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Pescado blanco, dinero negro: así sirven los paraísos fiscales para expoliar los océanos
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belize y panamá copan las banderas de pesqueros ilegales

Pescado blanco, dinero negro: así sirven los paraísos fiscales para expoliar los océanos

Siete de cada diez barcos perseguidos por pesca ilegal tienen o han tenido la bandera de un paraíso fiscal, sobre todo Panamá y Belize. Muchos de estos barcos salieron de España

Foto: Indonesia hundió 17 barcos pesqueros ilegales en sus aguas el año pasado (Reuters)
Indonesia hundió 17 barcos pesqueros ilegales en sus aguas el año pasado (Reuters)

El Alborán II es un pesquero de arrastre con una historia bastante curiosa que comienza y termina en la península Ibérica.

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La foto data de agosto de 2007 y el barco estaba atracado en el puerto escocés de Ullapool, un caladero no muy conocido salvo para los pescadores de arenque. Para entonces, el pesquero se llamaba Enxembre y, una semana antes, Atalaya. El viejo jabeguero había sido ensamblado muchos años antes, en 1974, en la metalúrgica Duro Felguera de Gijón.

Como todos los barcos, éste tuvo muchos nombres y dueños en el pasado, pero aún le quedarían dos más: White Enterprise y Alborán II. Si tenemos fotos del barco fue por un motín, protagonizado por la tripulación de seis indonesios y un chileno, que alertaron a la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte de que los patrones españoles del barco no les habían pagado y amenazaban con salir de nuevo a faenar contra la voluntad de los trabajadores.

Foto: Pesca de merluza negra en la Antártida en el 'Kunlun', un buque de los Vidal, fotografiada por una patrullera de Nueva Zelanda.

Tras este incidente, el barco fue vendido a Redfin Investments, una empresa recién fundada con sede en Panamá que rápidamente puso al barco un nuevo nombre y una bandera de San Cristóbal y Nieves. Meses más tarde llegaría su última denominación conocida, el Alborán II con bandera panameña. El barco está oficialmente desaparecido (técnicamente, decomisado o perdido) desde 2008, cuando al parecer se hundió cerca de las Azores.

Sin embargo, un año más tarde, el 31 de marzo de 2009, el arrastrador apareció atracado en el puerto de Gibraltar. Nadie sabe si realmente se ha hundido o si sigue circumnavegando el mundo haciendo capturas ilegales. El Alborán II es sólo un ejemplo más en la lista de Buques Involucrados en Actividades de Pesca Ilegal, No declarada y No reglamentada de Naciones Unidas.

Ahora, un nuevo estudio publicado en 'Nature Ecology & Evolution' ha mostrado de lo del pesquero de origen español y destino incierto no es una excepción aislada. Un 4% de todos los barcos tienen bandera de un paraíso fiscal, sin embargo, de los 209 barcos que están siendo perseguidos globalmente por pesca ilegal, el 70% llevan la enseña de un 'tax haven' según datos de Interpol.

"Las subvenciones a los propietarios de los buques en los países desarrollados y una falta de voluntad política para reducir las flotas pesqueras nos han llevado a un exceso de capacidad", explica a Teknautas Jean-Baptiste Jouffray, investigador en la Universidad de Estocolmo y uno de los autores del estudio. Al tener demasiados barcos y pocos peces en la costa, "estas áreas se vuelven sobrexplotadas y estos barcos se desplazan a alta mar y a aguas de terceros países, habitualmente en desarrollo".

Estas son las zonas calientes o 'hotspots' para los buques que persigue Interpol, "pero estas zonas cambian dependiendo de la disponibilidad de bancos de pesca y el tipo de medidas legales locales y regionales", dice Jouffray.

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Belize y Panamá son, precisamente, las dos banderas que más se repiten entre los barcos que hacen pesca ilegal por el mundo.

"Ambos son conocidos como 'pabellones de conveniencia', son países que ofrecen su bandera a los dueños de barcos y de los que éstos pueden esperar mecanismos sancionadores inexistentes o limitados si se les identifica violando la ley internacional", explica el investigador.

placeholder El aspecto del Furabolos (Hmacoa / MarineTraffic.com)
El aspecto del Furabolos (Hmacoa / MarineTraffic.com)

Un ejemplo de estas prácticas es el Florentino, un pesquero de manufactura gallega (fue construido en los armadores del Grupo Tomás Alonso en Vigo) y bandera ecuatoriana, pero que antes ha lucido también las de Belize, Panamá, Kiribati, Venezuela, Micronesia, Francia o Seychelles. O el Eros Dos, antes Furabolos, al que se daba por desaparecido desde 2008 pero encontraron un año más tarde atracado en el puerto coruñés de Riveira.

¿Casualidad? Nunca

Riveira era precisamente la sede de Vidal Armadores, la empresa familiar que hoy es paradigma de estas prácticas malignas.

La compañía gallega utilizó, durante una década, empresas pantalla en Panamá, Uruguay, Corea del Norte o Sierra Leona. Estos intermediarios, como la ya citada Redfin Investments (en inglés, 'redfin' es el nombre común de la perca de río) cambiaban al barco de nombre, color, indicativo de la emisora y, por supuesto, de bandera. "El uso combinado de paraísos fiscales y banderas de conveniencia reduce los riesgos y los costes si estos barcos son interceptados", explican estos científicos.

placeholder El 'Kunlun', uno de los barcos de Vidal Armadores (Interpol)
El 'Kunlun', uno de los barcos de Vidal Armadores (Interpol)

El estudio de estos científicos de la universidad sueca es el primero que trata de cuantificar el daño que los paraísos fiscales pueden acabar causando a los ecosistemas, no tanto directamente pero sí por delegación. Permitiendo que barcos y empresas pantallas radicadas en su territorio expolien el mar sin pagar las consecuencias, como hicieron los Vidal.

"Por ejemplo, Mongolia", un país que aparecía en aquella lista de 19 paraísos fiscales (luego reducida a siete) que publicó la Unión Europea. "Mongolia tiene uno de los registros de barcos más grandes del mundo", dice Jouffray. "Sin embargo, no tiene un solo kilómetro de costa".

El Alborán II es un pesquero de arrastre con una historia bastante curiosa que comienza y termina en la península Ibérica.

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