He comprado el cacharro del que todos hablan este verano, y me he llevado una sorpresa

Parecen unos auriculares, pero de ellos no sale música, sino aire. Los ventiladores de cuello se han convertido en el aparato de moda de este verano, y es raro que no hayas visto alguno por la calle, en redes sociales o cuando has visitado alguna tienda como Amazon o AliExpress. De primeras, la propuesta suena un poco rara y no es difícil aventurarse a pensar que todo lo que se está vendiendo en estas semanas acabe ocupando el fondo de un cajón o, más bien, despachadas en Wallapop. Sea como sea, he querido hacerme con uno de ellos para tratar de entender por qué han causado tanto furor y, sobre todo, si de verdad merecen la pena.

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Héctor García Barnés

Solo hay que echar un ojo a TikTok —allí este contenido acumula 615 millones de visualizaciones— o Google para comprobar cómo los ventiladores de cuello han sido uno de los petardazos de lo que va de verano. Si bien se trata de un producto que no es totalmente nuevo —se pueden encontrar desde hace un par de años en internet—, lo cierto es que este año las consultas en este buscador se han multiplicado por seis.

Según los datos recopilados por SEMRush y facilitados a este periódico, el volumen de búsquedas fue de 5.400 en junio de 2022, algo que 12 meses después ha pasado a alcanzar las 31.000. Aunque los datos de julio aún no están disponibles, el efecto viral y la ola de calor invitan a pensar que habrán batido ese número en las últimas semanas.

Al buscar "ventilador de cuello" en Amazon, aparecen cerca de 70 productos distintos. En el caso de AliExpress, son cientos. Es difícil decantarse por una u otra opción. Ninguno de ellos fue lanzado hace demasiado tiempo y, además, tampoco hay marcas conocidas detrás. Solo queda armarse de confianza, echar un ojo a las reseñas —donde hay demasiadas sospechas e indicios de fraude— y, también, fiarse de los que destaca cada plataforma.

En mi caso, me he decantado por aquellos que llevaban la etiqueta Amazon Choice y, entre ellos, escogí el que más reseñas positivas acumulaba. Por 20,99 euros, me acabé llevando un ventilador de cuello de la marca Auokai, que contaba con cuatro estrellas y unas 800 opiniones. Lo he estado probando durante una semana y, en este tiempo, me ha dado alguna que otra sorpresa.

¿El abanico del futuro?

Como es lógico, el funcionamiento no puede ser más sencillo. Un único botón que se utiliza tanto para encender como apagar y ajustar la velocidad (tiene tres modos), acompañado de un puerto USB-C para cargarlo. Una vez colocado en el cuello, el peso no es mucho mayor que el de unos auriculares de diadema —260 gramos—, aunque sí está al límite de ser algo molesto cuando lo llevas un rato sobre los hombros.

Vivo en Madrid y, en plena ola de calor, llegar a casa y colocar un dispositivo en el cuello que te refresca directamente la cabeza se agradece bastante. También me ha venido bien cuando he tenido que hacer tareas en interior en distintos puntos —mi piso no tiene la mejor climatización, por decirlo de alguna forma—, como hacer una maleta, colocar la compra o cocinar. Sin embargo, le he visto muy poca utilidad para ir por la calle con él, donde el efecto apenas se nota. Sobra decir que en el transporte público, que suele contar con aire acondicionado, tampoco vale de mucho.

Sin embargo, sí que hay algo especialmente molesto: el ruido. Es la peor parte de este aparato, y no parece que sea fácil de solucionar. Incluso dejándolo a la mínima velocidad, es difícil no acabar un poco harto de sentirte como Darth Vader con el sonido de ventilación permanente a unos centímetros del oído. Ese zumbido es el que ha acabado por hacer que dejara de utilizar el ventilador pasados unos minutos, cuando ya me había refrescado un poco. De hecho, en una semana ni siquiera he tenido que cargar la batería, que promete hasta 7 horas de duración.

¿Merece la pena? He hecho esa misma pregunta a amigos y compañeros de trabajo durante estos días, y la respuesta no ha podido estar más que dividida: o querían uno para ellos o les parecía la mayor chorrada que habían visto en tiempo. Para mí, a grandes rasgos, la experiencia ha sido positiva. Al fin y al cabo, no deja de cumplir con un papel muy similar al del abanico, pero cambiando la molestia. Es decir, no tienes que estar meneando nada con la mano sin parar, pero a cambio tienes un ruido molesto de forma permanente.

Ventilador Auokai (20,99€)

También es algo que depende mucho de las necesidades de cada persona. Si tienes aire acondicionado en casa, es raro que vayas a necesitar algo así. Pero, en caso contrario, seguramente sea una opción más que interesante. Además, cuando he hablado sobre este aparato con mi entorno, he descubierto que también está siendo una solución interesante para personas mayores o con movilidad reducida, que pueden tener el efecto de abanico sin estar haciendo movimientos repetitivos constantes. Ahora bien, ¿todo eso puede acabar en un uso masivo y normalizado? "Es un aparato que se ha puesto de moda y puntualmente nos puede ayudar para el calor.

Para mí, es el típico aparato que acabará en un cajón. Al no ser muy caro, a nadie le costará mucho desprenderse de él", explica por su parte Ana Jiménez Zarco, profesora de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experta en tendencias de consumo. "Es una necesidad muy puntual, porque todo el mundo lo quiere cuando hace calor", enfatiza. Sobre este punto, esta especialista descarta que las marcas conocidas vayan a entrar en este nicho, "porque ahora mismo los fabricantes están compitiendo por precio, no por otras características, y no creo que los grandes vayan a entrar ahí".

Más allá de la utilidad que pueda tener, Jiménez Zarco considera que hay varios factores que han jugado en su favor: el precio y la viralidad. "Cada vez se habla más de ellos y aparecen tanto en Amazon como en redes como TikTok o YouTube. Creo que hay más de viralidad que de necesidad", continúa antes de augurarles el mismo futuro que antes tuvieron otros dispositivos parecidos: "Ya se pusieron de moda los ventiladores pequeñitos que enfocabas en la cara, ahora han llegado estos y el verano que viene será otra cosa".

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