Científicos logran eliminar por primera vez fallos genéticos en embriones humanos
Científicos logran eliminar una enfermedad hereditaria modificando los genes de un embrión. ¿Debemos temer por el futuro de la especie humana ya? Lea esto antes de contestar
Un grupo de científicos ha logrado modificar el ADN de un embrión humano para eliminar una mutación genética que provoca una enfermedad hereditaria llamada cardiomiopatía hipertrófica, una patología del músculo cardiaco que afecta a una de cada 500 personas y puede provocar fallo cardiaco o muerte súbita.
Tras comprobar que la modificación fue exitosa y se pudo realizar con seguridad, lo que significa que los embriones eran viables y podrían haber llegado a ser implantados en un útero, los científicos interrumpieron su desarrollo pocos días más tarde, según se recoge en el estudio liderado por Shoukhrat Mitalipov publicado hoy en 'Nature'.
De haber nacido, "cada generación llevaría esta reparación porque hemos eliminado la variante del gen que causa la enfermedad del linaje de esa familia", dice Mitalipov, director del Centro de Terapia Génica de la Universidad de Ciencia y Salud de Oregón. "Usando esta técnica, es posible reducir la carga de esta enfermedad hereditaria en una familia y, eventualmente, en la población humana".
En el trabajo han participado instituciones chinas, surcoreanas y estadounidenses, incluido el equipo de Juan Carlos Izpisúa Belmonte en el Instituto Salk, aunque su aportación, según han detallado, ha sido exclusivamente de asesoría en la parte más técnica del trabajo.
¿Es la primera vez que se hace?
No. En abril de 2015, investigadores de la universidad china de Guangzhou publicaron en la revista Protein & Cell un estudio en el que empleaban la técnica CRISPR/Cas9. Esta proteína se inserta en el genoma del embrión y puede programarse para reemplazar un gen problemático. Sin embargo, para este trabajo, Junjiu Huang y sus compañeros emplearon embriones que nunca podrían resultar en el nacimiento de un ser vivo, recogidos en varias clínicas de fertilidad locales.
No es la primera vez que se editan embriones con CRISPR, aunque sí la primera vez que se realiza con embriones viables
En 2016, Yong Fan, también de Guangzhou, y sus compañeros repitieron este proceso con la idea de crear embriones humanos que fueran resistentes a infectarse con VIH. El trabajo, de nuevo realizado con embriones no-viables, apareció en el Journal of Assisted Reproduction and Genetics.
En ese sentido, el trabajo de Mitalipov -primera persona en lograr clonar embriones de primates- es continuista, aunque la inclusión de embriones viables representa un enorme salto hacia delante.
¿Por qué es tan importante este nuevo trabajo?
Una vez este trabajo ha sido publicado en detalle, cualquier otro investigador tiene en sus manos el recetario para modificar embriones humanos.
Estos científicos tomaron ovocitos, la célula inmadura que precede al óvulo, de donantes sanos y los fertilizaron con esperma de personas portadoras de la mutación MYBPC3. Estas personas tienen dos copias del mismo gen, una mutada y capaz de producir enfermedad, y otra sin mutar. Mitalipov y sus compañeros emplearon la herramienta CRISPR/Cas9 para hacer un corte justo en el gen y observar cómo, dos de cada tres veces, el gen mutante era sustituido por su versión sin mutación. Por tanto, tras la intervención, embriones sacados de personas que contenían en sus genes la posibilidad de desarrollar cardiomiopatía hipertrófica estaban libres de la enfermedad.
Además, la forma de tratar el problema eliminaba la posibilidad del mosaicismo, un problema que los investigadores chinos habían sufrido a menudo en sus intentos de aplicar el CRISPR a los embriones humanos.
En resumen, cuando el CRISPR/Cas9 es aplicado en el ovocito al mismo tiempo que el esperma, funciona.
¿Es ético todo esto?
La investigación con embriones es legal en Estados Unidos, y solamente su financiación con dinero público está sujeta a ciertas restricciones. La contienda en este momento se está dirimiendo sobre todo en el terreno ético, no en el legal. Aunque el trabajo es consistente con las recomendaciones éticas lanzadas este año por la Academia Nacional de Ciencias estadounidense, es el siguiente paso lo que genera muchas dudas.
Fredrick Lanner, investigador del Instituto Karolinska, comenta al respecto que "estos avances nos han llevado a preguntar si esta técnica será usada en el futuro para tratar o prevenir las enfermedades". Por ejemplo, en cáncer se está estudiando la inmunoterapia, que no es otra cosa que editar nuestros glóbulos blancos para que ataquen células tumorales específicas. La clave, en este caso, es "¿qué conocimiento científico extra sería necesario para alcanzar la etapa de que esta aproximación al problema sea implementada en la clínica?", se pregunta Lanner.
El español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, profesor en el Laboratorio de Expresión Génica del Salk explica que "gracias a los avances en la tecnología de células madre y la edición de genes, estamos finalmente empezando a tratar mutaciones causantes de enfermedades que afectan potencialmente a millones de personas", dice, añadiendo que "la edición de genes todavía está en pañales, por lo que incluso aunque este esfuerzo preliminar haya resultado ser seguro y efectivo, es crucial que sigamos actuando con la máxima cautela y prestando toda nuestra atención a las consideraciones éticas".
Otro de los co-autores, el surcoreano Jin-Soo Kim, del Instituto de Ciencia Básica, coincide en que "la investigación con embriones humanos ha sido un asunto muy sensible, y la aplicación de esta tecnología a la práctica clínica en el futuro requerirá no sólo de más investigación, sino de un consenso social".
¿Quién se va a hacer rico con esto?
Una de las partes más interesantes de un estudio así está al final, justo después de los resultados. En el caso de este revolucionario estudio, tanto Shoukhrat Mitalipov como Jin-Soo Kim declaran tener intereses financieros en empresas que, a buen seguro, serán de las primeras en capitalizar los prometedores resultados aparecidos en 'Nature'.
El surcoreano es co-fundador y accionista de ToolGen mientras que Mitalipov es fundador de dos empresas: M1, una spin-off con participación de la universidad de Oregon donde trabaja, y MitoGenome Therapeutics. Esta última empresa tiene una historia interesante, ya que en 2015 Mitalipov la fundó junto a Woo Suk Hwang, conocido por haber protagonizado uno de los mayores fraudes de la historia de la ciencia moderna. En 2006, Hwang tuvo que retirar dos estudios de 'Science' en los que aseguraba haber usado la técnica de la oveja Dolly para clonar embriones humanos. Posteriormente fue expulsado de su puesto en la Universidad Nacional de Seúl y acusado de varios cargos, como malgastar fondos de investigación o violar leyes éticas. La tercera pata de Mitogenomics es el chino Xiaochun Xu, consejero delegado de la empresa china Boyalife, dedicada a la medicina regenerativa.
Un científico pionero, un tramposo en busca de una segunda oportunidad y un magnate chino en poder de una herramienta capaz de cambiar el futuro de la humanidad. Permanezcan atentos a sus pantallas.
Un grupo de científicos ha logrado modificar el ADN de un embrión humano para eliminar una mutación genética que provoca una enfermedad hereditaria llamada cardiomiopatía hipertrófica, una patología del músculo cardiaco que afecta a una de cada 500 personas y puede provocar fallo cardiaco o muerte súbita.