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Ingenieros y médicos de todo el mundo, movilizados por un respirador 'low cost'
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PROYECTOS 'POR SI TODO LO DEMÁS SALE MAL'

Ingenieros y médicos de todo el mundo, movilizados por un respirador 'low cost'

Varios grupos diseñan a toda prisa opciones para paliar la escasez de estos dispositivos por culpa del Covid-19

Foto: Uno de los modelos de respirador barato que se barajan (Rice University)
Uno de los modelos de respirador barato que se barajan (Rice University)

Si en algún momento se pregunta qué pasará durante la próxima semana de la cuarentena, mire a Italia. La curva de infectados en España sigue una trayectoria paralela a la de Italia con siete u ocho días de retraso. Por tanto, lo que hoy ocupa las portadas de La Stampa o Il Corriere, lo verán aquí el próximo lunes.

Y lo que viene de nuestros vecinos del Mediterráneo no es alentador. El término de moda en el norte de Italia es triaje. Se trata de, en un escenario de sanidad saturada, escoger cuáles de los nuevos pacientes deben ser tratados antes que los otros. El triaje, que en situaciones normales no es más que un protocolo de intervención, en esta crisis significa que a cientos de personas se las dejará morir. Esta es la medida que están a punto de aprobar en Turín, que excluiría de los cuidados intensivos a los contagiados de más de 80 años, cuya tasa de recuperación es mucho menor que la del resto de pacientes.

La saturación de los servicios sanitarios no viene tanto por la escasez de camas o recursos humanos, que se pueden escalar rápidamente, sino por la de respiradores artificiales. Son máquinas que ayudan a los pacientes a llevar oxígeno a la sangre cuando sus pulmones no son capaces de hacerlo. Son caras (en torno a 20.000 euros la unidad), complejas y multidisciplinares: tiene una parte mecánica, otra electrónica y una tercera variante química, de intercambio de gases, y todas han de ser supervisadas y homologadas por las autoridades médicas.

Los datos del coronavirus nos muestran que en torno a un 20% de los infectados necesitan respiración mecánica durante varios días. Esto ha generado una escasez de este tipo de dispositivos a nivel mundial. China tuvo que construirlos contrarreloj, porque tienen la capacidad, y ha donado su excedente a Italia. Alemania, el principal fabricante a nivel europeo, ha prohibido las exportaciones del producto en previsión de una escalada de contagios locales. Italia, además de la ayuda china, tiene las fábricas produciendo al triple de su capacidad y ni aún así da abasto. Y por último tenemos a España, que ni tiene fabricantes de estos productos, ni encuentra unidades a la venta en el mercado, por lo que ha ordenado que todas las empresas y particulares que dispongan de respiradores, deben comunicárselo inmediatamente al Gobierno.

Cientos de equipos trabajan las 24 horas para encontrar un dispositivo barato y rápido de fabricar

Pero los gobiernos no están solos en esta carrera. La sociedad civil ha comenzado a moverse, proponiendo ideas o simplemente poniendo su conocimiento a disposición de un proyecto. En estos momentos hay dos tipos de trabajos: los que están intentando actualizar respiradores antiguos -especialmente los que usan las personas con apnea del sueño- para dotarles de las funciones necesarias y los que buscan la creación de un nuevo respirador, más fácil y barato de fabricar, que al menos sirva para salir al paso. En esta lucha contra el reloj se encuentran miles de ingenieros, médicos, enfermeros, químicos, biólogos y farmacéuticos, que trabajan sin remuneración y sin horario, agrupados espontáneamente, para tener al menos una última opción: son el 'Club del Fin del Mundo' en formato hackathón.

"Medio millón de contagiados en España a finales de marzo, ese es el escenario en el que nuestros dispositivos tendrían que entrar en juego. Sinceramente, espero que no hagamos falta", dice el zaragozano David Cuartielles, confundador de la plataforma Arduino e implicado en el grupo Open Source Ventilation Project. Atiende a este periódico recogiendo su despacho en la Universidad de Mälmo, que ha sido cerrada por el virus. "Desde que abrimos el grupo, hace tres días, está siendo una locura. La gente está en casa, se frustra, y muchos nos escriben ofreciendo ayuda. Solo canalizar las nuevas peticiones ya nos tiene desbordados", explica el ingeniero, que la pasada noche solo ha dormido cuatro horas debido a los intensos debates que se generan en el foro: "Las conversaciones se alargaron hasta altas horas, pero parece que ya tenemos un modelo sobre el que trabajar", dice.

Este grupo se ha decantado por circuito Jackson-Rees, un modelo sencillísimo que tiene un problema: se necesita de una persona activándolo manualmente. Esto lo hace apto para traslados de urgencia o anestesia en niños, pero no para pacientes que van a permanecer ingresados una media de diez días. "Nuestra idea es modificar este respirador para automatizarlo y que un solo enfermero pueda controlar cinco pacientes a la vez", dice Cuartielles.

El grupo espera empezar a elaborar prototipos en los próximos días, pero llaman a la calma: "En el mejor de los escenarios, este respirador estaría disponible en semanas o meses, los dispositivos médicos no son cualquier cosa, no puede haber el más mínimo fallo", dice.

Europa ofrece 164 millones en financiación para los mejores proyectos contra el Covid-19

El grupo que más rápido avanza, y el más numeroso, es Helpful Engineer, que en apenas cinco días ya ha elaborado un documento de 48 páginas detallando exactamente lo que quieren conseguir. A diferencia de otras iniciativas de menor tamaño, cuentan con personal médico que les asesora constantemente y han puesto el listón más alto: aspiran a bajar los costes de los respiradores profesionales a base del examen crítico de sus procesos de fabricación.

Los Estados no desdeñan que por estas vías pueda venir la solución. De hecho, España anunció una línea de financiación de 140 millones de euros para contratar personal, pero también para "iniciativas sobre la investigación de vacunas, diagnóstico y tratamiento" del coronavirus, al tiempo que la Unión Europea ha activado un fondo para pymes de 164 millones que caduca el día 18 de este mes.

Si en algún momento se pregunta qué pasará durante la próxima semana de la cuarentena, mire a Italia. La curva de infectados en España sigue una trayectoria paralela a la de Italia con siete u ocho días de retraso. Por tanto, lo que hoy ocupa las portadas de La Stampa o Il Corriere, lo verán aquí el próximo lunes.