Es noticia
Una pequeña isla europea planea convertirse en la cuna de los coches sin conductor
  1. Tecnología
quiere atraer a las compañías para hacer pruebas

Una pequeña isla europea planea convertirse en la cuna de los coches sin conductor

La Isla de Man, una dependencia de la Corona británica, pretende dar facilidades a las compañías para que se animen a probar sus vehículos en sus 572 kilómetros cuadrados

Foto: (Wikimedia)
(Wikimedia)

A medio camino entre Irlanda y Gran Bretaña, hay una isla más pequeña que Madrid capital. Una porción de tierra en la que solo viven 85.000 habitantes, aunque cada año se hable de ella en todo el mundo por la celebración del Tourist Trophy de la Isla de Man, una centenaria carrera de motos considerada como la más peligrosa del mundo. No en vano, más de 240 pilotos han fallecido desde que en 1907 un grupo de amantes de las dos ruedas comenzaran a competir por sus zigzagueantes caminos.

Ahora, esta dependencia de la Corona británica, que presume de tener el Parlamento más antiguo en funcionamiento de forma ininterrumpida -hace más de mil años que abrió sus puertas-, pretende hacerse famosa por permitir los trayectos de otros innovadores vehículos. Más allá de las motos eléctricas que participan en el TT Zero Challenge anualmente, la Isla de Man aspira a convertirse en el lugar ideal para los fabricantes de coches sin conductor.

"Tener coches autónomos probándose en la isla podría mejorar nuestra reputación innovadora", asegura a Teknautas Allan Bell, ministro principal de la Isla de Man. "Nuestra geografía es también una ventaja. Puedes ir desde un entorno urbano bastante complejo a una carretera desierta en menos de diez minutos". A juicio del jefe de Gobierno, en esta isla se reúnen "todos los obstáculos de la vida real" con los que se puede encontrar un coche autónomo. Además, lo hacen en 572 kilómetros cuadrados.

La legislación actual de Isla de Man ya permitiría circular a estos vehículos, aunque Allan Bell planea aprobar un código de prácticas este mismo verano con el fin de que las compañías firmantes puedan comenzar a realizar sus pruebas lo antes posible. Un grupo de expertos también está evaluando qué otros incentivos pueden seducir a la industria de la automoción para realizar sus ensayos en la isla. Eso sí, aunque el máximo dirigente asegura que ya ha comenzado a negociar con varias compañías, por el momento no quiere dar nombres.

Un pequeño territorio en una lucha de gigantes

Mientras California o Nevada aprobaban leyes para permitir las pruebas de coches sin conductor al otro lado del charco, Reino Unido presentó el año pasado un primer código de prácticas para animar a las empresas a realizar sus ensayos con vehículos autónomos en el que podría haberse inspirado la Isla de Man.

El Ejecutivo británico también prevé una revisión de sus leyes actuales que estaría lista en 2017 como parte de su plan para pisar el acelerador en la carrera de los coches sin conductor. De hecho, en julio comenzarán a circular por las calles de Londres una suerte de cápsulas autónomas similares a las que ahora se desplazan sobre raíles por el aeropuerto de Heathrow.

Las autoridades londinenses llevan tiempo negociando con Google para que sus vehículos salgan de Estados Unidos. Precisamente, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras de la potencia norteamericana acaba de informar a la compañía de Mountain View de que sus coches autónomos pueden ser considerados por una ley federal como un conductor más, igual que los humanos.

Alemania, que ya ha realizado pruebas con camiones de Daimler en algunos tramos de su red de autopistas; Suecia, cuya Agencia de Transporte también ha dado luz verde a las pruebas de vehículos autónomos; o Países Bajos, donde el Gobierno promovió los ensayos a gran escala, son otros de los participantes en esta particular competición. En España, pocos días después de que la DGT estableciera el marco para la realización de pruebas con coches autónomos, ya vimos viajar a un coche sin conductor de Vigo a Madrid, y San Sebastián es el nuevo campo de pruebas de los autobuses robóticos.

El código de prácticas de la Isla de Man pretende ser así un caramelo para diferenciarse de las grandes potencias y que los fabricantes se desplacen a este pequeño terreno en el Mar de Irlanda. También es el preludio, como en el caso de Reino Unido, de una futura legislación.

"Se necesitarán algunos cambios de nuestras leyes de carreteras para hacer posible la utilización de coches autónomos masivamente”, afirma Bell. “Esto sirve para asegurar que cubrimos temas de seguros de vida y responsabilidad".

De la "isla del Bitcoin" a la del coche autónomo

Precisamente los cambios legislativos son, a juicio del mandatario, el punto fuerte de la isla que gobierna: al ser independiente tanto del Reino Unido como de la Unión Europea, puede aprobar sus propias leyes de forma más sencilla. En este caso, están dispuestos a que el proceso sea rápido.

El máximo dirigente de la Isla de Man también destaca como factor de diferenciación que el territorio tiene una "estructura de impuestos competitiva para las compañías". Las empresas apenas pagan tributos, lo que sin duda supone un atractivo.

De hecho, aunque hasta hace unos años la Isla de Man ha sido considerada como un paraíso fiscal, aprobó uno de los últimos exámenes de la OCDE y la Comisión Europea no la incluyó en la lista negra que publicó hace unos meses. España y otra decena de países acaban de firmar acuerdos de intercambio de información tributaria con esta dependencia de la Corona británica que parece dispuesta a quitarse el sambenito de oasis para los defraudadores.

La Isla de Man tampoco está exclusivamente centrada en la innovación que suponen los vehículos sin conductor. De hecho, Bloomberg la ha apodado "isla del Bitcoin" por su apoyo a esta criptomoneda. Fue uno de los primeros lugares del mundo donde se estableció un marco regulatorio, una legislación que alentó a las empresas a utilizar bitcoines en sus transacciones.

Bell señala que ya hay un gran grupo de compañías tecnológicas en la zona a las que podrían sumarse los fabricantes de automóviles. De hecho, el Gobierno se enorgullece de haber aprobado una legislación ya en 2001 para beneficiar al juego online, que actualmente es su principal motor económico. Poker Stars o Microgaming son algunas de las compañías que tienen su sede en la isla y el juego a través de internet representa ya el 16,7 % de sus ingresos totales.

El Ejecutivo ha propuesto crear además un fondo de desarrollo para empresas de 50 millones de libras (64 millones de euros) que apoyen negocios innovadores y que generen empleo en la isla, de los que, según el jefe de Gobierno, podrían beneficiarse desde las compañías de coches autónomos hasta las de robótica. El Gobierno británico, por su parte, ha anunciado recientemente ocho proyectos relacionados con el desarrollo de la tecnología de coches sin conductor, con ayudas por valor de 20 millones de libras (25 millones de euros).

En el mismo territorio que aspira a convertirse en la cuna de los coches conductores siguen circulando locomotoras a vapor e incluso tranvías de caballos

"La Isla de Man no tiene sumas similares para invertir, pero tiene un Gobierno que está dispuesto a moverse rápido para apoyar a esta nueva industria de todas las formas que pueda. Lo primero que necesitamos es llegar a un acuerdo con una compañía para que ponga sus vehículos en nuestras carreteras. Veremos qué llega después", señala Bell.

El jefe de Gobierno cree que sus ciudadanos son conscientes de las ventajas de la tecnología y no se opondrán a sus reformas. Al fin y al cabo, están acostumbrados a ver cerradas las carreteras cada año por la celebración del TT de la Isla de Man.

Ahora bien, en el mismo territorio que aspira a convertirse en la cuna de los coches conductores siguen circulando locomotoras a vapor e incluso los turistas se desplazaban hasta hace unos días en singulares tranvías de caballos, un servicio que operaba desde 1876 y que el ministro de Transporte, Phil Gawne, también planea recuperar.

Tradición y modernidad chocan en esta isla de contradicciones y extravagancias donde ni siquiera los gatos tienen cola. Ahora solo falta que sus peculiaridades atraigan también a las empresas deseosas de que, en 2020, sus vehículos robóticos circulen por las carreteras. ¿Conseguirá la Isla de Man una buena posición en la carrera de la innovación automovilística o acabará quedando por detrás de las grandes potencias? Un David contra Goliat en toda regla que se librará en los próximos años.

A medio camino entre Irlanda y Gran Bretaña, hay una isla más pequeña que Madrid capital. Una porción de tierra en la que solo viven 85.000 habitantes, aunque cada año se hable de ella en todo el mundo por la celebración del Tourist Trophy de la Isla de Man, una centenaria carrera de motos considerada como la más peligrosa del mundo. No en vano, más de 240 pilotos han fallecido desde que en 1907 un grupo de amantes de las dos ruedas comenzaran a competir por sus zigzagueantes caminos.

Reino Unido Ayuntamiento de Madrid
El redactor recomienda