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Científicos británicos inventan un 'CSI' para acabar con el comercio ilegal de animales
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UN DETECTOR DE HUELLAS CON LOS PANGOLINES

Científicos británicos inventan un 'CSI' para acabar con el comercio ilegal de animales

Varios científicos de la Universidad de Porstmouth han ideado un 'CSI' para el control de animales. Y lo han probado por primera vez con el pangolín

Foto: Este es el pangolín, el mamífero más robado del mundo. (Reuters)
Este es el pangolín, el mamífero más robado del mundo. (Reuters)

El pangolín es, posiblemente, un animal del que nunca has oído hablar, pero que puede servir para acabar -al menos, en parte- con el tráfico de especies. Según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), se trata de la especie animal en peligro de extinción por ser la más traficada del mundo. Pero, ahora, científicos de la Universidad de Portsmouth han ideado un sistema para acabar con sus captores.

Según la información de CITES, la población de pangolines en todo el mundo ha descendido un 80 por ciento en los últimos 20 años, en lo que se calcula que son robados unos 300 animales por días. ¿La razón? El cuerpo de este pequeño animal. Su carne está considerada en el mundo asiático como un manjar y, por si fuera poco, sus escamas están hechas de queratina que, como en el caso del cuerno del rinoceronte o la piel de la ballena, se utilizan para medicinas y ungüentos tradicionales.

Foto: Lince ibérico fotografiado por los Agents Rurals de la Generalitat en el área metropolitana de Barcelona. Se trata de Litio, un ejemplar liberado en Portugal. (Departament de Territori y Sostenibilitat)

Ambas razones provocan que el pangolín haya pasado a ser el animal con el que más se trafica del mundo, y los expertos han decidido poner una solución. Varios científicos de la Universidad de Porstmouth han ideado un 'CSI' para el control de animales. O, mejor dicho, para poder monitorizar qué personas han tenido contacto físico con los animales. A través de un simple control de huellas dactilares ya se puede saber quién ha manipulado a un animal de una especie en peligro de extinción.

Como si se tratara de un análisis en una escena del crimen, los investigadores tuvieron acceso a cinco pangolines sobre los que aplicaron técnicas experimentales para conocer si era posible el reconocimiento de algunas de las huellas dactilares. Se aplicó un molde de gelatina sobre algunas de las partes del cuerpo del animal, se le retiró y fue escaneado a través de un sistema especial, mediante el cual pudieron detectar más de 100 huellas dactilares en estos cinco pequeños mamíferos.

Es necesario recordar que la huella de una persona es única y que no existen dos iguales en el mundo. La forma de los surcos de nuestros dedos, los aminoácidos que desprendemos, el sudor y los aceites naturales que posee nuestra piel hacen que la huella sea un registro personal que nos distingue fácilmente. Y, con esta información, es fácil cruzarla con una base de datos para saber qué personas son las últimas que han tenido entre sus manos a un animal protegido.

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"Lo que hemos conseguido es crear un método rápido, fácil y útil para la investigación de delitos contra la vida silvestre, con el objetivo de poder ayudar a proteger a estos mamíferos que se encuentran en peligro crítico. Es otra herramienta que podemos usar para combatir la caza furtiva y el tráfico de animales salvajes", aseguró el doctor Nicholas Pamment, el encargado de dirigir la Unidad de delitos contra la vida silvestre de la Universidad de Portsmouth.

Tras las primeras pruebas más que exitosas, esta técnica innovadora se va a poner a la práctica en la realidad. En concreto, los expertos han creado una serie de moldes de gelatina que han sido distribuidos entre los guardabosques de Kenia y de Camerún, dos de los lugares donde más pangolines han sido capturados de manera ilegal en los últimos años. El control de población del mamífero más robado del mundo ha pasado a ser vital: los traficantes ya no lo tendrán tan fácil.

El pangolín es, posiblemente, un animal del que nunca has oído hablar, pero que puede servir para acabar -al menos, en parte- con el tráfico de especies. Según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), se trata de la especie animal en peligro de extinción por ser la más traficada del mundo. Pero, ahora, científicos de la Universidad de Portsmouth han ideado un sistema para acabar con sus captores.

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