Google destapa un grave fallo del iPhone que permitió robar tus fotos: actualiza ahora

Google ha publicado una serie de artículos técnicos realizados por su equipo de seguridad en los que expone que existen webs que han logrado hackear iPhones desde hace un par de años. Según detalla el buscador, esas webs han logrado instalar malware y robar toda clase de información, como localización, fotos o mensajes de diferentes aplicaciones cifradas como WhatsApp, iMessage, Google Chat o Telegram.

El sistema de ataque consistía en que el usuario entraba en la página web “hackeada”, y el atacante podía acceder a su servidor e instalar un sistema de monitorización en su dispositivo que permitía obtener el control absoluto del mismo y, con ello, el acceso a todos sus datos. Según Ian Beer, uno de los miembros del equipo de seguridad de Google, “estas páginas reciben miles de visitantes cada semana”.

A actualizar

Beer afirma que Google le comunicó esta situación a Apple el 1 de febrero de 2019 y le puso una semana como límite para solucionar el problema, fecha que coincidía con el lanzamiento de la versión iOS 12.1.4 de su sistema operativo.

Todos los iPhone, a partir del 5s, pueden estar infectados si no has actualizado el sistema

Apple lanzó un parche para corregir esta vulnerabilidad el 7 de febrero, hecho que hizo público a través de su página web. Apple, además, ha agradecido en su página de soporte la contribución del investigador Ned Williamson de Project Zero (equipo de analistas de seguridad empleados por Google encargado de encontrar vulnerabilidades) y del usuario Pwn20wnd en el descubrimiento del problema.

Todos los iPhone desde el iPhone 5s en adelante que hayan visitado esas webs pueden estar infectados siempre y cuando no hayan actualizado su sistema operativo, al menos con la versión iOS 12.1.4 antes reseñada.

Se han descubierto cinco cadenas de explotación de los móviles iPhone que afectaban a versiones desde iOS 10 hasta la última de iOS 12. En total, se han encontrado catorce vulnerabilidades, siete del navegador web de iPhone, cinco para el núcleo y dos “sandbox” separados -un aislamiento de procesos que usa el sistema para ejecutar programas-, que permiten introducir malware en un dispositivo desde el exterior.