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Dos pantallas y plegable: siete días con el móvil más 'friki' del mundo (y mira, no)
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UN DISPOSITIVO CON BISAGRA

Dos pantallas y plegable: siete días con el móvil más 'friki' del mundo (y mira, no)

El ZTE Axon M es el terminal más marciano y original del año con dos paneles HD que se pueden utilizar juntos o por separado. Sin embargo, pocos usuarios rentabilizarán los 850 euros que cuesta

Cuando a uno le definen como un soplo de aire fresco es porque suele ser original. Atípico. Diferente. Único. Pero también puedes acabar convirtiéndote en lo que se viene a conocer como un 'cuadro'. Algo estrafalario. Incluso bizarro. Algo que rompe con todo pero de una manera no demasiado meditada. Esas son las sensaciones encontradas que tengo después de haber pasado una semana con el Axon M de ZTE, el móvil más 'friki' que he probado en mi vida.

Plegable y con dos pantallas. Con una generosa bisagra situada en la parte derecha. El 'smartphone' estrella de la factoría china para esta primera parte de 2018 bebe directamente de dos tendencias que habían caído en el olvido. Por un lado, la de aquellos teléfonos tipo concha con los que muchos nos estrenamos en esto de tener un móvil. Y por otro, la de esa generación de dispositivos (no tan lejana) como el Note Edge o el V20 de LG que intentaron reservar un trozo del panel para una pantalla secundaria.

placeholder Plegado, el ZTE Axon M es tanto abultado. (C. Castellón)
Plegado, el ZTE Axon M es tanto abultado. (C. Castellón)

Desplegarlo, escuchar el 'clic' de la bisagra y encender las dos pantallas y mostrarla como una sola produce un efecto 'wow' similar al que consiguió el S6 Edge con sus curvas en 2015. Es más, en lo que se refiere a diseño es la propuesta más rompedora en años en el a veces monótono sector de la telefonía. Pero tiene muchos peajes.

Cristal por delante y por detrás. Al cogerlo se siente como un móvil contundente (230 gramos de peso) pero también como una pieza frágil por su armazón exterior. Su peculiar funcionamiento hace que sea complicado crear una funda. Habrá que esperar para ver si alguien da con la tecla porque la sensación de que algo puede salir mal es constante.

Y es que el Axon M tiene ciertas tendencias suicidas. En algunas superficies resbaladizas lo mejor es que lo despliegues y lo poses sobre la parte interior, de aluminio, como los marcos. Más pantalla para ver pero también para manchar y también para romper.

La cara oculta de las dos pantallas

placeholder El modo tablet es muy útil para leer y para jugar. (C. Castellón)
El modo tablet es muy útil para leer y para jugar. (C. Castellón)

Pero, ¿cómo se puede utilizar el Axon M? Pues básicamente tienes cuatro formas de usarlo. Como un móvil de toda la vida. Con una pantalla encendida. En segundo lugar, dispones de un modo espejo que permite reproducir el mismo contenido en ambos lados. Esto puede ser interesante para una reunión donde tienes que poner un vídeo o una presentación.

Sin embargo, hay dos formas especialmente útiles. La de combinar todo en una sola pantalla. Una delicia, por ejemplo, para los que leemos en el metro a las mañanas textos largos en el móvil o para los aficionados a juegos. Y eso a pesar de la inevitable separación que produce la unión de los dos paneles, ya que han conseguido darle continuidad para evitar que se queden puntos muertos de lectura. Sin embargo, al modo que más partido he sacado estos días ha sido el de 'multitarea': poder tener una app diferente en cada ventana. Youtube y WhatsApp. Navegador web y mail... sobran los ejemplos.

Doble pantalla para ver más... pero también para manchar y romper

Respecto a las pantallas, cabe explicar que son paneles IPS de 1080p. Tienen 5,2 pulgadas de diagonal y una densidad de 446 píxeles. Cuando se utilizan conjuntamente forman una superficie de 6,75”. En general, el funcionamiento es bueno -tanto en exteriores como en interiores- pero hay un lunar que empaña este apartado: la calibración. En la secundaria se destila un toque ligeramente amarillento en la reproducción de los blancos al inclinarla ligeramente hacia los lados.

¡Felicidades zurdos del mundo! Probablemente no sea algo intencionado ni meditado. Pero al colocar la bisagra en el lado derecho han desterrado todos los botones y el sensor de huellas al lado izquierdo.

placeholder La bisagra del ZTE Axon M es la clave de este terminal (C. Castellón)
La bisagra del ZTE Axon M es la clave de este terminal (C. Castellón)

Alguien acostumbrado a tener los controles en la derecha notará el cambio e incluso, como a mí me ha pasado, inconscientemente intentará desbloquear el móvil al revés. Lo ideal hubiese sido ofrecer una alternativa de 'software' para configurar la parte que queremos que sea la principal.

El sensor de huellas está integrado en el botón de encendido. No hay problemas de identificación, como se puede esperar de un móvil de más de 800 euros a estas alturas de la película. Sin embargo, la elección del dedo no es baladí. Con el teléfono desplegado puede ser harto complicado alcanzarlo, la verdad.

Sorpresa: una sola cámara

placeholder El ZTE Axon M, en el modo de 'smartphone' tradicional. (C. Castellón)
El ZTE Axon M, en el modo de 'smartphone' tradicional. (C. Castellón)

La sorpresa es que sólo haya una cámara. Una para todo. No hablamos de una única lente. Tenemos un único sensor para cubrir el papel de cámara principal y frontal. Y nuevamente esto condiciona la experiencia. Aunque se supone que el sistema lo 'predice' la mayoría de ocasiones, abres la app de cámara y toca darte la vuelta al móvil para controlarla desde la otra pantalla.

De noche cumple con bastante eficiencia, tanto en la captación de luz, representación de colores como en nitidez gracias a su f/1.8 y el estabilizador dual de imagen. Es una cámara solvente en líneas generales aunque no te dejará boquiabierto con los resultados. En vídeo decir que si lo utilizamos a modo de cámara frontal nos dejará una resolución máxima de 1080p. Si lo hacemos como cámara principal, podremos grabar en 4K.

Aquí os dejamos unas imágenes tomadas con el Axon M:

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Fotografía con el Axon M
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Fotografía con el Axon M
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Fotografía con el Axon M
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Fotografía con el Axon M
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Fotografía con el Axon M
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Fotografía con el Axon M

Algo más tendrá...

placeholder El ZTE Axon M cuenta, por sorpresa, con una única cámara. (C. Castellón)
El ZTE Axon M cuenta, por sorpresa, con una única cámara. (C. Castellón)

Cualquiera podría imaginar que un móvil tan flamante como este tendría un motor de última generación. Pues bien, cuenta con un señor motor... pero de una generación anterior. El Snapdragon 821, un quad-core que llega jalonado con 4GB de RAM y 64 de memoria interna, ampliables hasta 256. Vaya por delante que es suficiente para el común de los mortales. Pero lo cierto, aunque debería soportar sin problemas las actividades más exigentes, es que en algunas ocasiones se echa en falta algo de fluidez.

El software que trae incorporado es el Android 7.1.2 y a momentos (pocos) se siente lento. Por ejemplo, a la hora de cambiar de modo de pantalla o al lanzar la app de cámara falta frescura. Quizás ZTE hubiese andando más acertado si llega a esperar a la próxima versión de Android, que incluirá soporte para este tipo de inventos con dos pantallas.

Foto: Vista del 'notch' del iPhone X /Efe

La batería es de 3.180 mAh y cuenta con el sistema de carga rápida 3.0. Aguanta una jornada completa lejos del enchufe, a excepción de que abusemos y mucho de la doble pantalla y seamos generosos con el brillo. Vamos, que las 20 horas de autonomía son fáciles de alcanzar. El conector es USB Tipo C, situado en la parte inferior, escoltado por dos altavoces.

¿Entonces qué hago?

placeholder El metal del Axon M queda dentro. El cristal, fuera. (C. Castellón)
El metal del Axon M queda dentro. El cristal, fuera. (C. Castellón)

Pero... ¿merece la pena comprarlo? Voy a recuperar uno de esos momentos grandiosos de la televisión. En la segunda temporada de Los Simpsons, Homer recibe el encargo de su hermano perdido de crear un coche que revolucione la industria del automóvil.

La historia acaba en una amalgama de ocurrencias que son un completo desastre. No estoy diciendo que el Axon M sea algo parecido. Pero a veces da la sensación que sigue siendo un producto de laboratorio. Los controles, el funcionamiento de una única cámara o la integración de la bisagra... son elementos que transmiten la sensación de que el objetivo era poner dos pantallas y el resto de soluciones se iba improvisando sobre la marcha. No digo que sea un mal móvil pero por 850 euros (el precio que ronda con Vodafone, quien tiene la exclusividad de momento) hay que dar más y cuidar más el resultado final.

El Axon M es innovador pero quizás haya salido del laboratorio de manera prematura

Lo que hay que reconocer es que ZTE ha hecho un esfuerzo por plantear algo diferente, algo disruptivo, en una industria que a veces está acomodada. El Axon M va a dar visibilidad a esta marca, que ha sido silenciado en los últimos tiempos por el empuje de sus compatriotas Huawei, Xiaomi u Oppo. Pero la sensación que queda es que han querido salirse del redil por el camino equivocado. Los tiros, simplemente, deberían ir por otro camino.

Cuando a uno le definen como un soplo de aire fresco es porque suele ser original. Atípico. Diferente. Único. Pero también puedes acabar convirtiéndote en lo que se viene a conocer como un 'cuadro'. Algo estrafalario. Incluso bizarro. Algo que rompe con todo pero de una manera no demasiado meditada. Esas son las sensaciones encontradas que tengo después de haber pasado una semana con el Axon M de ZTE, el móvil más 'friki' que he probado en mi vida.

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