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Tu edificio se puede llenar de chinches y Airbnb y Wallapop tienen algo que ver
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UN 70% DE LAS PLAGAS SE DAN EN VIVIENDAS

Tu edificio se puede llenar de chinches y Airbnb y Wallapop tienen algo que ver

Las autoridades avisan de que es "un problema de salud pública en auge" con un 20% más de casos al año. Los pisos turísticos y la compra de muebles de segunda mano, en el foco

Foto: Las plagas de chinches se extienden en los bloques de viviendas de las grandes ciudades
Las plagas de chinches se extienden en los bloques de viviendas de las grandes ciudades

Las chinches eran una especie de insectos prácticamente erradicada en España en los años 90. Hoy, sin embargo, su presencia crece de forma exponencial y lo hace, principalmente, en bloques de viviendas, a diferencia de décadas anteriores en las que estos molestos bichos se concentraban en hoteles y albergues. Una de las razones es la proliferación de alojamientos turísticos por todo el país, que hace que personas (y maletas) procedentes de todo el mundo transiten por tranquilas comunidades de vecinos en grandes ciudades y entornos rurales. Otra explicación es la práctica de comprar y vender bienes de segunda mano a través de portales de internet y aplicaciones como Wallapop. Esa mesita tan cuidada y barata puede ser en realidad una trampa.

"La infectación de alojamientos turísticos por esta especie es un problema de Salud Pública en auge", advierte la Junta de Andalucía

Una reciente guía de prevención y control de la Junta de Andalucía señala directamente el problema. "¿Qué debemos saber sobre la infectación de chinches?", reza el documento. "Que la infectación de alojamientos turísticos y viviendas por esta especie es un problema de Salud Pública en auge. Su interés sanitario radica en que son parásitos que pueden causar picaduras a los habitantes de las viviendas o alojamientos que infestan".

placeholder Clientes de un hostal fotografían una plaga de chinches en Andalucía
Clientes de un hostal fotografían una plaga de chinches en Andalucía

"La gente cree que esto de las chinches es una cosa de la Segunda Guerra Mundial, pero las plagas se han disparado en unos pocos años", confirma Milagros Fernández de Lezeta, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla). "Antes se concentraban en franjas geográficas muy concretas como la Costa del Sol o en los albergues del Camino de Santiago. Ahora están por todas partes, en todas las comunidades autónomas, y se han disparado en domicilios particulares, entre ellos los apartamentos turísticos".

Y advierte: "Una plaga de chinches en un bloque de viviendas es especialmente delicada porque no cuentan con especialistas o protocolos de prevención, a diferencia de los hoteles. Los insectos pasan de piso en piso por los enchufes, las grietas o los conductos de ventilación y si no se aplica un tratamiento eficaz la plaga puede ser devastadora. Necesitamos concienciar cuanto antes a la población, hacer que la gente esté atenta a su presencia y que entienda que no tiene nada que ver con la suciedad ni hay de qué avergonzarse. La casa más limpia puede sufrir una plaga".

placeholder Búsqueda simple de alojamientos turísticos en el centro de Madrid en Airbnb
Búsqueda simple de alojamientos turísticos en el centro de Madrid en Airbnb


Cuatro horas para una litera

María (nombre falso) es propietaria de un hostal en una capital de provincia andaluza. Lleva toda la semana tratando de erradicar una plaga de chinches en una de sus habitaciones tras el aviso y el mosqueo de unos huéspedes. "He dedicado al menos 20 horas a la habitación, cuatro por cada litera. He aspirado con una 'vaporeta' especial para chinches que cuesta 700 euros, he tapado con silicona todas las grietas y ranuras de las camas y todavía sigo encontrándome algunas vivas. Lo peor es que se hayan instalado dentro de los enchufes y lleguen a otras habitaciones. Es una pesadilla interminable", suspira desesperada. Es la tercera plaga de chinches que sufre su hostal en tres años. En las dos primeras contrató a una empresa de desinsectación, pero esta vez ha decidido tomar las riendas porque, asegura, los insecticidas ya no hacen nada.

Hasta hace tres años nadie hablaba de esto, pero varios hostales y pisos turísticos hemos tenido que fumigar

En el grupo de WhatsApp que María comparte con varios dueños de hostales y pisos turísticos de su ciudad, la llegada de los chinches asusta. "Hasta hace tres años nadie hablaba de esto, pero ya somos varios hostales y pisos turísticos los que hemos tenido que fumigar. Es un tema tabú. Te puedes imaginar el problema: por un lado, puede que tengas que tirar todos los muebles y los colchones con la pérdida de miles de euros que eso supone, y por el otro está el daño que hace a tu reputación si un cliente pone en Booking que tu hostal tiene chinches. Es un problema difícil de combatir porque las chinches viajan en las maletas por todo el mundo y cuando llegan a una habitación, si no se detectan a tiempo, y aun así, se expanden por habitaciones y a través de la luz por todo el edificio. Con los apartamentos turísticos y las viviendas vacacionales esto puede implicar a corto plazo comunidades enteras infectadas. Suena fatalista, pero vamos camino de una epidemia".

placeholder Extracto de un documento de la Junta de Andalucía sobre las chinches
Extracto de un documento de la Junta de Andalucía sobre las chinches

Los propietarios de pisos turísticos se niegan a narrar sus experiencias con las chinches. No quieren levantar la liebre sobre un conflicto que puede generar un auténtico terremoto en sus comunidades de vecinos: ¿qué ocurre si un bloque de viviendas queda infestado de bichos por la presencia de uno o varios pisos turísticos? ¿Quién paga esos daños colaterales? Desde la asociación Madrid Aloja, que representa a 4.000 viviendas de uso turístico en la Comunidad de Madrid, zanjan el asunto basándose en datos. "En nuestra asociación solo hemos tenido dos casos en cinco años. Se ha llamado a una empresa y se ha desinsectado, igual que haría un hotel. Culpar a las viviendas turísticas de las plagas de chinches no tiene ningún sentido. Todas cumplen toda la normativa sanitaria y se limpian en profundidad cada tres días".

Madrid Aloja le da la vuelta al problema. "Si yo tengo una vivienda turística con su licencia y todos los requisitos sanitarios en un bloque, y debajo hay un piso en el que viven 14 personas en camas calientes y sufro una plaga de chinches, ¿a quién culpamos? ¿quién cubre los gastos de ese empresario? ¿Alguien tiene datos de que en Lavapiés, un barrio donde históricamente ha habido chabolismo vertical, hay ahora más plagas de chinches que hace 15 años porque hay más turistas? Nuestra asociación siempre va a estar a favor de mejorar los protocolos sanitarios y dar las máximas garantías al cliente y al propietario, pero de ahí a decir que esto es un problema de los alojamientos turísticos no".

placeholder Turistas caminan por una calle de Madrid. (EFE)
Turistas caminan por una calle de Madrid. (EFE)


Alarma en Madrid y Barcelona

La multinacional Rentokil confirma la tendencia: el 70% de las 3.200 solicitudes para tratamientos de chinches de 2018 fueron en domicilios particulares. Solo entre enero y abril de este año ha recibido 913 solicitudes, un 13% más. La empresa estima un crecimiento del 20% para este año, siguiendo la tónica de los últimos ejercicios. En Madrid y Barcelona el incremento es exponencial. "En España ha habido un repunte desde hace diez o doce años. Hay varios factores. Primero, el incremento del tráfico de mercancías y viajeros a nivel global, y luego la restricción en el tipo de productos que se pueden usar para erradicar las plagas. Antes los biocidas eran auténticas bombas de DDT con un efecto residual muy largo, te protegían durante meses pero eran muy perjudiciales para la salud", explican desde Rentokil.

En Madrid, por ejemplo, salir a erradicar chinches en los barrios de Malasaña y Lavapiés es casi rutina para las docenas de pequeñas empresas de fumigación que actúan en la capital. Algunos son pisos de Airbnb y otras viviendas normales. "Es difícil valorar hasta qué punto los pisos turísticos están infestando a sus vecinos. Nosotros solo trabajamos en el piso afectado, no inspeccionamos los que están alrededor aunque sería lo más adecuado. En los hoteles, por ejemplo, revisamos todas las habitaciones aledañas. En las viviendas particulares eso es imposible y complica la erradicación, porque muchas veces nos enfrentamos a un edificio entero contaminado".

El piso turístico más vulnerable es aquel que se alquila de forma esporádica por parte de un propietario particular

A diferencia de los hoteles, donde las camareras de piso siguen una rutina para revisar los colchones y el mobiliario en busca de insectos y donde existen unos protocolos claros de actuación temprana, la mayoría de propietarios de pisos turísticos todavía no están concienciados. En especial, aquellos que alquilan su piso en la ciudad o su chalé en la playa por fines de semana en plataformas como Airbnb. Así lo confirma Rentokil: "Es ese particular que alquila su casa por unos días el más vulnerable a los chinches y otras plagas, no tanto las grandes empresas que controlan 200 casas y que funcionan con protocolos más profesionales".

placeholder Varios anuncios de venta de colchones en Wallapop
Varios anuncios de venta de colchones en Wallapop


El peligro de Wallapop

Los viajeros y sus maletas no son los únicos transmisores de la plaga. También lo son muebles, colchones y cualquier elemento adquirido de segunda mano. El sofá más limpio y bien cuidado puede albergar una plaga en sus costuras. Lo mismo para la madera, los somieres y los cuadros. "Las chinches pueden hibernar durante 500 días sin ingerir alimento. Son muy resistentes y no dependen de la suciedad. Salen en la oscuridad a alimentarse de su víctima y se vuelven a esconder. Por eso no hay que coger nunca un objeto de la calle y andar con mucho ojo con los muebles de segunda mano", advierte la directora general de Anecpla.

Con toda la península infestada ya de chinches, la única buena noticia es que por lo menos no transmiten enfermedades. Por ahora, porque Fernández de Lezeta avisa: “Hoy por hoy no son transmisoras aunque hay gente alérgica a sus picaduras. Pero en un futuro podrían mutar y transmitir los virus de la sangre que ingieren. Es muy importante garantizar que todas las empresas, incluidos los propietarios de viviendas turísticas, cumplan las leyes de sanidad y se rijan por protocolos de detección y erradicación de plagas". El primer consejo para aquellos que llegan a casa después de un viaje: nunca colocar la maleta sobre la cama, sino en algún lugar donde puedan detectarse fácilmente las chinches como es la bañera.

Las chinches eran una especie de insectos prácticamente erradicada en España en los años 90. Hoy, sin embargo, su presencia crece de forma exponencial y lo hace, principalmente, en bloques de viviendas, a diferencia de décadas anteriores en las que estos molestos bichos se concentraban en hoteles y albergues. Una de las razones es la proliferación de alojamientos turísticos por todo el país, que hace que personas (y maletas) procedentes de todo el mundo transiten por tranquilas comunidades de vecinos en grandes ciudades y entornos rurales. Otra explicación es la práctica de comprar y vender bienes de segunda mano a través de portales de internet y aplicaciones como Wallapop. Esa mesita tan cuidada y barata puede ser en realidad una trampa.

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