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El nacimiento de un agujero negro a 2.400 millones de años luz sacude la atmósfera
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Brutal emisión de rayos gamma

El nacimiento de un agujero negro a 2.400 millones de años luz sacude la atmósfera

Nunca se había registrado una explosión de tal magnitud. Un estudio ha demostrado que supuso un fuerte impacto en la ionosfera de la Tierra

Foto: Recreación artística del 'disparo' de rayos gamma (NASA/Swift/Cruz deWilde)
Recreación artística del 'disparo' de rayos gamma (NASA/Swift/Cruz deWilde)

El pasado 9 de octubre de 2022, los observatorios astronómicos de todo el mundo detectaron una espectacular explosión que generó una impresionante 'llamarada' de radiación energética. De hecho, fue tan alta que los expertos no tardaron en tildarla de récord. Según los datos obtenidos, alcanzó los 18 teraelectronvoltios, más que ninguna otra registrada a lo largo de la historia. Fue visible durante varios días.

En concreto, se trató de una explosión de rayos gamma que fue bautizada como GRB 221009A. Se produjo como consecuencia del nacimiento de un agujero negro situado a 2.400 millones de años luz de nuestro planeta. Lo que no se ha sabido hasta ahora es que el evento se dejó sentir de forma notable en la atmósfera terrestre. ¿Cómo? Produciendo una fuerte variación del campo eléctrico de la ionosfera, a unos 500 kilómetros de altura sobre la superficie.

El estudio ha sido realizado por científicos de la Universidad de L'Aquila y el Instituto Nacional de Astrofísica de Italia dirigidos por el astrofísico Mirko Piersanti. Él mismo afirma que, para elaborarlo, han utilizado “observaciones satelitales y un nuevo modelo analítico desarrollado ad hoc”. Eso sí, asegura que los rayos gamma emitidos no han generado ningún daño en esta capa de la atmósfera terrestre, a pesar de que es casi imposible que los emitidos por el Sol alcancen tal proximidad respecto a la superficie del planeta.

Hay que tener en cuenta que los rayos gamma son los que poseen mayor energía de todo el espectro electromagnético, por delante de los rayos X. Para hacernos una idea, sus fotones tienen entre mil millones y un billón de veces más energía que los fotones que conforman el espectro visible. Por ello, solo suelen ser emitidos por supernovas y erupciones solares de gran magnitud. Sin embargo, la atmósfera de la Tierra está perfectamente preparada para absorberlos sin que exista posibilidad de que lleguen a la superficie, lo que tendría unas consecuencias catastróficas para la vida.

El pasado 9 de octubre de 2022, los observatorios astronómicos de todo el mundo detectaron una espectacular explosión que generó una impresionante 'llamarada' de radiación energética. De hecho, fue tan alta que los expertos no tardaron en tildarla de récord. Según los datos obtenidos, alcanzó los 18 teraelectronvoltios, más que ninguna otra registrada a lo largo de la historia. Fue visible durante varios días.

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