Por qué la Europol quiere que WhatsApp acabe con el cifrado de extremo a extremo

• Por qué el cifrado de WhatsApp es tan importante (y qué implica para ti)
• España quiere prohibir el cifrado de extremo a extremo, y es un plan muy preocupante

WhatsApp tomó una decisión clave en materia de ciberseguridad en abril de 2016. Hablamos, cómo no, de la integración del cifrado de extremo a extremo en su plataforma de mensajería instantánea. Esta tecnología se basa en la utilización de un algoritmo que transforma los caracteres de texto en un formato no legible. A diferencia del conocido como “cifrado en tránsito”, el proceso se realiza en el dispositivo de origen, es decir, en aquel a través del cual se envía el mensaje.

Posteriormente, para que el receptor pueda descifrar y leer el mensaje, es necesario que su terminal cuente con una clave de descifrado única. Esto impide que, entre medias, cualquier persona malintencionada pueda tener acceso a la conversación. Incluida la propia WhatsApp, que desde 2014 pertenece a Meta (por aquel entonces, Facebook). Este es el motivo por el que la Oficina Europea de Policía (Europol) quiere acabar con él.

Sin embargo, la Interpol no es el primer organismo internacional que se ha manifestado contra el cifrado de extremo a extremo de WhatsApp y que ha tratado de prohibirlo. En 2022, la Comisión Europea, a través de una propuesta impulsada por Ylva Johanson, comisaria de Asuntos de Interior de la Unión Europea, presentó un proyecto con este propósito. Sin embargo, el Parlamento Europeo lo desestimó.

Conviene recordar que, en aquella ocasión, España fue el país que más enérgicamente se manifestó contra el cifrado de extremo a extremo. No solo de WhatsApp, sino también del resto de plataformas de mensajería que lo utilizan. Sin embargo, el punto de vista de los expertos en ciberseguridad, que afirmaban que la medida podría ser contraproducente, acabó por detener la prohibición.

El motivo

A través de un comunicado oficial, la Europol asegura que el cifrado de extremo a extremo “impide combatir crímenes de alto impacto”, lo que supone “una profunda preocupación”. Además, hace hincapié en que “este mecanismo de privacidad está socavando nuestras capacidades para garantizar la seguridad de los ciudadanos”, por lo que urge a las autoridades a que “tomen medidas urgentes”.

La actual directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, va todavía más allá al afirmar que “nuestros hogares se están tornando más peligrosos que las propias calles” y que “las empresas de tecnología tienen la responsabilidad social de crear un entorno más seguro garantizando que las fuerzas del orden y la justicia puedan hacer su trabajo con normalidad”. También insta a los gobiernos a “establecer marcos regulatorios que nos brinden acceso a la información que necesitamos”.

Lo curioso del asunto es que esta declaración de Interpol ha llegado después de que Meta anunciase que iba a implementar el cifrado de extremo a extremo en el conjunto de su sistema de comunicación, el cual no solo abarca a WhatsApp, sino también a Facebook Messenger, Threads e Instagram. De hecho, a principios de año ya adoptó el protocolo Signal. ¿El motivo? Cumplir con los requisitos de la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que ha exigido la interoperabilidad a todas las plataformas que cuenten con más de 45 millones de usuarios dentro del territorio comunitario.

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G.Cid

Es cierto que el cifrado de extremo a extremo impide a las empresas tecnológicas y a las autoridades detectar infracciones y prevenir posibles actos de pederastia o terrorismo. Sin embargo, la privacidad de las comunicaciones es un derecho fundamental de los ciudadanos de la Unión Europea. Según la Electronic Frontier Foundation, la supresión de esta tecnología “sería un desastre para la seguridad de los residentes en la UE”.