El autor de la foto que arrasa en Twitter: "Hasta hace nada no sabía qué era un meme"

Antonio Guillem tiene 45 años y es fotógrafo de ‘microstock’ (banco de imágenes) desde hace unos 5 años. Vende más de 1600 fotos diarias y hace unas semanas se enteró que una de sus imágenes se ha convertido en el meme del verano. Sí, este barcelonés es el autor de la ya mítica imagen en la que aparece una chica paseando y tras ella una pareja en la que el joven se da la vuelta para mirarla mientras la novia le reprocha el gesto. Y no le ha gustado demasiado que se haya popularizado a este nivel.

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P.C.

"El tema del meme, es algo anecdótico que puede resultar curioso, pero no es algo que nos haya preocupado hasta ahora que se ha descontrolado", explica Guillem en conversación con Teknautas. El fotógrafo, que se ha visto obligado a mandar una nota a los medios debido a la cantidad de periodistas que querían hablar con él, asegura no estar enfadado por lo ocurrido pero sí sorprendido: la imagen viralizada no está, ni mucho menos, entre las más vendidas de su stock. "Nuestras imágenes más vendidas consiguen unas 5000-6000 ventas en un año, mientras que la del meme, unas 700 anuales".

Memes sobre la vida, sobre la comida, sobre fútbol, sobre ‘Juego de Tronos’, sobre Manuel Bartual… No hay una explicación clara respecto a qué es lo que ha llevado a que esta simple fotografía haya llegado tan lejos pero lo cierto es que la gente ya está hasta explicando la política internacional con ella. Y no solo es un fenómeno español, ni mucho menos, como confiesa el propio fotógrafo. La mayoría de peticiones de entrevistas ha llegado de fuera de nuestro país.

Aún sorprendido por lo que le está pasando, Guillem tampoco se aventura a dar las claves por las que una imagen que apenas ha vendido haya llegado a viralizarse a este nivel. "Creo que la foto en sí resultó una buena base para ese alguien que tuvo la genial idea de convertirla en una metáfora que vale para todo", comenta. Y es que nada en la producción ni en la realización parecía mostrar que pudiera llegar a esta fama mundial. La imagen fue tomada en 2015 en una sesión "atrevida" hecha en Gerona en la que quería plasmar de una forma desenfadada la infidelidad. Incluso asegura que los escenarios se improvisaron por falta de tiempo.

Cuidado con el copyright

Aunque Guillem se toma el tema de la viralización de forma alegre y anecdótica, lo cierto es que confiesa que sí le molesta algunos detalles, como que nadie haya pagado por ella. "Todas nuestras fotos están sujetas a las leyes de copyright. No está permitido su uso sin licencia bajo ninguna circunstancia", explica. Asegura que no ha vendido ninguna tras su popularización: "La foto en cuestión se ha vendido 1500 veces. Todas ellas antes de viralizarse", confiesa.

Deja claro que no tiene pensado denunciar de forma masiva a la gente que esté usando su foto porque la mayoría de la gente lo hace "de buena fe" pero sí tiene claro que irá contra cualquiera que ataque a la integridad de los modelos. "Lo que sí es preocupante y no admitiremos en ningún caso, tomando las medidas legales oportunas, es el uso de la imagen que perjudique, o pueda perjudicar a alguno de los modelos o a mí mismo". Él pone de ejemplo un caso en el que al chico le han puesto cara de perro, y a la joven del vestido rojo un paquete de comida de perro como cara.

Eso sí, este barcelonés de 45 años que empezó en la fotografía porque se quedó sin trabajo durante la crisis prefiere quedarse con lo bueno de todo esto. Él, que ha pasado de "no saber nada de fotografía" a convertirse en uno de los fotógrafos con más ventas en ‘microstock’, se lleva de esta experiencia el haber aprendido lo que es un meme: "hasta hace nada no sabía ni lo que era, los modelos me lo han tenido que explicar".