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Cada vez más curas españoles utilizan ChatGPT para sus misas: "Lo usé hasta para un funeral"
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"ES UN SECRETO A VOCES"

Cada vez más curas españoles utilizan ChatGPT para sus misas: "Lo usé hasta para un funeral"

La IA ha llegado a uno de los sectores donde menos se le esperaba. En algunas parroquias nos cuentan que algunos sacerdotes ya preparan sus homilías de los domingos con ChatGPT. Algo que plantea ciertas cuestiones éticas

Foto: Varios asistentes rezan durante una misa católica en la Iglesia (Unsplash)
Varios asistentes rezan durante una misa católica en la Iglesia (Unsplash)
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"Eso de la inteligencia artificial… cosa mala, cosa mala", se lamenta el sacristán de la Parroquia de Santa Mónica Agustinos Recoletos mientras el cura pronuncia su misa matinal. Nos acercamos a esta iglesia en pleno corazón del barrio de Salamanca en Madrid porque en algunos círculos se comenta el rumor de que varios sacerdotes españoles han comenzado a redactar sus sermones con ayuda de la IA. "Que a algunos les preparan sus homilías de los domingos con ChatGPT no es ningún secreto, pero yo no uso nada de eso", cuenta a El Confidencial el cura Ismael Ojeda, ex párroco de este enclave católico.

Las sospechas del padre Ojeda no andan desencaminadas. Hasta el Opus Dei, uno de los brazos de la Iglesia Católica más conocidos en España, reconoce que han utilizado esta tecnología para elaborar misas, homilías, panfletos e imágenes religiosas, entre otras muchas cosas. "En una ocasión, me pidieron que oficiara el funeral de un señor no creyente. La familia insistió en que era un hombre amable, amante de la belleza y del arte. Así que le pedí a ChatGPT que elaborara una misa centrada en estos temas, con textos de San Josémaría Escrivá de Balaguer (fundador del Opus Dei) y frases del teólogo Hans Urs von Balthasar. Eso me ahorró horas de trabajo", relata a El Confidencial Juan Carlos García de Vicente, sacerdote del Opus Dei.

Confiesa que los primeros pasos con la herramienta le dejaron sobrecogido. Vio en ella un aliado importante: "Al principio le dije que me prepara una homilía breve de tres párrafos sobre el evangelio para la misa del domingo siguiente, a modo de prueba. Me dio una muy bien construida, verosímil, con una conclusión, una exhortación a los hermanos y una coherencia extraordinaria. Luego pensé: ‘esto ni se te ocurra escribirlo’, pero internamente me dije: 'ojalá los curas no se enrollasen tanto y aplicaran algo así en sus sermones'".

Pese a ello, repara una y otra vez en los riesgos que implica este sistema si no se usa con cabeza: "Le pregunto de temas que conozco. Y ante la duda siempre pido una segunda opinión, ya que algunas veces se equivoca en las fuentes o el orden. Y eso puede ser peligroso para los creyentes. Además, creo que está un poco sesgado a la izquierda. En general adopta una postura de buenrollismo que puede hacer que alguien quede defraudado. Es decir, es una máquina y no un teologo o un sacerdote. Pero te da acceso a un pozo de información que normalmente no tendrías".

placeholder Un cura oficia una misa. (Unsplash)
Un cura oficia una misa. (Unsplash)

Con este, ya podemos decir que todos los sectores de la sociedad se han visto afectados por esta tecnología de una manera o de otra, incluso en el que menos se la esperaba: el de la religión. Hace poco, la noticia de que el Papa Francisco había nombrado al experto de IA y líder de Google DeepMind, Demis Hassabis, como nuevo miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias de la Santa Sede ya daba pistas de que algo se está cociendo en los despachos del clero.

"Está un poco sesgado a la izquierda. Adopta una postura de buenrollismo que defrauda"

Pero lo cierto es que se trata de un fenómeno que ha comenzado ya en otras partes de Europa. Una iglesia luterana de la ciudad alemana de Fürth ha empezado a ofrecer misas dirigidas por una IA. "Queridos amigos, es un honor para mí estar aquí y predicarles como la primera inteligencia artificial en la convención de este año", dijo un avatar barbudo en una pantalla gigante sobre el altar la primera vez que se usó. La misa duró 40 minutos y tanto el sermón como las oraciones y la música habían sido elegidas y creadas por ChatGPT bajo la supervisión del teólogo y filósofo de la Universidad de Viena, Jonas Simmerlein.

"Le dije a la IA: ‘Estamos en la iglesia, eres un cura, ¿cómo sería la misa?", explicó Simmerlein a los medios alemanes aquel día. Mientras algunos congregantes se quejaron de que el lenguaje era un poco torpe ("para mantener nuestra fe, debemos orar e ir a la iglesia con regularidad") y no mostraba ninguna emoción al no haber lenguaje corporal, otros escucharon atentamente lo que la IA predicaba sobre superar el miedo a la muerte y nunca perder la confianza en Jesucristo.

Foto: Imágenes de "soldados alemanes" generadas por la inteligencia artificial de Google, Gemini. (Google)

No ha sido el único predicador que ha utilizado la inteligencia artificial para su oficio religioso. "Escribe como si fueras un rabino un sermón de aproximadamente 1.000 palabras que relacione la Torá Vayigash con la intimidad y la vulnerabilidad". Ese fue el prompt que el rabino Joshua Franklin introdujo en ChatGPT antes de pronunciar los resultados en un sermón a los feligreses del Centro Judío de los Hamptons, en Nueva York, hace un año.

El sermón que le devolvió el chatbot hablaba de José, el hijo de Jacob y profeta de la fe abrahámica y también citaba un libro del escritor Brené Brown: "Ser vulnerable podría significar que somos capaces de formar vínculos más profundos y significativos con quienes nos rodean", escribió la IA. No fue el mejor sermón del mundo, pero coló.

Además de los modelos de lenguaje de IA que están desarrollando grandes empresas como OpenAI o Google, que pueden proporcionar respuestas a preguntas teológicas utilizando información extraída de Internet, han surgido chatbots religiosos más especializados. Uno de ellos, HadithGPT, que ofrece consejos y oraciones basadas en textos islámicos.

placeholder Varios sacerdotes en la Iglesia. (Unsplash)
Varios sacerdotes en la Iglesia. (Unsplash)

En España, Sergio Codera, ordenado sacerdote y profesor de religión, también está empleando la inteligencia artificial para su misión evangelizadora. Su público, de momento, son alumnos de 1º de ESO y 2º de Bachillerato, a quienes quiere despertar el interés por la religión con la tecnología. "Ya lo decía San Juan en el Evangelio: "Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios"', le decía a El Periódico de España en este artículo.

En sus clases ha empezado a editar un libro con ChatGPT llamado "Los pilares para ser buena persona" y también ha creado las presentaciones sobre los oficios de la Semana Santa y trazado la ruta de los viajes misioneros de San Pablo, obteniendo los datos ordenados del libro de los Hechos de los Apóstoles con esta IA.

Nos hemos puesto en contacto con la Conferencia Episcopal Española, la máxima institución del país y que está integrada por todos los obispos de las diócesis de España, ​para conocer su opinión sobre el tema, pero no han querido comentar ni revelar nada.

Los problemas de reescribir la "palabra de Dios"

Que las comunidades religiosas comiencen a incorporar la inteligencia artificial plantea cuestiones éticas importantes, ya que los sistemas de lenguaje pueden llegar a tergiversar los textos religiosos de mil maneras. Y, por consecuencia, pueden cambiar la forma en que las personas experimentan la fe y toman sus decisiones.

Las IA conversacionales como Gemini o ChatGPT experimentan en muchos casos problemas con la precisión de los textos porque priorizan las respuestas que tienen un flujo conversacional en lugar de aquellas que son citas exactas. Esto es algo más grave para aquellas religiones que tienen una fuerte relación con las fuentes textuales, como el cristianismo. Al final, son sistemas de correlación y no buscadores de conocimientos. Lo que hacen exactamente es predecir la probabilidad de la siguiente palabra en un texto, sin prestar atención al significado espiritual global de ese escrito.

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Por ejemplo, en El Confidencial hemos probado a indicarle a ChatGPT que nos cree un sermón religioso para una misa centrado en el perdón y la compasión. Aunque a priori nos presenta un texto bastante decente, con alguna que otra falta gramatical, vemos algunas inconsistencias textuales "Oremos juntos, pidiendo a Dios que derrame Su misericordia sobre nosotros y nos capacite para vivir vidas amorosas y perdonadas".

Foto: Un móvil muestra la aplicación del foro Reddit. (Flickr)

Otro gran problema tiene que ver con los sesgos. Estos Modelos de Lenguaje Grande (LLM) aprenden de contenido previo que puede llevar prejuicios y sesgos impregnados en esos textos fuente, además de homogeneizar las respuestas a nuestras preguntas y reducir nuestra imaginación espiritual. Incluso si no está interpretando el versículo, al elegir un versículo u otro ya está haciendo un trabajo de interpretación implícito.

Un cambio de rumbo en el Vaticano

El avance de esta tecnología ha caído, de hecho, como un mazazo en el Vaticano, donde el Papa hace unos meses pidió regular el uso de la IA por su impacto en la libertad individual y la toma de decisiones de los creyentes, mencionando los peligros de una "dictadura tecnológica" influida por algoritmos diseñados con fines comerciales o políticos.

De hecho, recientemente el mismo Papa Francisco confirmó el nombramiento de Demis Hassabis, líder de Google DeepMind, como nuevo miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias de la Santa Sede, lo que reafirma no sólo el interés de la Iglesia por estas nuevas tecnologías, sino su búsqueda de formas para blindarse ante un futuro donde deberán coexistir la ciencia y la fe. Y más en un momento en el que se están llevando a cabo ideas tan disparatadas como la del ingeniero de Silicon Valley Anthony Lewandowski y su primera iglesia de la inteligencia artificial, llamada Way of the Future, dedicada a "la realización, aceptación y adoración de una Divinidad basada en IA".

placeholder Un cura lee la Biblia durante una misa | Pexels
Un cura lee la Biblia durante una misa | Pexels

Más allá de estas ideas estrambóticas, el objetivo de esta práctica podría no ser tanto reemplazar a los curas, sino más bien ayudarles a ahorrar el tiempo que lleva la redacción de estos escritos y reunir fuentes para dedicarlo a otras cosas como la orientación individual de sus feligreses. Hay que tener en cuenta que el papel de los sacerdotes va mucho más allá de las plegarias. En algunas comunidades, su rol es servir más como enlace entre personas, como confesor y escucha, y como contacto humano para la reflexión espiritual.

La IA también podría ser el pistoletazo que obligue a una religión tan tradicional como el catolicismo a reimaginar su visión de los curas como personas divinamente "elegidas", un estatus que les otorga cierta autoridad especial. Y, por otro lado, limpiar el pasado oscuro que les acompaña (sistema masculino, patriarcal, con muchos casos de abusos hace décadas), convirtiendo a la Iglesia en algo mucho más neutral y liberal. Queridos hermanos y hermanas, ríndanse al algoritmo de Dios.

"Eso de la inteligencia artificial… cosa mala, cosa mala", se lamenta el sacristán de la Parroquia de Santa Mónica Agustinos Recoletos mientras el cura pronuncia su misa matinal. Nos acercamos a esta iglesia en pleno corazón del barrio de Salamanca en Madrid porque en algunos círculos se comenta el rumor de que varios sacerdotes españoles han comenzado a redactar sus sermones con ayuda de la IA. "Que a algunos les preparan sus homilías de los domingos con ChatGPT no es ningún secreto, pero yo no uso nada de eso", cuenta a El Confidencial el cura Ismael Ojeda, ex párroco de este enclave católico.

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