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Los bulos del fraude en el voto por correo se viralizan por España para desestabilizar el 4M
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De los 'indepes' catalanes a la ultraderecha

Los bulos del fraude en el voto por correo se viralizan por España para desestabilizar el 4M

Tras lo ocurrido en EEUU, la denuncia de un supuesto 'fraude' en el voto por correo también ha llegado a nuestro país, agitada por una rama ultraderechista y una independentista

Foto: Foto: EFE.
Foto: EFE.

El pasado 23 de marzo el articulista Alfonso Ussía publicaba unos versos de arte menor (octosílabos) y con rima consonante en su perfil de Twitter. "No valen los lloriqueos. Lo advierto de forma clara. El que vote por Correos. Es como si no votara", rezaba la pequeña composición que consiguió 1.400 'retuits' y más de 3.500 'me gusta'. No era la primera vez que el escritor, con más de 260.00 seguidores en esta red social, presentaba a sus fieles la duda sobre el voto por correo sin ninguna prueba más. El día 18 dijo que "era un robo" y el 16 más de lo mismo: "Hay un tramposo al frente". Y no es, ni mucho menos, el único que ha lanzado o está lanzando mensajes similares. El voto por correo se ha convertido en el primer gran polo de desinformación digital de las elecciones madrileñas del 4M, con una lucha que se asemeja a lo ocurrido en EEUU y a las ideas de Trump.

Como Ussía, es fácil dar con otros grandes perfiles, como el del exdiputado y directivo Marcos de Quinto (87.000 seguidores), que esparcen dudas sobre este método de voto. El ex de Ciudadanos insinuó estos días problemas en el voto a distancia citando un mensaje de un perfil cercano a la ultraderecha (49.000 'followers') y que decía "ya puedes pedir el voto por correo para que podamos manipularlo a nuestro antojo". Si navegas algo más por sitios como Twitter o Facebook es fácil dar con numerosos mensajes similares de todo tipo de usuarios, como el periodista Javier Villamor, Cristina Seguí o cuentas anónimas que dicen ser cercanas al partido Vox. También empiezan a moverse memes y vídeos en WhatsApp. ¿De dónde sale esta corriente y por qué estalla ahora en Madrid? Aunque es imposible saber si hay algún partido moviendo esta campaña, nadie se ha sumado a estas ideas de forma oficial, el caso puede tener un origen claro y los expertos presentan distintas hipótesis.

Foto: Leticia Rodríguez Fernández. Imagen cedida.

Ante el aluvión de mensajes, muchos son los que han corrido a desmentir estas sospechas de fraude o pucherazo. Incluso grandes perfiles de la derecha como el locutor Luis del Pino (264.000 seguidores) han pedido que cesen estos comentarios, y medios de verificación como Maldita.es o Newtral ya han tenido que corregir distintos bulos en torno a este tema y explican cómo es el proceso del voto por correo en España, cómo se custodia y se garantiza que no se manipule. Investigadores voluntarios como Marcelino Madrigal o 'Barri' también han intervenido y estudiado todos los mensajes que se han viralizado en relación con estas ideas. Unos datos que demuestran la guerra polarizada entre los promotores del voto por correo y los que intentan colocar las sospechas en el discurso público.

Son estos mismos investigadores y medios lo que demuestran que no es algo nuevo ni especial en Madrid, es más, las dudas sobre el voto a distancia ha sido algo recurrente en muchas elecciones con acusaciones de mal conteo por parte de empresas como Indra, o dudas en torno a los jefes de la compañía pública de correo (algo que también ha vuelto con potencia esta vez). Pero, ¿por qué ahora parece llegar con más fuerza? Todo apunta a dos motivos: la polarización y el descrédito político y, sobre todo, a la situación de pandemia en la que el voto a distancia juega un papel mucho más importante y a lo ocurrido en EEUU.

De EEUU a Madrid pasando por Cataluña

En las últimas elecciones estadounidenses el voto por correo se convirtió en un elemento fundamental, tanto, que gran parte de la batalla que dio Trump tanto antes de las elecciones como después, pasó por hablar de fraude en el voto a distancia. La polarización sobre la pandemia fue tal en el país que se convirtió en una batalla clave (los demócratas preferían votar por correo por miedo al virus, los republicanos presencialmente) y obviamente esto se está intentando importar a España. ¿Cómo? Con las sospechas clásicas de un supuesto fraude y hasta recuperando vídeos antiguos con bulos antiguos como que ahora la Guardia Civil ya no custodia los votos, cuando nunca los ha custodiado.

Para darle más credibilidad, páginas conocidas por dar voz a informaciones falsas, como El Diestro han aprovechado el movimiento y los textos de una asociación llamada Elecciones Transparentes (APET) y que estuvo presidida por el conocido 'influencer' negacionista Rafael Palacios (Rafapal). E incluso han recuperado vídeos antiguos y desmentidos de este polemista que se han empezado a viralizar por WhatsApp o Twitter. Pero aunque todo se concentra ahora en Madrid, el caso también se vio en Cataluña con personas de ideologías muy distintas.

En el caso catalán, usuarios de ultraderecha y también independentistas vendieron una campaña similar que aseguraba que el PSOE estaba intentando manipular las elecciones con el objetivo de que ganase Illa usando el voto por correo. ¿Las pruebas? Solo que desde el PSOE se estaba recordando encarecidamente que se podía votar a distancia, algo muy parecido a lo que se dice en estos momentos.

En su caso, la llamada APET también participó, al igual que Ussía, medios como El Diestro o algunos 'trols'. Desde el lado independentista, como explican en VerificaRTVE, la sección de verificación del medio público, buena parte de esas sospechas vinieron con términos como "tongo, tongo", "vot per correu, no gràcies" o "tupinada". Y algunos medios de esta corriente también defendieron las posturas de un fraude electoral.

¿Quién sale ganando?

La gran pregunta de todo esto es clara: ¿a quién beneficia este tipo de campañas? En Estados Unidos estaba claro, ante una elección entre dos partidos, y con la pandemia totalmente politizada, asegurar que el voto por correo era fraudulento podía ayudar a la victoria de Trump, que sabía que sus seguidores irían a votar presencialmente pese al virus, pero en España, y concretamente en Madrid, está mucho menos claro, o así lo ven los expertos.

"No sé la intención clara de las personas que están detrás, pero se me vienen a la cabeza varias hipótesis. Una que parece clara es que al intentar emular lo que se hace en EEUU ciertos entornos confunden los sistemas de cada país y no caen en que entre el americano y el español son muy diferentes", explica Raul Magallón, profesor de Comunicación en la Universidad Carlos III de la capital y autor del libro 'UnfakingNews. Cómo combatir la desinformación'.

Ese parecido es incuestionable, al igual que ha pasado con otros asuntos que se han cogido directamente del modelo estadounidense, solo hay que pensar en el discurso de las 'fake news' que aquí intenta explotar Vox o el parecido entre la candidatura de Gabilondo y Biden, con Kamala Harris patria incluida. Pero hay más. "Otra hipótesis que se puede manejar es que esta narrativa busque desincentivar el voto en el rival. Es decir, los partidos más radicales tanto en Cataluña como en Madrid saben que sus votantes van a ir a las urnas, pues están movilizados, y lo que buscan lanzando estos mensajes es que el que tiene dudas se quede en casa. Por ejemplo, en plena época de pandemia muchos pueden ver el voto por correo como una opción segura y que lleva poco tiempo, pero si empiezan a dudar lo mismo ni optan por esta opción", añade el experto.

Por último, señala otra hipótesis que también cuadra con campañas de desprestigio de este tipo, la de adelantarse a los acontecimientos para ganar el relato o que te lo compren. "Tú avisas de que las elecciones se van a manipular y aunque no ocurra, si el resultado no te es favorable, pues dices que, como avisaste, se han manipulado. Así parece que eres capaz de ver lo que va a pasar y que te has adelantado a los acontecimientos. En un momento de incertidumbre con tantas dudas como el actual, ganar ese tipo de relatos puede ser un punto importante".

Lo que sí queda claro, es que la coincidencia de esta campaña contra el voto por correo justo antes del inicio de la campaña electoral oficial y en plena solicitud del voto y envío del mismo, no es casual, sino que responde a un concepto de campaña continua y de pelear cada voto con todas las fuerzas, poniendo, según Magallón, la ideología por encima del sistema y del proceso democrático. "Al final en una situación como la de Madrid con tanta gente interesada de fuera de la región, con una situación tan peculiar y polarizada... Pues este tipo de campañas pueden buscar arañar cada voto, ganar cada pequeña batalla sea como sea, peleando hasta el último instante".

En cuanto a si algo así puede ser efectivo desde el punto de vista electoral, espera que no. "Yo creo que en España la gente tiene bastante claro la seguridad del voto por correo y no está en duda como si podía ser en EEUU. Además, al ser un sistema plural, muy diferente al estadounidense, este tipo de movimientos no tienen el mismo impacto y ojalá se vea que la participación en el voto por correo sea parecida entre todas las opciones y que se muestre la confianza en el sistema", termina el especialista.

El pasado 23 de marzo el articulista Alfonso Ussía publicaba unos versos de arte menor (octosílabos) y con rima consonante en su perfil de Twitter. "No valen los lloriqueos. Lo advierto de forma clara. El que vote por Correos. Es como si no votara", rezaba la pequeña composición que consiguió 1.400 'retuits' y más de 3.500 'me gusta'. No era la primera vez que el escritor, con más de 260.00 seguidores en esta red social, presentaba a sus fieles la duda sobre el voto por correo sin ninguna prueba más. El día 18 dijo que "era un robo" y el 16 más de lo mismo: "Hay un tramposo al frente". Y no es, ni mucho menos, el único que ha lanzado o está lanzando mensajes similares. El voto por correo se ha convertido en el primer gran polo de desinformación digital de las elecciones madrileñas del 4M, con una lucha que se asemeja a lo ocurrido en EEUU y a las ideas de Trump.

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