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El invento que promete matar al iPhone está en Barcelona: así funciona Humane AI Pin
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El invento que promete matar al iPhone está en Barcelona: así funciona Humane AI Pin

Este dispositivo pretende ser una alternativa a la tiranía de las pantallas de los móviles. Pretende hacerlo con un pequeño proyector, una cámara y un asistente con mucha IA

Foto: Foto: M. McLoughlin
Foto: M. McLoughlin
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El smartphone goza de una salud de hierro como dispositivo, al menos aparentemente, porque cada dos por tres aparece algo o alguien que quiere matarlo y quedarse con su trono de rey de la electrónica de consumo. La última amenaza es la de una nueva generación de dispositivos personales propulsados por inteligencia artificial que prometen dar una vuelta de calcetín a la forma en que nos relacionamos con la tecnología. El primero de ellos apareció el pasado mes de noviembre. Se llama AI Pin y es obra de una empresa estadounidense llamada Humane.

Pocas semanas después, en el pasado CES de Las Vegas, llegó el R1, un concepto similar creado por otra startup yanqui llamada Rabbit, que contó con Teenage Engineering para el diseño del aparato. Este estudio sueco es conocido por haber ayudado a dar forma a la consola PlayDate o ser inversor y colaborador de Nothing, el fabricante de smartphones europeo fundado por el cofundador de OnePlus y que ha destacado, entre otras cosas, por crear smartphones transparentes.

Ambos aparatos han generado una gran expectación y, al igual que con las Vision Pro, llevan acumuladas miles de reservas, a pesar del poso de duda sobre la practicidad de la idea y de si realmente tiene posibilidades de convertirse a medio plazo en una alternativa al smartphone o acaba cayendo en tierra de nadie.

Foto: El primer portátil transparente del mundo. (M. McLoughlin)

Un pin cargado de IA

Aunque su estreno comercial se ha retrasado varias semanas, en el Mobile World Congress ha sido posible ver el Humane AI Pin, ya que la empresa ha acudido invitada por Qualcomm, el fabricante de los Snapdragon y otros chips para móviles. El dispositivo monta un procesador de Qualcomm de ocho núcleos, así como 4GB de RAM y 32GB de almacenamiento. Sus especificaciones se completan con conectividad BT, 5G y Wifi 5. Algo que ha permitido que los visitantes puedan ver en funcionamiento este invento.

AI Pin, como deja entrever su nombre, es un pequeño proyector con forma de broche. Es un diseño compacto y minimalista. El hombre que me ha hecho la demostración va en chándal y luce bien con estética deportiva. Tengo más dudas de cómo quedaría encima de una americana o de un traje de trabajo.

Está pensado para llevar en la solapa. Esto es importante porque hay dos formas de interactuar con este aparato. Por una parte, a través de la voz, como otros asistentes inteligentes como pueden ser Siri, Google Assistant o Alexa. Y la otra, a través de una interfaz gestual y una pantalla virtual que se proyecta en nuestra palma de la mano. Por eso es importante llevarlo a la altura del pecho. Una luz en el exterior indica que está en funcionamiento. La batería, por cierto, es una pieza magnética extraíble (que sirve para fijar el dispositivo en la ropa) y con una sola carga da para pasar todo el día.

placeholder La pantalla proyectada en la palma de la mano. Foto: M. McLoughljn
La pantalla proyectada en la palma de la mano. Foto: M. McLoughljn

Un haz de luz verde dibuja las diferentes opciones. Para navegar por los menús hay un compendio de gestos, que van desde cerrar el puño, inclinar la mano o pellizcar el aire. Para activar el micrófono y los comandos de voz basta con tocar la superficie del dispositivo. Se le puede pedir muchas de las cosas que a un teléfono móvil.

¿Eres 'pantalloadicto'? No va contigo

Se le puede pedir que llame, que mande un mensaje o un email. Incluso que tome una foto, aunque luego hay que acudir a una web para verla. La cámara encargada de tomar las imágenes es una cámara RGB de 13 megapíxeles, apertura de 120 grados y cuenta con un sensor de profundidad 3D.

Si no tienes a mano un ordenador u otro dispositivo para hacerlo, te tienes que conformar con ver una vista previa en la palma de tu mano, algo que sirve para más bien poco. En mi caso, apenas se podía intuir mi silueta y la de otra chica que se ha detenido a ver la presentación en el pasillo del MWC.

Que esta interfaz te convenza o no probablemente tenga que ver más con lo enganchado que estés a mirar la pantalla de tu móvil o no. Si eres de los que desbloqueas el móvil compulsivamente, cientos de veces cada día, y entras a redes sociales como Instagram o TikTok aunque no tengas ninguna notificación y puedes gastar una hora viendo reels antes de irte a dormir o en el autobús camino al trabajo es probable que esto te sepa más bien a poco.

Vista del Pin AI Humane. Foto: M. McLoughlin

A la IA de este dispositivo también se le puede pedir que reconozca e identifique lo que hay alrededor. En nuestra demostración, hemos preguntado qué veía cuando me he colocado enfrente y ha reconocido perfectamente mi sexo, el color de pelo, el atuendo que llevaba y que tenía un móvil en la mano así como una mochila puesta. Uno podría sacar una foto a lo que tiene en la despensa y le diera ideas para cocinar o le cantara paso por paso la preparación.

También se le pueden preguntar cosas e información de la misma manera que cientos de miles de personas hacen a ChatGPT cada día. Al preguntarle acerca del MWC o de los asistentes, se ha tomado un momento para procesar la respuesta. No es excesivamente rápido. Ha tardado unos veinte o treinta segundos en empezar a darme las respuestas. Lo mismo ha ocurrido con la traducción simultánea.

He mantenido una breve conversación con la persona encargada de hacerme la demostración. Yo hablaba en español, el aparato procesaba y le decía le recitaba el mensaje en inglés y viceversa. No resulta fluido y se generan unos silencios casi tan incómodos que una cita de First Dates condenada al siniestro total desde que los pretendientes se saludan.

699 dólares y una suscripción

El Human AI Pin necesita de una tarifa de datos para funcionar, a través de una eSIM. No hay libertad de elección de compañía. Tú pagas la suscripción, de 24 dólares al mes, y la compañía lo conecta. El dispositivo cuesta 699 dólares e incluye tres meses de membresía. Esta es una de las diferencias principales con Rabbit, que cuesta la mitad y que no requiere suscripción.

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El Pin AI en su funda de transporte. Foto: M. McLoughlin

Con este breve contacto es difícil juzgar el rendimiento general de estos dispositivos, más aún teniendo en cuenta que es una primera generación. Sirve para hacerse una idea y ahora está en manos de la gente decidir si Humane AI Pin acabará entrando al mercado por la puerta grande o acabará en la enfermería. Sea como sea, el ruido generado antes, durante y, probablemente, después del Mobile demuestran que los asistentes de voz que tantos años llevan entre nosotros tienen una oportunidad de oro con la IA para reengancharse y convertirse en una herramienta que utilicemos asiduamente y diariamente para muchas más cosas de lo que se utiliza actualmente. Otra cosa es que esto siga ocurriendo en los móviles o en un nuevo dispositivo.

El smartphone goza de una salud de hierro como dispositivo, al menos aparentemente, porque cada dos por tres aparece algo o alguien que quiere matarlo y quedarse con su trono de rey de la electrónica de consumo. La última amenaza es la de una nueva generación de dispositivos personales propulsados por inteligencia artificial que prometen dar una vuelta de calcetín a la forma en que nos relacionamos con la tecnología. El primero de ellos apareció el pasado mes de noviembre. Se llama AI Pin y es obra de una empresa estadounidense llamada Humane.

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