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¿Réplica o falsificación? El problema de Wallapop con las copias (y cómo evitarlas)
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El lado oscuro de la compraventa en la red

¿Réplica o falsificación? El problema de Wallapop con las copias (y cómo evitarlas)

La 'app' de compraventa de segunda mano cada vez es más popular en nuestro país y a pesar de que se deja claro que está prohibida la venta de artículos no originales su red está llena de ellos

Foto: (Montaje: El Confidencial)
(Montaje: El Confidencial)

Wallapop se ha convertido en uno de los bazares de la red favoritos en nuestro país. La 'startup' barcelonesa que empezó como una pequeña alternativa a gigantes como eBay o MilAnuncios ya es uno de los lugares preferidos de los españoles para vender todo tipo de objetos de segunda, o de primera, mano. En sus estantes se puede encontrar prácticamente de todo, pero este punto positivo también le está generando algunos problemas. Han visto cómo en sus estantes se cuelan artículos prohibidos, objetos que juegan en la fina línea de la legalidad y algo tan complicado de gestionar como las falsificaciones y réplicas no autorizadas.

Esta aplicación de compraventa nació con la idea de ser un intermediario entre particulares que buscaban vender productos que o ya no usaban o no necesitaban o no querían, pero con el tiempo ha ido mutando y hay quién incluso usa esta 'app' como plataforma central de su negocio. Esto habla bien de su progresión pero también ha obligado a sus gestores a tomarse mucho más en serio el control y la vigilancia de todo lo que se mueve por la plataforma. ¿El problema? Que a pesar de los esfuerzos y por lo que demuestran los numerosos casos que se pueden encontrar en la plataforma, no son capaces de controlar cada anuncio. Al menos de momento.

Foto: Wallapop, es una buena alternativa para los que buscan deshacerse un regalo que no les ha convencido. (Wallapop)

Si te das una vuelta por las redes sociales es fácil encontrar numerosos casos de gente que o ha encontrado anuncios de falsificaciones o réplicas, o anuncia que vende esas replicas o, lo que es peor, ha comprado un producto falsificado que se vendía como original y ahora intenta saber cómo puede reclamar. Wallapop deja claro desde el principio que es un mero intermediario y el usuario sabe a qué problemas se enfrenta al comprar por la plataforma, pero ¿hay forma de acabar con estas prácticas? ¿Es posible no caer en la trampa? ¿Qué leyes te amparan como consumidor?

Condiciones claras pero falta de acción

Lo primero que hay que ver en estos casos es cómo la plataforma intenta atajar estas prácticas. Y lo cierto es que como eBay y otras webs similares, en sus términos y condiciones dejan claro (aunque con palabras algo enrevesadas) que está prohibido "difundir, transmitir o poner a disposición de terceros cualquier tipo de información, elemento o contenido sin autorización de los titulares de los derechos de propiedad intelectual e industrial que puedan recaer sobre tal información, elemento o contenido". Es decir que no se permiten ni las réplicas ni las falsificaciones no autorizadas por la marca original.

Si embargo, si uno busca por la 'app' es fácil encontrar cientos de productos que incluso dicen claramente que son réplicas y que se venden sin mayor problema, por no hablar de los que no especifican su origen pero cuyo precio dista mucho del original o de los que ni siquiera muestran su origen en el precio. Sobre todo es fácil encontrarlos si buscamos artículos como bolsos, joyas, perfumes o camisetas, demostrando la falta de acción por parte de la compañía para deshacerse de esos anuncios, pero también ciertas dudas con la legislación.

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Como explica Javier Prenafeta, abogado especializado en derecho tecnológico y miembro de 451.legal, la propia compañía no tiene por qué censurar de antemano este tipo de anuncios pues al ser un mero intermediario solo debe actuar una vez que conozca lo que ocurre y considere que se salta las normas. "La plataforma tiene responsabilidad con arreglo a la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico. Es decir, simplificando, no tiene ninguna responsabilidad si no interviene en la promoción y difusión de los anuncios, no tiene conocimiento de que son falsificaciones, y si en el momento en que lo tengan retiran el anuncio", apunta el abogado.

Wallapop no tiene la obligación de actuar ni en los casos más flagrantes a no ser que sea consciente de lo que ocurre, pero es que además en el asunto de las copias chocamos con la fina línea entre réplica y falsificación. Según las normas de la plataforma, no se permite la venta de ningún tipo de copia sin permiso, pero el delito es bastante distinto. "Una falsificación es una copia exacta o que pretende serlo, y una réplica es cuando no se pretende pasar como original. Lo primero implica, además de la infracción de derechos de propiedad industrial (uso de marca sin autorización, infracción de diseño industrial...), un engaño. En la réplica suele haber infracción marcaria, pero no siempre de elementos de diseño (puedes hacer algo inspirado en otra cosa, y que no sea una copia realmente)".

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Según añade Prenafeta, "a efectos penales este es un asunto discutible porque en el caso de las falsificaciones se puede alegar que no hay engaño cuando el precio es sustancialmente inferior al original, y por tanto el consumidor sabe que está comprando una copia. En el caso de las réplicas, además de lo expuesto, podrá constituir un acto de competencia desleal, en tanto hay un aprovechamiento de creatividades, marcas... como reclamo para vender productos inspirados en otros". En resumen, ambos suelen caer en un delito pero, obviamente, no es igual una réplica en la que además avisas que no es algo original que una falsificación.

La dificultad de reclamar

Vale, ya sabemos por qué siguen apareciendo anuncios de este tipo en Wallapop y qué delitos se cometen al vender falsificaciones o réplicas, pero, ¿qué puedo hacer si me han vendido un producto como algo original pero en realidad es una copia? Debes saber que hay varias formas de proceder pero lo mejor es que seas prudente y tengas cuidado con el método de pago y los tiempos pues plataformas como Wallapop ayudan poco o nada en estas situaciones.

La 'startup' española ofrece un método de pago seguro llamado 'Wallapay' que, en teoría, ayuda a evitar estafas o timos permitiendo solo el cobro del dinero en el momento en el que el receptor recibe el producto y ve que todo está correcto. Pero el punto más criticado de sus términos es que no incluye la protección en caso de falsificaciones por lo que debes tener mucho cuidado a la hora de usar esta forma de pago. Algunos expertos recomiendan el uso de otros métodos como la transferencia bancaria porque tienes dos días para echarte atrás o el propio pago en mano para comprobar que todo está correctamente, pero lo cierto es que nada te garantizará que no te puedan colar un producto copiado.

La última salida es denunciar al vendedor por estafa en el caso de que puedas comprobar que se trata de un objeto falsificado, pero si no quieres llegar a ese punto lo mejor es comprar solo a vendedores con muchos y buenos comentarios y tener claro lo que estás adquiriendo y el precio que estás pagando. Como otras muchas plataformas, parte del ahorro de Wallapop lleva consigo el riesgo que asume el consumidor a la hora de adquirir un producto sin las garantías de una plataforma tradicional. Eres tú el que debes decidir si te merece la pena arriesgarte.

Wallapop se ha convertido en uno de los bazares de la red favoritos en nuestro país. La 'startup' barcelonesa que empezó como una pequeña alternativa a gigantes como eBay o MilAnuncios ya es uno de los lugares preferidos de los españoles para vender todo tipo de objetos de segunda, o de primera, mano. En sus estantes se puede encontrar prácticamente de todo, pero este punto positivo también le está generando algunos problemas. Han visto cómo en sus estantes se cuelan artículos prohibidos, objetos que juegan en la fina línea de la legalidad y algo tan complicado de gestionar como las falsificaciones y réplicas no autorizadas.

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