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Probamos Nintendo Labo: el videojuego más revolucionario en años está hecho de cartón
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ESTO NO DEBERÍA TENER EDAD RECOMENDADA

Probamos Nintendo Labo: el videojuego más revolucionario en años está hecho de cartón

Durante unas horas he vuelto a mis clases de plástica en el colegio para construir accesorios como una caña de pescar o un manillar de moto para jugar con Switch

Cartón. Ese va a ser el próximo gran hit en las tiendas de videojuegos. Nintendo Labo se llama. Es lo más singular y excéntrico que hemos visto en mucho tiempo por estos lares. Un kit de manualidades con el que crear tus propios accesorios para combinar con la Switch, la consola que ha resuelto esa especie de anemia que arrastraba la compañía nipona en el pasado más inmediato. Sobre el papel -permitidme el chascarrillo- puede parecer un disparate. Pero después de probarlo puedo decir que es una de las mayores genialidades que se han visto en años en el gremio.

Durante una mañana he vuelto a enfrentarme a uno de mis grandes traumas de mi época escolar. Plástica. Cuando oí que había que montar un aparato como aquellas manualidades para utilizar con la consola, me asaltó el pánico.

Foto: Foto: Reuters. Opinión

Recordé entonces las horas que sufrió mi madre para ayudarme a sacar los proyectos de esta asignatura dada mi poca habilidad para estas artes. He de aclarar aquí que siempre sospeché que este impedimento era algo genético y hereditario, que a la señora se le veía sudar la gota gorda para un seis raspadillo. Pero no íbamos a quejarnos que peor era tener que pringar yo con las 'manitas' que me han bendecido.

Un montaje muy fácil

placeholder El montaje de los 'Toy Con' no es complicado, aunque hay que tener paciencia. (M.Mcloughlin)
El montaje de los 'Toy Con' no es complicado, aunque hay que tener paciencia. (M.Mcloughlin)

Pues nada de eso. Cuando cogí panel de cartón donde se veían las diferentes piezas troqueladas me dí cuenta que eso iba a ser coser y cantar. No hicieron falta ni tijeras ni celo ni pegamento. Empecé al ritmo que marcaba el tutorial que se mostraba en la pantalla. Todo iba encajando. Doblabas pestañas y las unías fácilmente.

No necesitas ni pegamento ni tijera. Sólo un poco de cuidado y más tiempo para las piezas grandes

Ni diez minutos pasaron cuando había terminado y mi 'Antenauta' (una suerte de robot cuadrúpedo) se sostenía sobre sus patas. Hasta un niño de siete años podía hacerlo. Y seguramente mejor que yo. Efectivamente. Había un chaval de esa edad compartiendo mesa conmigo en el taller que organizó Nintendo. Para cuando yo levanté la vista tras el 'proceso' de ensamblado, él ya se estaba dedicando a ponerle la guinda, con pegatinas y otros motivos decorativos.

El motor: los 'Joy-con'

placeholder Los Antenautas, en plena lucha. (M.Mcloughlin)
Los Antenautas, en plena lucha. (M.Mcloughlin)

Colocas los 'Joy-Con' -los peculiares mandos extraíbles de la Nintendo Switch- en los laterales de esta criatura 'cartonesca' y ya puedes empezar a manejarlo. Para moverse, aprovecha el movimiento vibratorio de cada control. Gracias al sensor de infrarrojos puede seguir el movimiento automáticamente, por ejemplo de tu dedo o esquivar algunos objetos. Esta pieza también sirve para poder ver en la pantalla un pequeño mapa de calor y una imagen sencilla de lo que hay delante de la máquina.

El mando de control, que es la pieza central de la consola, es un panel francamente intuitivo. También permite un modo doble y enfrentar a dos 'antenautas' en una especie de combate de sumo. El que primero caiga en el choque, palma. Un juego sencillo pero que seguro que da para un buen número de piques.

Esto es la caña...

placeholder La caña de Nintendo Labo es una delica. (M.Mcloughlin)
La caña de Nintendo Labo es una delica. (M.Mcloughlin)

Este es el más básico de los integrantes del 'kit variado' que ha preparado Nintendo. El más rápido de montar. A partir de ahí se mantiene la misma dinámica (no pegamento, no tijeras, no celo...¡Sólo cartón y cuerdas!) pero se alarga el montaje al ser piezas más complejas. La caña de pescar es, simplemente una delicia. Uno de los mandos se inserta en el carrete del sedal, que tendrás que recoger cuando pique alguno de los peces de la pantalla que se inserta en una base unida por un cordel.

El kit básico incluye el 'Antenauta', una caña de pesca, la moto,el piano y la casa

El otro mando vibra para avisarte de que han mordido el anzuelo y detecta el movimiento que haces y como tiras de la caña en plena batalla con una caballa o un esturión virtual. Si esto se parece a la pesca de verdad ya puedo entender que tanta gente se pase tanto tiempo con la caña echada.

Pegatinas reflectantes: la magia de Labo

placeholder El piano de cartón es uno de los grandes inventos de esta generación. (M.Mcloughlin)
El piano de cartón es uno de los grandes inventos de esta generación. (M.Mcloughlin)

Además de los sensores que se incluyen en los mandos hay otro elemento esencial en Nintendo Labo: las pegatinas reflectantes. La cámara de infrarrojos emite una señal y al rebotar es capaz de identificar cuál es el objeto al que corresponde la pegatina y ejecutar la acción necesaria. Por ejemplo, están pegadas en señales que el 'Antenauta' sigue para hacer un recorrido o en las parte interior de las teclas del 'Piano Toy-Con'. Una pequeña obra de arte que te permitirá crear música con el teclado y utilizar diferente efectos sonoros con las piezas -similares a tornillos- que se insertan en la parte superior.

Sensores de los mandos, cámara de infrarrojos y pegatinas reflectantes. Esa es la 'magia' de Labo

Este paquete básico -por ponerle alguna distinción, que el kit es bastante extenso- se completa con una casa y una moto. La casa cuenta con aperturas laterales e inferiores para interactuar con el inquilino de la misma. El 'Joy-Con' se introduce, en este caso, en la chimenea. El manillar de motorista es también 'canelita fina'. Los controles en este caso se colocan en el interior de los manguitos.

placeholder Intercambiando piezas podrás utilizar diferentes tonos y melodias. (M.Mcloughlin)
Intercambiando piezas podrás utilizar diferentes tonos y melodias. (M.Mcloughlin)

Pulsando un botón arrancas, girando el derecho meterás revoluciones e inclinándote y girando manejarás el rumbo como si realmente fueses a dos ruedas. En este juego puedes competir contra el sistema, pero también con otros jugadores 'online' o en modo individual en circuitos montañosos .

Siempre quise ser Optimus Prime

placeholder Maneja un robot con la mochila de Labo. (M.Mcloughlin)
Maneja un robot con la mochila de Labo. (M.Mcloughlin)

Si hasta aquí Nintendo Labo os ha llamado la atención, con el kit de robot simplemente os estallará la cabeza. Tendrás que construir una mochila en cuyo interior se esconde una especie de sistema de poleas y pesas (también sólo con cartón y cordeles) que tendrán tentáculos que llegan hasta tus manos y tus pies. Este es el 'pack' más largo de montar. "Unas horitas ya echas hasta terminarlo", reconocen sus responsables.

El kit robot se maneja con tus pies y tus manos con unos cordeles que te conectan con la mochila

De esta manera controlarás a un gigantesco robot con el que destruir una ciudad o combatir contra platillos extraterrestres. Lanzando los brazos arrojarás puñetazos y levantando los pies harás que avance. Además incluye una especie de bisera (cuya forma recuerda a las Hololens de Microsoft) que al ponértelas tendrás vista en primera persona.

placeholder La mochila para manejar el robot de Nintendo Labo funciona con una serie de cajas con pesos y cuerdas. (M.Mcloughlin)
La mochila para manejar el robot de Nintendo Labo funciona con una serie de cajas con pesos y cuerdas. (M.Mcloughlin)

El protagonista de este juego es una suerte de Optimus Prime. Si estiras los brazos hacia abajo (de la misma manera que hace Cristiano Ronaldo cuando farfulla esa celebración del 'siuuuu') levantarás el vuelo. Si te pones de rodillas te convertirás en un coche equipado con cañones láser con los que satisfacer más rápido tus ansias destructivas. Se podrán hacer combates locales con otro jugador que tenga su mochila robótica.

Si te aburres, hazlo tú mismo

placeholder La moto de Labo. (M.Mcloughlin)
La moto de Labo. (M.Mcloughlin)

Estos serán los juegos con los que el próximo 27 de abril se estrenará Labo en España (64,99 euros para el paquete básico; 74,99 para el kit de robot). Pero los límites de la idea parecen lejos de estar aquí. No sólo por las futuras entregas que Nintendo pueda cocinar para Labo, sino porque es el mejor ejemplo del 'Do It You Self' (Hazlo tu mismo). Incluye el 'Taller Joy-Con', una última funcionalidad que permite con un lenguaje básico de programación combinar órdenes de entrada y salida de manera sencilla. Esto sirve para combinar los 'Toy-Con' existentes para añadir nuevas funciones o crear los tuyos propios.

Lo mejor de Labo: que te permite programar tus propios juegos con esa caja de cartón olvidada

Esto abre las puertas a que con cualquier trozo de cartón (las cajas de Amazon que siempre acumulo con la excusa de 'Por lo que pueda pasar', por ejemplo) uno pueda hacerse un 'Juan Palomo' y crearse un nuevo juego.

placeholder Los vídeojuegos de Labo son carton y ya está. No hace falta ni pegamento. (M. Mcloughlin)
Los vídeojuegos de Labo son carton y ya está. No hace falta ni pegamento. (M. Mcloughlin)

Todo hace pensar que Labo no se va a quedar en un mero juego para niños. Es cierto que el componente lo hace ideal para que los más pequeños de la casa se familiaricen con la programación y con el diseño industrial. Pero no hay que negar que esto va a despertar el interés de gente mucho mayor. Tiene todas las papeletas para que se convierta, como decíamos al principio, en un 'hit' y se conforme una comunidad de creadores que den alas a lo más revolucionario de los últimos cursos.

Cartón. Ese va a ser el próximo gran hit en las tiendas de videojuegos. Nintendo Labo se llama. Es lo más singular y excéntrico que hemos visto en mucho tiempo por estos lares. Un kit de manualidades con el que crear tus propios accesorios para combinar con la Switch, la consola que ha resuelto esa especie de anemia que arrastraba la compañía nipona en el pasado más inmediato. Sobre el papel -permitidme el chascarrillo- puede parecer un disparate. Pero después de probarlo puedo decir que es una de las mayores genialidades que se han visto en años en el gremio.

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