Descubierta la primera trampa para mamuts hecha por el hombre

Arqueólogos mexicanos han realizado el mayor descubrimiento de restos de mamuts de la historia, más de 800 huesos de unos 14 animales, lo que sugiere que estamos ante la primera trampa de humanos para la caza de estos herbívoros.

En un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), se explica que el descubrimiento, localizado en San Antonio Xahuento, Tultepec, al norte de Ciudad de México (México), "es el hallazgo más grande de su tipo jamás hecho".

TE PUEDE INTERESAR

Científicos japoneses reviven las células de un mamut que vivió hace 28.000 años

O. Rodríguez

Según esta institución, se han descubierto 824 huesos, que podrían pertenecer a al menos 14 mamuts y que podrían datar de hace unos 15.000 años, cifra aún no confirmada porque todavía no se les ha hecho la prueba del carbono catorce. Los huesos de los mamuts se encontraron de forma casual, cuando el ayuntamiento de Tultepec inició la construcción de una nueva celda para almacenar la basura.

Unos 15.000 años

Llama la atención, sobre todo, que esta concentración de huesos responde a la primera trampa construida por humanos para la captura de estos animales gigantes. Las trampas descubiertas tienen un metro setenta de profundidad y 25 metros de diámetro y fueron usadas, según los arqueólogos, durante cinco siglos.

Gran organización de los cazadores: ubicaban los sitios, cavaban las trampas y luego descuartizaban a los mamuts

"Hay muchos sitios así en Europa y en Siberia, pero los autores hablan de trampas naturales, no excavadas. Por eso, esto es importante. Porque está hablando de la organización de los cazadores recolectores, primero para ubicar los sitios, luego para cavar las trampas y luego para descuartizar a los mamuts", ha explicado a Phys.org Luis Córdoba, de la dirección de salvamento arqueológico del INAH.

Las trampas de Tultepec fueron excavadas en la arcilla del fondo del lago de Xaltocan, cuando su nivel descendió y dejó expuestas grandes llanuras. Tras construir una trampa, un grupo de entre 20 y 30 cazadores azuzaba a la manada de mamuts con antorchas y ramas, luego separaban a un ejemplar y lo conducían a la trampa, rematándolo desde fuera, según explica el INAH.