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¿Dónde está la contaminación, que yo la vea? Ahora Google Maps la mide y te la enseña
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un proyecto pionero llega a europa

¿Dónde está la contaminación, que yo la vea? Ahora Google Maps la mide y te la enseña

Los coches que hasta ahora servían para mapear la ciudad incluyen una nueva funcionalidad: medir la contaminación del aire en tiempo real y publicar los datos 'online'

Foto: Uno de los coches medidores de contaminación. (Google Street View)
Uno de los coches medidores de contaminación. (Google Street View)

Cómo está el tráfico, cuál es la ruta más rápida o dónde está el supermercado, la farmacia o el restaurante más cercano son solo algunas de las incógnitas cotidianas que resolvemos en un periquete gracias a la rápida e intuitiva información que nos ofrece Google Maps en tiempo real. Y todo apunta a que dentro de poco también podremos consultar otro aspecto importante del entorno que nos circunda: el grado de contaminación.

Saber en qué parque se respira un aire más puro o cuál es el camino más saludable ese día para ir a la escuela puede ser de gran ayuda para los padres de un niño asmático, así como para un deportista o cualquier ciudadano que se desplace a pie, bicicleta o patinete y esté mínimamente concienciado sobre el riesgo que suponen los humos para su salud. O para quien se esté planteando comprar una casa o llevar a sus hijos a un determinado colegio. Son decisiones que repercuten en nuestra vida a largo plazo y saber si el aire que nos circundará a diario es más o menos saludable puede influir e incluso llegar a ser determinante en nuestra elección.

Foto: Nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire contaminado (EFE/Roman Pilipey)

Además, los sistemas de medición ambiental de las ciudades todavía son muy generales y, con una información mucho más detallada, capaz de describir la situación en cada calle, plaza o esquina, las autoridades podrían planificar mejor y acertar más a la hora de decidir dónde y cómo implementan medidas para intentar reducir las emisiones.

Es el propósito con el que nació hace tres años Project Street View, que consiste en ubicar un sofisticado sistema de medición ambiental en los típicos coches de Google y recorrer de cabo a rabo la ciudad. Tras una serie de pruebas preliminares en la ciudad de Denver, el experimento se probó por primera vez en Oakland y en distintos puntos del estado de California y, en base a los buenos resultados, Google ya ha anunciado que en breve lo extenderá a más ciudades: ya tiene 50 coches preparados para ello. En Europa, Londres lo empezó a experimentar hace unos meses y, en Copenhague se estrenó este mes de octubre.

En el pasado, equipos científicos de Pekín y Helsinki ya habían probado sistemas de medición móviles parecidos. Pero eran grandes y pesados, lo que les obligaba a tener que moverse en camiones o furgonetas mucho más grandes. Y además, para asegurarse de que recababan bien los datos, tenían que ser pilotados por los propios estudiosos.

Un mapa detallado, esquina a esquina

La gran plataforma mundial con que cuenta Google, en cambio, abre oportunidades inmensas. Por un lado, los detectores que utiliza son lo suficientemente potentes para captar hasta la más pequeña partícula contaminante, pero lo suficientemente pequeños para caber en los coches de Street View, que pueden recorrer sin problema todas las avenidas, calles y callejones más escondidos de la ciudad y cruzar esos nuevos datos con los de sus cámaras a 360 grados y complejos rastreadores GPS.

placeholder Medición de la contaminación en Oakland. (Google)
Medición de la contaminación en Oakland. (Google)

Las muestras de aire se recogen cada segundo a través de una entrada en la parte superior del automóvil y se bombean hacia un sistema de control de contaminación situado en la parte posterior. Los sensores miden sustancias como el carbono negro, el óxido nítrico y el dióxido de nitrógeno, que son las principales responsables de la mala calidad del aire que respiramos. Los datos sobre esa determinada ubicación se almacenan luego en la gran nube de Google y están disponibles a través de Google Maps y Google Earth.

Sin la plataforma mundial de la multinacional americana, este proyecto no habría sido posible. Pero tampoco sin la avanzada tecnología de Aclima, la startup de San Francisco que está poniendo a disposición de Google los pequeños equipos de medición que llevan los coches.

El 95% de la población respira aire contaminado

Según datos de la OMS, entre el 93 y 95 por ciento de la población mundial respira aire contaminado. "Es un problema que nos afecta a todos. Vimos que faltaba una infraestructura de medición para entender cómo las poblaciones están siendo impactadas", explica la directora general de Aclima, Davida Herzl, en un vídeo sobre el proyecto. "Uno de los primeros hallazgos del experimento —añade— fue darnos cuenta de que la polución es extremadamente variable. Puedes tener la mejor calidad de aire y la peor en la misma calle. Constatar esto validó de alguna manera la necesidad de un rastreo mucho más localizado de la polución".

Los resultados en Oakland han sido reveladores. Esta ciudad del área de la Bahía de San Francisco ya cuenta con tres estaciones de calidad del aire que dan una visión global del problema en toda la ciudad. Sin embargo, desde que empezó el proyecto, los automóviles de Street View han sido capaces de rastrear todos y cada uno de los rincones de la ciudad múltiples veces, en días y a horas distintas.

El resultado han sido millones de mediciones capaces de ilustrar con mucho mayor detalle y exactitud la calidad del aire calle a calle, manzana a manzana, convirtiéndose en uno de los mayores y más pormenorizados mapas de este tipo que se han realizado hasta la fecha sobre una zona determinada en todo el mundo.

Visitamos cada manzana entre 20 y 50 días distintos a lo largo de un año

"Visitamos cada manzana entre 20 y 50 días distintos a lo largo de un año, si la contaminación tiene un pico en un instante determinado, puede ser algo más o menos malo. Pero si es alta de manera constante entonces se convierte en algo que debemos solucionar", explicaba Joshua Apte, profesor de ingeniería de la Universidad de Texas, en Austin, en un artículo publicado por Google.

La situación en el oeste de la ciudad es especialmente crítica. Además de soportar el paso cercano de varias autopistas, los residentes viven sometidos al tráfico constante de camiones y las emisiones de las industrias de la zona. Esto no impidió que, no hace tanto, la ciudad permitiera la construcción de nuevas residencias en la zona. Los vecinos han denunciado la situación en múltiples ocasiones. Sostienen que tanta contaminación se traduce en un mayor porcentaje de enfermedades respiratorias, cáncer o ataques al corazón. Y ahora, gracias a estos mapas tan detallados, pueden demostrarlo con datos mucho más concretos.

De California a Copenhague

Tras el experimento en Oakland, que empezó en 2015, Google ha expandido el proyecto a otros puntos de California. Y el resultado es un mapa de calidad del aire mucho más preciso. De hecho, científicos del Environmental Defense Fund (EDF) y Kaiser Permanente lo utilizaron para demostrar la relación que hay entre la polución a nivel de calle y las enfermedades de corazón entre los mayores.

En estos años, Google ha realizado más de 250 millones de mediciones en California e incluso invita a los investigadores que lo deseen a consultar los datos para estudios sobre la calidad del aire. Pueden hacerlo a través de este enlace.

En Europa, Londres empezó a realizar este tipo de mediciones con coches de Street View en julio, aunque, en este caso, con sensores facilitados por la compañía británica Air Monitors.

Mientras que, en Copenhague, Project Air View arrancó a comienzos de octubre. Desde entonces dos vehículos de la multinacional americana recorren sin pausa la capital danesa, midiendo la polución a cada metro. El objetivo es pasar luego estos datos a las autoridades locales y a la comunidad científica para que puedan realizar estudios, establecer patrones y atinar más en sus decisiones.


Por lo demás, contar con muestras tan distintas, de grandes metrópolis con mucho tráfico, como Londres o Los Angeles, y capitales mucho más pequeñas y con muchas bicicletas y muchos menos coches, como Copenhague, también permitirá establecer comparaciones sobre qué medidas funcionan y cuáles no.

Cómo está el tráfico, cuál es la ruta más rápida o dónde está el supermercado, la farmacia o el restaurante más cercano son solo algunas de las incógnitas cotidianas que resolvemos en un periquete gracias a la rápida e intuitiva información que nos ofrece Google Maps en tiempo real. Y todo apunta a que dentro de poco también podremos consultar otro aspecto importante del entorno que nos circunda: el grado de contaminación.

Saber en qué parque se respira un aire más puro o cuál es el camino más saludable ese día para ir a la escuela puede ser de gran ayuda para los padres de un niño asmático, así como para un deportista o cualquier ciudadano que se desplace a pie, bicicleta o patinete y esté mínimamente concienciado sobre el riesgo que suponen los humos para su salud. O para quien se esté planteando comprar una casa o llevar a sus hijos a un determinado colegio. Son decisiones que repercuten en nuestra vida a largo plazo y saber si el aire que nos circundará a diario es más o menos saludable puede influir e incluso llegar a ser determinante en nuestra elección.

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