"Tomar clorito de sodio cura el autismo": veto a los charlatanes de la química milagrosa

"Ingerir clorito de sodio cura el autismo". Esta es la hipótesis que pretende defender este domingo en Zaragoza la asociación Scsinfo Autism España, en colaboración con Dulce Revolución, después de que la conferencia 'El autismo es recuperable' fuera vetada en Lleida. No lo tendrá fácil, en tanto que la Confederación Autismo España ya trabaja con el Gobierno de Aragón para evitar la celebración del acto 'Enfermedades raras y autismo'.

"El objetivo de este evento no es otro que divulgar contenidos totalmente contrarios a la evidencia científica", denuncia la organización, que llevó a cabo un "intenso trabajo de documentación y comunicación" junto a la Asociación Española de Profesionales de Autismo (Aetapi) y dos entidades socias, la Federació Autisme Catalunya y la Federació Catalana d'Autisme, para impedir el primer intento en tierras catalanas y otra conferencia de características similares que iba a tener lugar en Barcelona, tal y como informó el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.

Pero ahora, según denuncia Autismo España, los organizadores del evento han decidido trasladarlo a Zaragoza bajo un título más genérico. Por ello, la organización manifiesta una vez más "su absoluto rechazo a aquellas intervenciones que no solo no disponen de una evidencia contrastada, sino que pueden suponer un importante riesgo para las personas con TEA" y se comunica "de manera directa y por diferentes vías" con las autoridades aragonesas.

Tal y como recuerdan, el autismo es un trastorno de base neurobiológica que, a día de hoy, no tiene cura, por lo que los únicos abordajes e intervenciones recomendados a nivel nacional e internacional para el tratamiento son de carácter psicoeducativo, orientados a potenciar puntos fuertes y a proporcionar apoyos que favorezcan el desarrollo personal, la inclusión social y la calidad de vida de las personas con TEA y de sus familias.

Un blanqueante de papel nocivo

El clorito de sodio es un producto utilizado frecuentemente por la industria química para blanquear el papel y las fibras textiles. Su ingesta en grandes cantidades está considerada nociva, de acuerdo al reglamento europeo sobre la clasificación de sustancias y mezclas, si bien no debe confundirse con el hipoclorito sódico, componente activo de la lejía. "Cuando se consume siguiendo las instrucciones dadas por sus defensores, produce efectos adversos que pueden ser graves", asegura Autismo España.

Desde la federación, remiten a la orden emitida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que declaró este producto medicamento ilegal y ordenó su retirada del mercado. A este respecto, recuerdan que la intervención dirigida a las personas con TEA "debe estar siempre basada" en la evidencia, y conjugar el conocimiento científico con la experiencia y el consenso profesional, así como con los intereses y derechos de las propias personas con este tipo de trastorno y sus familias.

El Instituto de Investigación de Enfermedades Raras, perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, también emitió en 2016, a petición de la Aetapi, un informe sobre el clorito de sodio, que de nuevo rechazó su uso para el tratamiento de personas con autismo, advirtiendo de que el supuesto uso terapéutico del MMS se justifica en que sus defensores consideran la TEA una "parasitosis intestinal", por lo que, acabando con estos parásitos, mejorarían las capacidades personales.

Asociaciones como Feder o el Colegio de Médicos de Zaragoza se han opuesto también a la celebración de eventos pseudocientíficos de este tipo, alegando que los conferenciantes, "no siendo profesionales médicos, presuntamente difunden prácticas sin una base científica sostenible, incurren en intrusismo y pueden suponer un peligro para la salud pública". "Por todo ello, desde Autismo España se va a seguir trabajando e interviniendo siempre que sea necesario para impedir que se promuevan y divulguen supuestas terapias que prometan la mejora o curación del autismo y que puedan poner en grave riesgo la salud de las personas con TEA", concluyen.