La caída del 'Netflix del fitness': Peloton deja de fabricar sus bicicletas para salvarse

Peloton va a dejar de fabricar sus bicicletas y cintas de correr en sus fábricas, una tarea que ahora dependerá de empresas externas. La compañía, considerada por muchos el 'Netflix del fitness', vivió unos momentos dulces durante el confinamiento, pero la vuelta de la normalidad ha provocado su hundimiento. En el último año, ha perdido más del 90% de su cotización en bolsa. La nueva medida, anunciada este martes, supone un golpe de efecto para tratar de capear el temporal mediante la reducción de costes y simplificación de operaciones, según ha adelantado 'Bloomberg'.

Hasta ahora, Peloton ya contaba con socios para llevar a cabo parte de su producción, aunque también apostaba por una serie de instalaciones propias que adquirió en 2019. "Nos permite aumentar y reducir la producción en función de la capacidad y la demanda", ha explicado Andrew Rendich, director de suministro en Peloton, sobre este ajuste. El caso es similar al de otras firmas que subieron como la espuma con la pandemia, como las empresas de reparto de comida o de videollamadas. Y es que, mientras está claro que mucha gente seguirá haciendo reuniones 'online' o pidiendo la cena a domicilio, el futuro del deporte en el hogar es más difuso.

TE PUEDE INTERESAR

¿Adiós a Peloton? El culebrón tras la 'startup' deportiva más deseada en el confinamiento

Mario Escribano

Durante esta caída, también ha habido algún inesperado golpe de gracia para Peloton. Se lo dio el regreso de 'Sexo en Nueva York', donde uno de sus protagonistas falleció tras hacer ejercicio en una bicicleta de Peloton. Al día siguiente del estreno, su valoración cayó un 11,35%. Desde entonces, no ha logrado levantar cabeza. Aquel día sus títulos cotizaban a 45 dólares por acción. Hoy apenas llegan a 9 dólares.

El pasado febrero, Peloton anunció que que Barry McCarthy, exjefe de finanzas en Spotify y Netflix, era su nuevo director general, relevando en el puesto a John Foley, que cofundó la empresa hace ya 10 años. Al mismo tiempo, despidió a 2.800 trabajadores, uno de cada cinco de su plantilla. Si bien se había especulado con una posible venta a empresas como Amazon o Nike, McCarthy aseguró que sus intenciones no pasan por vender la empresa a nadie, pese a la presión de algunos inversores.