Las cloacas de Wallapop: los peores anuncios de compraventa en internet
La página de Facebook recoge conversaciones que podrían iniciar guerras civiles, fraudes que parecen chistes o las descripciones más absurdas de la aplicación de compra y venta
Comprar o vender productos online puede ser toda una odisea. Buceando en aplicaciones como Wallapop, llega a ser habitual encontrar vendedores que no tienen muy claro qué están ofreciendo o compradores que creen estar en una página de citas. Wallapuff, en su buena intención de hacer reír, escarba en las entrañas de Wallapop y recopila los productos más desastrosos o las conversaciones más absurdas.
Manu Pradas es cómico, profesor de monólogos e improvisador teatral. Su mujer, Miriam Romero, es directora adjunta de la academia de monólogos PerformArt y junto con Emilio Narváez, community manager y periodista, son los otros dos integrantes de la página de Facebook. La idea nació hace poco más de dos años, cuando Manu se encontraba en la playa de Málaga. Tenía alguna cosilla que no utilizaba y había recurrido a Wallapop para venderla. El culo de botella de vodka que vio a la venta fue lo que prendió la mecha de su futuro proyecto humorístico. “Fue cuando se me ocurrió buscar cosas raras”, explica a El Confidencial. “Había unos zapatos usados con la marca de un juanete. ¡Tiene que tener tu mismo juanete para que te sirva!”
A ver si cuela
Un hit de Wallapop es la publicación de productos a la venta que, en la realidad, no suelen cubrir las expectativas. Aunque muchas veces, sus vendedores ni se esfuerzan en maquillarlo. De hecho, algunos suelen ser demasiado sinceros.
Esta herradura, por ejemplo, es una oportunidad que solo pasa una vez en la vida.
La magia del rebranding: la nevera-armario.
Colección exclusiva de piedras que se pueden encontrar en cualquier playa.
'Hay muy pocas iguales'. Por suerte.
Si no tienes lo que vendes, puedes dibujarlo.
Por fin un sitio donde guardar los Celtas.
Venta de algo que para nada ha sido robado.
Al poco tiempo de nacer Wallpuff, el hermano gemelo de Wallapop, tuvo tanto éxito que sus creadores ya no necesitaban buscar ventas estrambóticas. Ahora mismo, cuentan con más de 166.000 seguidores. “La gente nos enviaba todo. Ahora mismo tenemos hasta lista de espera”, cuenta Manu. Pero dejan algunos sin publicar. Muchas veces, tienen que hacer una selección ante la avalancha de material que reciben, que no siempre es adecuado. Miriam es quien se encarga de ello. “Nos hemos encontrado de todo, incluso amenazas que eran para denunciar a la guardia civil”.
Descripciones
La descripción de un producto es algo importante para una venta exitosa. Mientras algunos parecen haberla escrito con los ojos vendados, otros cuentan historias apasionantes. Como este caballero:
¿Quién no querría una tele del pleistoceno?
'Ideal para mascotas o suegras'
La desesperación pura.
Algunas llegan a otro nivel con el autocorrector
Centurión a la venta por falta de uso.
Ya han llegado las armas alienígenas con el extractor de humanos.
La mejor calidad-precio.
En Wallapuff cuelgan tres productos o conversaciones diariamente. “Debemos llevar unas 4.000 capturas”, cuenta Manu, que asegura que a la hora de publicar una, saben si está repetida. “Nos acordamos de todas”. A pesar de la enorme cantidad de productos que son carne de Wallapuff, Manu recalca que el porcentaje es muy bajo respecto a todo lo que hay en Wallapop. De hecho, sigue utilizando la aplicación: “Hace poco he tenido a mi tercera hija y hemos comprado las cosas por ahí. No hemos tenido ningún problema”.
Servicios
Además de vender productos ya utilizados, en Wallapop mucha gente aprovecha para intercambiar sus talentos por una módica cantidad. Aunque algunos no sean del todo legales, puedes poner orden en tu vida por solo 6 euros, por ejemplo:
Las clases también le vendrán bien a él.
Déjame tu iPhone para que haga fotos y te las venda.
Algo común en las recolecciones de Wallapuff son los chats de ligue. En la aplicación, algunos usuarios suelen abrir conversaciones privadas para intentar ligar con la vendedora y la mayoría de las ocasiones no suele acabar bien. “Alguno nos ha hablado pidiendo que retiremos la captura de pantalla, que le ha reconocido la familia de su mujer”, ríe Manu. Pero en general, asegura que los mensajes que reciben respecto a la opinión de Wallapuff son muy positivos. “La gente nos dice que les hace reír y que les alegra el día”.
Conversaciones
Otros de los aspectos más significativos de Wallapop son sus conversaciones entre comprador y vendedor. Además de servir para acordar el precio y cerrar el trato, Wallapuff recoge algunas de las más extrañas y graciosas. Como esta chica, que tiene problemas para saber lo que es el precio.
De aplicación a ONG.
Lo he hecho yo
Hay una gran cantidad de artistas en el mundo. Lamentablemente, no parecen estar en Wallapop. Como el que ha hecho este muñeco. Tú no siempre ganas, Doraemon.
Comprar o vender productos online puede ser toda una odisea. Buceando en aplicaciones como Wallapop, llega a ser habitual encontrar vendedores que no tienen muy claro qué están ofreciendo o compradores que creen estar en una página de citas. Wallapuff, en su buena intención de hacer reír, escarba en las entrañas de Wallapop y recopila los productos más desastrosos o las conversaciones más absurdas.