Que tiemble Xiaomi: el Meizu M6s es la gran alternativa china por solo 200 euros

Es mejor llegar bien que llegar rápido. Parece que esa es la filosofía que ha abrazado Meizu en su estrategia para remontar las ventas este año, que ha comenzado con el lanzamiento de su primer móvil con pantalla 18:9. Para muchos, el M6s llega tarde: varios meses después del OPPO F5, que abrió la gama media a los terminales con ‘pantallas infinitas’, y detrás de la nueva familia económica Redmi 5 de Xiaomi.

Sin embargo, la empresa de Zhuhai afirma que ha esperado lo que debía: no bastaba con cambiar la pantalla y adoptar una ‘infinita’, era necesario buscar soluciones técnicas para los diferentes retos que plantea este terminal.

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El más evidente está en el desbloqueo del móvil. Con un panel que apenas deja espacio para los marcos superior e inferior, las opciones son limitadas. La mayoría de fabricantes, incluido Xiaomi, han optado por situar el sensor de huellas dactilares en la parte trasera, un engorro para quienes quieren acceder al ‘smartphone’ cuando está sobre la mesa sin tener que levantarlo.

Los retos de un 'rompe precios'

Los aparatos más caros de otras marcas han optado por desarrollar sistemas de desbloqueo facial que Meizu ha descartado en un aparato que costará en torno a 200 euros cuando se lance en España, posiblemente en abril.

Así que ha optado por ubicar el sensor en el borde lateral derecho, justo debajo del botón de encendido. Y el sistema funciona muy bien. Aunque la superficie del lector es inferior a la que se suele instalar en los paneles frontal o trasero, resulta efectivo: no es ni el sensor más rápido ni el más preciso, pero hace su función aunque se toque con la punta del dedo índice.

Otro de los retos que presentaba el M6s era el rediseño del icónico botón M-Back de Meizu, que la marca lanzó hace ya seis años y que aglutina en un solo botón las tres funciones típicas de los dispositivos Android. Se trata de uno de los elementos mejor valorados por los usuarios, ya que sirve para todo: con un toque se vuelve atrás y presionándolo se va al menú de inicio.

Sin un botón físico, parecía que el M6s tendría que deshacerse de él, pero Meizu lo ha convertido en un botón virtual que discrimina entre un toque y presión más fuerte para lograr que mantenga sus funciones y que la navegación sea igual de rápida y práctica que en otros modelos.

Es más, ha añadido otros gestos a la barra de navegación, de forma que el usuario puede cambiar entre aplicaciones deslizando el dedo de un lado a otro. Hay que reconocer que el sistema es muy satisfactorio y agiliza las operaciones con el teléfono.

Un cuerpo trabajado

En cualquier caso, lo primero que salta a la vista en el M6s es la gran calidad de sus acabados. No en vano, el cuerpo metálico que adopta es una versión derivada del PRO6, que estrenó las antenas nanoinyectadas en curva. A diferencia de los Xiaomi y del OPPO, el M6s no rompe la pieza metálica con partes de plástico, lo cual marca una diferencia importante en la sensación que da. Además, el uso de cristal curvado 2.5D le da un aire Premium que se ve pocas veces en un terminal de su gama.

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Desafortunadamente, nada es perfecto. Si bien es de agradecer que Meizu no haya sucumbido a la epidemia de teléfonos sin puerto jack para los auriculares, el uso de un Micro-USB no se entiende, ya que ha quedado obsoleto. Claro que también es el que utilizan sus competidores más directos y el USB-C tampoco es que tenga grandes ventajas sobre su antecesor.

Una pantalla algo rácana

Por otro lado, aunque la adopción de la pantalla 18:9 es un acierto -y una necesidad a estas alturas-, la resolución HD+ se queda un poco corta y por detrás de la FHD que adoptan Xiaomi -en el Redmi 5 Plus- y OPPO. En un panel tan grande como el del M6s -5,7 pulgadas- la diferencia es apreciable a simple vista, y la única ventaja que tiene esta resolución rácana es el menor consumo de batería.

Finalmente, la sustitución de los chips Mediatek habituales en esta gama de Meizu por el procesador Samsung Exynos 7872, fabricado con tecnológica de 14 nanómetros y equipado con seis núcleos que trabajan a una frecuencia máxima de 2.0 Ghz, es un importante paso adelante, pero se echa de menos algo más de memoria RAM. El M6s viene con 3GB que se antojan escasos en una época en la que muchos teléfonos chinos incorporan ya 4GB. Además, la GPU Mali-G71 se queda un poco corta con los videojuegos más exigentes.

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No obstante, el funcionamiento del terminal es fluido en el resto de situaciones. Y la batería de 3.000 mAh. ofrece casi 9 horas de pantalla, lo cual se traduce en día y medio de uso normal. La carga rápida de 18W proporciona un 51% de batería en media hora y el 100% en unos 70 minutos. Son, sin duda, prestaciones que hasta no hace mucho solo se veían en aparatos que costaban tres veces el precio del M6s.

Flyme, una delicia china

En lo referente al sistema operativo, Flyme se consolida como una de las mejores capas chinas de Android. Es liviana pero muy personalizable e intuitiva. No arriesga demasiado, algo que sí hacen MIUI -Xiaomi- y ColorOS -OPPO-. Eso impide que ofrezca funciones innovadoras, pero también es más sencilla de manejar. La única pega es que todavía está basada en Android 7, y no parece que la marca vaya a ofrecer una actualización a la octava versión del sistema de Google. Al menos en el futuro más cercano.

Las comparaciones pueden ser odiosas, pero es imposible no hacerlas entre el M6s y los dos integrantes de la familia Redmi 5. Además, si finalmente Xiaomi se decide a venderlos oficialmente en España, es muy posible que todos lleguen al mismo tiempo a nuestro país. Así que será muy lógico preguntarse cuál es mejor.

La respuesta no es sencilla. El Meizu M6s es notablemente superior al Redmi 5, pero la versión Plus lo supera en memoria RAM -4GB-, batería -4.000 mAh.-, resolución de pantalla -FHD-, y GPU -Adreno 506-. No obstante, la calidad de los materiales y de los acabados es muy inferior a la del Meizu, el procesador Qualcomm Snapdragon 625 está ligeramente por debajo en rendimiento -quizá por los núcleos Cortex A73 del M6s-, y en TEKNAUTAS hemos comprobado que componentes como el Wifi o el Bluetooth son sensiblemente más lentos.

La cámara, una victoria

Así que el elemento definitivo para tomar una decisión puede ser la cámara. Y aquí Meizu sale victoriosa. En primer lugar, cuenta con una lente más luminosa que el Redmi 5 Plus -f 2.0 frente a f 2.2-, y la empareja con un sensor de mayor resolución -16 megapíxeles frente a 12-. Algo parecido sucede con la cámara de los ‘selfis’, que en el Meizu tiene 8 megapíxeles y en el Xiaomi 5. Eso sí, la calidad del vídeo es superior en el Redmi 5 Plus, ya que permite grabar en 4K (¿en serio alguien lo hace?) mientras que el Meizu se queda en FHD.

Sin duda, el M6s va a ser uno de los mejores móviles de gama media de la primera mitad del año. Y seguramente se convierta en el más vendido de Meizu. Pero está por ver si servirá para que la marca logre mejorar unas ventas que el año pasado retrocedieron debido al aumento de la competencia de otras empresas chinas.