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Diez días con un altavoz de cuello encima: me miran raro (y por qué no me importa)
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un 'gadget' un tanto marciano

Diez días con un altavoz de cuello encima: me miran raro (y por qué no me importa)

Bose Soundwear es una diadema que sirve para reproducir música, como manos libres o para usar asistentes de voz. Extraño, sí, pero es una experiencia sonora que nunca has tenido

En cuanto lo tuve entre las manos me acordé de esos que van en el metro, por la calle o en el autobús con el altavoz del móvil a todo meter escuchando música, compartiéndola con todo el vagón. Seguro que alguna vez te has cruzado con uno de ellos. Son fácilmente reconocibles: caminan como si estuviesen espantando gallinas al ritmo de la canción de turno. El Bose Soundwear es probablemente uno de los aparatos más bizarros que haya probado en mi vida. Es, simplemente, algo diferente. Es una diadema que cuenta con dos altavoces. Se coloca en el cuello. Un 'gadget' tan excéntrico como raro que, sin embargo, te ofrece probablemente una experiencia auditiva que nunca has experimentado.

Foto: Sonos Beam. (C. Castellón)

La pregunta desde el primero momento ha sido clara: ¿para quién es? ¿y para cuándo? Lo mejor es contestar en el sentido inverso. A excepción de que curres en un despacho o desde casa, no es para utilizarlo en horas de oficina. A excepción de que tengas uno de esos trabajos en los que no moleste tener un hilo musical de fondo. Eso sí, ahí ya entraría en juego la negociación de los temazos que se reproducen.

No, no es para el gimnasio

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

Tampoco es para el gimnasio. Yo probé a ir un día con ellos. Me gané unas cuantas miradas, digamos, inquisitivas. Demasiados ojos escrutándome el lomo. Y eso que no le había metido bastante chicha. La historia debía resultar un rato marciana porque hasta uno de los monitores de sala se me acercó a preguntar qué narices era aquello. Por si mis pocas dotes atléticas no fuesen suficientes para llamar allí la atención, ya me procuré yo de hacerlo de manera aún más notable.

Mucho más libre me sentí haciendo tareas en casa. Escribía en mi ordenador, me levantaba e iba a la cocina y ahí seguía todo sonando. 'Ya pero con un altavoz lo solucionas', dirán algunos. Efectivamente, con un altavoz puedes hacer el apaño, pero no te acompañará por donde te muevas. Dándole vueltas, para conducir e incluso para ir en una moto, donde no se pueden utilizar auriculares, puede tener algo de interés.

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

Como hemos dicho, el Bose Soundwear es un altavoz bluetooth para el cuello. A la vista de todos. Si eres de los que utiliza sesión privada en Spotify para que no se enteren lo que te mola escuchar, no es un dispositivo para ti. Tenlo claro. Se coloca como una suerte de collarín. A diferencia de lo que se pueda pensar, resulta cómodo. La primera vez sí que se nota que llevas algo encima. Son 259 gramos. Pero rápidamente dejas de sentirlos. Una de las cosas que me preocupaba es que no se sientiese natural, que fuera demasiado rígido.

Si utilizas 'sesión privada' en Spotify por vergüenza, este aparato no es para ti

Nada de eso, la zona central de la herradura es lo suficientemente flexible como para adaptarse a los diferentes tipos de cuello. Es un diseño liviano pero contundente como para que no esté 'botando' y vibrando con tu movimiento. Es más, probé a trotar un rato con ellos y no era del todo incómodo. El problema, una vez más: las miraditas de los que te cruzas. Fue un trote suavecito, que como eches un 'sprint' la comodidad se acabó. Mucho mejor para una caminata ligera estilo 'Mariano'.

En contacto con el mundo exterior

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

Los altavoces se colocan en la parte superior de cada una de las aletas de esta diadema, mirando hacia arriba, hacia tus orejas y ligeramente dirigidos hacia dentro. Esto consigue que cuando se está reproduciendo música tú la percibas mucho más clara, nítida y alta que el resto alrededor, que lo oirán más disimuladamente. "Te envuelve el perolo". Es la mejor definición que he oído en todos estos días. Lo de disimuladamente es un decir, que todo depende del volumen que le metas a la historia. Si lo pones a tope, lo notarás tú y todos los que te rodean.

No es el primer dispositivo de este tipo que llega al mercado. LG o Sony, por mencionar algunos, ya había experimentado con propuestas similares pero no tuvieron demasiada visibilidad por estos lares. La idea es no desconectarte, no aislarte mientras escuchas música. Que sigas en contacto con el mundo exterior. Sobre el papel se aguanta todo bien pero luego hay muchos peros a la hora de utilizarlos en lugares públicos.

Llamadas, Siri y Assistant

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

Pero el Bose Soundwear no es un únicamente un altavoz bluetooth de cuello. También es un manos libres. Es completamente lógica esta decisión. Este tipo de altavoz puede ser muy útil para alguien que trabaja solo en un despacho y tenga que contestar llamadas. La verdad que para conversaciones funciona a las mil maravillas. Se oye nítido a tu interlocutor y se te oye bien. Sin demasiadas interferencias.

Como manos libres funciona perfectamente. Y además, se puede configurar modo vibración

En la pruebas que he hecho en la calle nadie se ha quejado de oírme lejos o bajo. Además se puede configurar a través de la 'app' oficial para modo vibración.

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

Por último, se puede decir también que sirve como 'altavoz' inteligente. En este aspecto es algo desnatado, pero ofrece compatibilidad tanto con Google Assistant como con Siri, dependiendo el móvil que utilices. Para ello hay que mantener pulsado el botón central de los tres controles que tienes en el lado derecho. Esta pieza también sirve para pausar e iniciar la reproducción o contestar la llamada de turno. En este lado tenemos otras dos teclas. Para subir y bajar volumen o para pasar y retroceder en las listas de canciones. Todo depende del tipo de pulsación

"Te envuelve todo el perolo". Esa es la mejor definición que he oído sobre el sonido

En el lado izquierdo, la de emparejamiento 'bluetooth' y la de encendido y apagado. Cabe decir que soporta dos conexiones simultáneas. Es decir, puedes estár conectado vía bluetooth a dos móviles o dos equipos compatibles al mismo tiempo. Esto te permitirá no tener que desvincularte del smartphone para reproducir una pista desde el ordenador.

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

En ese lado, también se esconde el puerto mini USB (¿en serio Bose? ¿No hay tipo C a estas alturas de la película?). Si utilizas la funda tendrás que abrir la cremallera para cargarlo. Personalmente, no he encontrado ni una sola razón para prescindir de este accesorio. Y eso que el acabado gomoso que tiene la pieza central del aparato no es desagradable.

Un sonido singular (en todos los sentidos)

Hablando del sonido, este altavoz se maneja, a pesar de las dimensiones, muy bien en un amplio rango de sonidos. No sufre con los más estridentes. Y los bajos en líneas generales los resuelve bien. Por eso sorprende, en un 'gadget' de este tipo, esta experiencia sonora. Obviamente, puedes encontrar esta calidad en otro tipo de aparatos fijos o auriculares 'noise cancelling'. Pero la primera vez que lo ves no esperas un resultado así.

placeholder Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)
Bose Soundwear, el altavoz más bizarro. (C. Castellón)

¿Y la batería? Pues yo he conseguido hasta diez horas de uso. Al no ser un uso continuado ha supuesto conectarlo cada cuatro días. Lo malo, no contar con USB Tipo C, como decíamos más arriba. Solo se puede decir que gestiona con buena nota el apartado de la autonomía.

Y ahora, toca hablar del...precio. No es un gadget para cualquiera. No todo el mundo se deja 300 euros en un altavoz así de buenas a primeras. Y más si tiene unos casos de uso tan especiales como este. Pero para gustos (y necesidades) están hechos los colores y los aparatos extravagantes como este.

En cuanto lo tuve entre las manos me acordé de esos que van en el metro, por la calle o en el autobús con el altavoz del móvil a todo meter escuchando música, compartiéndola con todo el vagón. Seguro que alguna vez te has cruzado con uno de ellos. Son fácilmente reconocibles: caminan como si estuviesen espantando gallinas al ritmo de la canción de turno. El Bose Soundwear es probablemente uno de los aparatos más bizarros que haya probado en mi vida. Es, simplemente, algo diferente. Es una diadema que cuenta con dos altavoces. Se coloca en el cuello. Un 'gadget' tan excéntrico como raro que, sin embargo, te ofrece probablemente una experiencia auditiva que nunca has experimentado.

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