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A Ibai le da igual lo que le pase: revienta el Metropolitano con un deporte de cuatro gatos
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El 'rey' de Twitch

A Ibai le da igual lo que le pase: revienta el Metropolitano con un deporte de cuatro gatos

La Velada del año III ha pulverizado todos los récords de Twitch. Con más de 3,4 millones de espectadores en directo y 70.000 personas en el estadio Civitas Metropolitano, el evento ha sido todo un éxito en la comunidad de 'streamers'

Foto: El ring de boxeo en el centro del Civitas Metropolitano en la Velada del año III. (Kosmos)
El ring de boxeo en el centro del Civitas Metropolitano en la Velada del año III. (Kosmos)

En el Civitas Metropolitano se respira fiesta. Una verbena diferente a la que se acostumbra en el templo del Atlético de Madrid. No hay bufandas, tampoco camisetas rojiblancas ni cánticos de hinchas. Las 70.000 personas que compraron las entradas en menos de una hora para este sábado no corean goles, gritan a pleno pulmón cuando Ibai Llanos entra para reventar el estadio.

El barrio madrileño de Las Rosas ha cambiado a los forofos del fútbol por adolescentes que repiten los nombres de Illojuan, Knekro, Rivers, Papi Gavi, Ampeter, Reven, Cristinini… y otros cientos de apodos de los que seguramente no hayas oído hablar, pero tus hijos, probablemente, los sigan en todas las redes sociales. Pese al sol del primer día de julio y las colas kilométricas para acceder al estadio, nadie se queja, lo único que importa es entrar al recinto para abarrotar las gradas; llenas hasta la bandera.

Foto: Gerard Piqué, en uno de sus últimos actos. (EFE/Quique García)

La Velada del año III es uno de los eventos más grandes de Twitch, la plataforma de streaming más popular en la red. Millones de jóvenes —y no tan pequeños— observan desde sus casas el directo. Durante la tarde, la alfombra roja, los conciertos y el plato fuerte, los 12 combates de boxeo, mantendrán a los espectadores pegados a la silla hasta la madrugada.

"He roto el récord de Twitch sin decir una palabra", sentencia Ibai Llanos con una sonrisa, poco después de que se prendiera la retransmisión. El bilbaíno sabe que desde que arrancó su cámara en una pequeña habitación de Barcelona, nada volvió a ser igual. En bata, medio despeinado y comentando el mundial de canicas, entre otras muchas locuras, se fraguó la leyenda que hoy se ha convertido en el rey de la plataforma morada. Si el streamer regresara a esos primeros momentos, seguramente no se imaginase hasta donde llegaría su sencillez y buena vibra.

placeholder Ibai Llanos en un momento de la Velada III. (Kosmos)
Ibai Llanos en un momento de la Velada III. (Kosmos)

Aunque de las tres ediciones, esta ha sido la más accidentada por las cancelaciones de última hora de varios boxeadores. Ibai no se ha inmutado para alcanzar el propósito de superar su antiguo récord de audiencia y el pico de dispositivos conectados en una retransmisión de Twitch. Como Midas, todo lo que toca el streamer se convierte en oro. Incluso con todo en su contra, ha conseguido su cometido, llevar a lo más alto el boxeo. Aunque las peleas no eran realmente las protagonistas. En un show de esta envergadura, las caras conocidas de artistas e influencers eran la comitiva más preciada para los fans.

Pero ¿qué significa este evento para los cientos de miles de jóvenes que llenan el estadio? Para una generación que no creció mirando la televisión, lo hizo frente a una pantalla del ordenador. La Velada del año III es la obra magna del contenido digital, lo que comenzó siendo un nido de frikis que jugaban a videojuegos, ahora se transforma en moda. Y lo que antes eran mil personas viendo la final de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), comentada por Ibai, ahora son 3,5 millones de espectadores en directo, más que las apariciones de Alberto Nuñez Feijóo y Pedro Sánchez en El Hormiguero. Bienvenidos al día en el que se hizo historia en internet.

Una Velada para recordar

Las pantallas que se sitúan encima del cuadrilátero se ponen en negro. Es la cuenta atrás. El estadio rompe a gritar. Aparecen David y José Muñoz, los hermanos que integran la banda Estopa, rumberos de Cornellà por excelencia. Justo antes de empezar el primer combate entre el cantante Abraham Mateo y el youtuber Ampeter. Dos púgiles ligeros no muy acertados con la diestra.

El primero, un Boy Band del comienzo del milenio. El segundo, un creador de contenido que triunfó jugando a videojuegos de disparos. Dos polos opuestos que han hecho saltar chispas. Dentro y fuera del ring.

placeholder Ampeter. (Kosmos)
Ampeter. (Kosmos)

La pelea ha sido un desastre, pero nada podía parar los ánimos, cada golpe conectado era una ovación y un puñetazo suponía que comenzaran al compás los gritos del público. El primer ganador: Abraham Mateo, quien ha cantado con el sudor del esfuerzo su tema Señorita ante el estruendo de todas las jóvenes nostálgicas que crecieron con él.

Al finalizar el combate, el público es indiferente ante la calidad de los golpes. Poco importa la certeza de un gancho o la potencia de un Uppercut. La grada corea el nombre de cualquier ganador. No hay favoritos, lo único que importa es pasar un buen rato. Un tiempo agradable que, pese a las más de seis horas de directo, fluye ameno, como un bucle de TikTok que no sabes cuando va a parar.

Foto: Omar Montes frente a Torete en la primera velada de Famma League. (M. E.)

Para tener una idea de las dimensiones de este evento hay que ponerse en perspectiva. La última vez que el boxeo español alcanzaba estas cifras fue en 1930 con el combate entre Paulino Uzcudun y Primo Carnera en el Estadio Olímpico de Montjuïc ante 70.000 personas. Desde entonces, ningún otro evento pugilístico había alcanzado esta cifra.

No solo se queda aquí los números del boxeo, desde hace tres años los eventos deportivos en las nuevas plataformas de contenido baten todos los récords de audiencia. Esta tendencia empezó con el combate entre KSI y Logan Paul, en Estados Unidos y, como un terremoto, las réplicas del evento llegaron a todas las partes del mundo. Tal es la magnitud de este sismo que hasta el multimillonario Elon Musk ha retado a Mark Zuckerberg, CEO de Meta, a un combate entre ambos magnates.

La representación femenina del primer combate corría a cargo de La Rivers y Rivers, dos tocayas separadas por el Atlántico. Una diferencia geográfica que ha sido el motor para que se repartan golpes sin freno. Tras la refriega, La Rivers de la plataforma TikTok se alzaba con la victoria. La pelea ha sido rabiosa y ambas púgiles se tenían ganas, pero el respeto y su deportividad han brillado más que alzar el puño de la mano del árbitro.

placeholder Rivers mexicana. (Kosmos)
Rivers mexicana. (Kosmos)

Noche de golpes

La música no paraba entre pelea y pelea. María Becerra junto a Lola Indigo y la sorpresa de Eladio Carrión animaron al público antes de que llegase el combate de Luzu y Fernanflo, que acabó con victoria del mexicano. Una de las peleas más esperadas de la Velada.

Rosario Flores dejaba una de las instantáneas más emotivas con los flashes del Metropolitano iluminando el estadio al compás del flamenco-pop de la artista madrileña. Sin duda, las actuaciones musicales han sido la joya de la corona. Tanto el público como los cantantes se gustaban y eso creaba un ambiente mágico. No era un simple concierto, era una actuación en la Velada del año y la ristra de nombres que llenan carteles sin parar, agradecían humildemente a Ibai su paso por el estadio. La gente no se quedaba en sus butacas y al ritmo del género urbano han bailado hasta la última de las letras.

placeholder Fernanflo. (Kosmos)
Fernanflo. (Kosmos)

En los multipaneles que coronaban el ring, un despliegue audiovisual creaba videoclips para las actuaciones de los artistas argentinos: Duki, Nicki Nicole y Milo J. Todo un espectáculo que ha terminado con un jarro de agua fría en el combate de pesos pesados entre Misho y el chileno Shelao, debido a una lesión del primero de los púgiles.

El boxeador que entró sustituyendo a Byviruzz consiguió ganarse el corazón del público en menos de un mes de preparación y, una vez parado el combate, la sonada ha sido devuelta con los gritos de "Misho, Misho, Misho...", que han saltado las lágrimas del influencer húngaro-español, dedicado al mundo de la moda.

placeholder Misho tras el combate. (Kosmos)
Misho tras el combate. (Kosmos)

Uno de los combates más comentados era el Mayichi vs. Amouranth, pero la streamer norteamericana no pudo volar ni pelear por complicaciones médicas. ¿Quién pelearía en su lugar? La boxeadora era una incógnita que se ha resuelto cuando la Rivers mexicana ha vuelto a entrar al ring para, esta vez, llevarse la victoria por decisión de los jueces.

El espectáculo iba cerrando sus alas, pero aún quedaba lo más grande. Con el sol despidiéndose; Ozuna, el artista de Puerto Rico, uno de los padres del reggaetón, ha conseguido soltar toda la adrenalina de los espectadores —si es que quedaba algo— para la última pelea.

Pero antes del combate final, Quevedo, el artista que hace un año reventó el género con su canción Quedate junto a Bizarrap. Consiguió llevar al éxtasis a todos los asistentes. Con una banda de música propia y las canciones más sonadas de todas las listas, no ha necesitado coro para sus melodías. El público ha sido la mejor reverberación posible.

placeholder Quevedo junto a Ibai Llanos. (Kosmos)
Quevedo junto a Ibai Llanos. (Kosmos)

Coscu vs. HolaSoyGermán: dos de los creadores de contenidos más reconocidos en su país natal son dos bestias del directo. Pero no solo han sido animales en sus plataformas, también lo han demostrado ser en cuanto ha sonado la campana. Los golpes de Germán comenzaban a dominar al argentino, pero este respondía con bravura. Finalmente, Coscu ha derribado al youtuber con un KO técnico.

Lágrimas después y una avalancha de aplausos, todo había terminado. Pocos habían imaginado un cierre tan redondo y emocionante para una noche de ensueño en el Civitas Metropolitano.

Fuera del estadio, los fans imitaban los golpes de sus ídolos, todos comentaban sus highlights y nadie se quedaba sin lanzar su opinión sobre los combates, actuaciones o frases de los streamers. Un público que ha quedado satisfecho por el gran show que se le ha brindado. Y un streamer, Ibai Llanos, que ha quedado más que complacido, pese al precipitado cierre de las puertas del estadio. "Gracias por formar parte de esto", rezaban los paneles de salida cuando todo se ha quedado desierto.

Lo mismo ha repetido Ibai para cerrar el evento "gracias a todos los que habéis hecho esto posible". Con toda la razón, porque los 70.000 soldados de Twitch que han llenado el estadio y los 3,4 millones de telespectadores han hecho historia en la plataforma.

En el Civitas Metropolitano se respira fiesta. Una verbena diferente a la que se acostumbra en el templo del Atlético de Madrid. No hay bufandas, tampoco camisetas rojiblancas ni cánticos de hinchas. Las 70.000 personas que compraron las entradas en menos de una hora para este sábado no corean goles, gritan a pleno pulmón cuando Ibai Llanos entra para reventar el estadio.

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