Un colchón inteligente que te ayuda a mejorar la calidad del sueño

Si te levantas cansado y no sabes por qué ya está aquí el primer colchón inteligente que te lo sabrá decir. Se trata de un nuevo concepto de cama que permite personalizar la superficie de descanso a través de una aplicación disponible para smartphone y tablet. Si habitualmente elegíamos el colchón principalmente por su firmeza, ahora es la cama la que se adapta a la persona según sus características físicas para proporcionar el descanso reparador.

Pionero en el mercado, el nuevo iBed de Flex no es una cama estática. Es el único colchón que aprende de tus sueños. Monitoriza los movimientos y las formas del cuerpo de hasta dos personas al mismo tiempo para elaborar un informe detallado del sueño al día siguiente con datos como el número de horas dormidas o el índice de calidad del sueño. Este colchón del futuro se adapta a cada persona en función de su anatomía y las costumbres posturales de cada noche. Además, permite elegir la firmeza en distintas posiciones.

La falta de horas de sueño de manera continuada puede provocar cambios de humor, tristeza, irritabilidad, aumento del estrés y ansiedad

Los datos indican que un 41% de los españoles reconoce despertarse con la sensación de haber dormido mal y solo un 56% de la población afirma dormir toda la noche, según el último informe realizado por el Centro de Investigación del Sueño de Flex. El 93% de los españoles considera el colchón como el elemento más necesario para un descanso óptimo. Mantenerlo en buen estado y renovarlo cada 10 años es importante.

Pero, ¿cuál es la diferencia fundamental entre este colchón inteligente y otros dispositivos móviles que monitorizan el sueño? Fundamentalmente que iBedFlex es una cama activa, que cambia con el tiempo y te permite llevar la configuración de tu cama a una segunda ubicada en otra vivienda. Esto se traduce en miles de datos almacenados para configurar un perfil sobre la forma en la que dormimos y poder mejorarla.

Escoger un buen colchón para asegurar el buen descanso y evitar episodios de insomnio, ansiedad y otros problemas derivados de no dormir bien, como el debilitamiento del sistema inmunológico, es fundamental según los expertos. Pero, ¿existe un colchón idóneo para todo el mundo? La mejor cama sería aquella que pudiese adaptarse a las características físicas de cada persona. Y este es precisamente el objetivo que ha perseguido Flex con su nueva propuesta.

La información obtenida a través de la app iBedFlex puede ayudar a corregir posibles problemas de cervicales, espalda o circulación, e incluso dolor en las articulaciones, así como a mejorar los hábitos que influyen en la calidad del sueño.

Trabajando en la búsqueda del descanso perfecto desde 1912, Flex da ahora un paso más en su misión ofreciendo un descanso 100% personalizable. “Es una revolución total a lo que estamos acostumbrados hasta ahora”, explica el director de Innovación y Desarrollo del Grupo Flex, Tomás Romero.

El colchón, clave para una buena salud

Dormir mal no solamente afecta a nuestro cuerpo, sino también a nuestra mente. La falta de horas de sueño de manera continuada puede provocar cambios de humor, tristeza, irritabilidad, aumento del estrés y ansiedad. Cambiarlo está en nuestras manos. Se ha demostrado que las molestias musculares como los problemas de insomnio pueden mejorar utilizando el equipo de descanso adecuado a nuestras necesidades.

En este sentido, otra de las ventajas del iBedFlex es su tejido BioCeramics. Este aporta grandes beneficios para el organismo, ya que ayuda a aumentar el flujo de la circulación sanguínea a nivel capilar potenciando la actividad de las células del cuerpo humano y mejorando así la sensación de bienestar.

Según los estudios realizados por el laboratorio austriaco Pro Schlaf, especialista en estudios sobre el sueño, la mayor parte de los trastornos del sueño se relacionan con el equipo de descanso y el 50% de todas las discapacidades prematuras están relacionadas con problemas en la columna. Como último dato relevante, las investigaciones indican que las personas que duermen menos de cinco horas de manera continuada tienen un 12% más de riesgo de mortalidad.