirus, algunos países ya han pasado a la tercera fase de pruebas clínicas, la final, en la que prueban las dosis en candidatos voluntarios y estudian los resultados. Se trata, por ejemplo, de la desarrollada por el Centro de Investigación de Vacunas de EEUU y la compañía Moderna, con sede en Cambridge (Massachusetts). Pero no es la única candidata a ocupar el primer puesto: en Rusia, la Universidad de Séchenov (Moscú) ya ha comenzado los ensayos en militares voluntarios. De hecho, ya han trascendido los primeros resultados de los ensayos.

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