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He probado un Huawei Mate 8 y no necesito un móvil tan aparatoso
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pantalla de 6" y batería de 4000 mah

He probado un Huawei Mate 8 y no necesito un móvil tan aparatoso

Va sobrado de pulgadas y de horas de vida útil, pero la cámara flojea y es tan grande que me cuesta llevarlo en el bolsillo sin que resulte molesto

Foto: La pantalla del Mate 8, de seis pulgadas, es uno de sus grandes activos. (Enrique Villarino)
La pantalla del Mate 8, de seis pulgadas, es uno de sus grandes activos. (Enrique Villarino)

Vaya por delante que no soy el mayor seguidor de los 'phablets'. Se quedan a medio camino entre dos ofertas que pueden coexistir perfectamente: el 'smartphone' y la tableta. Y me encantaría poder llevar uno en el bolsillo, por aquello de tener una buena pantalla en la palma de la mano. Pero basta con guardarlo en el bolsillo para darme cuenta de que me he venido demasiado arriba. Algo parecido a hacer la compra con el estómago vacío.

Por eso, cuando saco de la caja el Huawei Mate 8, no puedo evitar arquear una ceja al pensar que lo voy a tener complicado para manejar la pantalla y para guardarlo en el bolsillo frontal de mi pantalón sin que sobresalga.

Dos aspectos sobresalen en el Mate 8 que Huawei ha priorizado en este modelo: la pantalla de 6“ y la batería de 4.000 mAh

No se puede negar que el Mate 8 es una buena actualización del terminal de gama alta de la firma china. Es más resultón en sus formas exteriores y ha desechado los acabados en plástico que dominaban la versión anterior del teléfono para ofrecer aluminio en prácticamente todas sus vertientes. El resultado es un dispositivo que, visto desde fuera, justifica los 550 euros que cuesta.

Pero vamos a lo que esconde la carcasa, que es lo que realmente interesa. Dos aspectos sobresalen en el Mate 8. Dos que Huawei ha priorizado en este modelo: la pantalla y la batería. La primera gana por goleada a muchos 'smartphones' actuales, si hablamos de tamaño. Pocos teléfonos pueden competir con las seis pulgadas del terminal que nos ocupa.

También es cierto, y notorio, que la resolución a 1080p desluce ligeramente una pantalla que no puede competir en densidad de píxeles (368ppp) con la del iPhone 6s Plus (401) o la del Galaxy S6 (577). También queda algo por detrás del 'display' del terminal de Samsung de gama alta, que probablemente muestre los mejores colores en pantalla hasta la fecha y que, a título personal, es la mejor pantalla hasta la fecha.

[Lea aquí: 'Los mejores 'smartphones' de 2015 en todos los rangos de precios']

La batería es el apartado en el que el Mate 8 brilla con luz propia. Gana, y por goleada, a los grandes 'smartphones' de gama alta del mercado. Si mantenemos la comparación con el 6s Plus y el S6, los números no engañan: 4.000 mAh por 2.750 y 2.550. Esos números, siempre fríos, esconden una realidad más jugosa: si no vives enganchado al móvil puedes estirarlo casi, casi hasta los dos días.

La cámara frontal del Mate 8, de 16MP, no ofrece los resultados esperados si se compara con las de otros 'smartphones' de gama alta

Los 3GB de RAM, los 32GB de almacenamiento y el procesador Kirin 950 se han probado más que solventes en las pruebas técnicas. ¿En qué se traduce esta retahíla de datos? La experiencia con el Mate 8 es fluida, tanto en el uso de aplicaciones como al jugar. Esta última experiencia se beneficia de la pantalla y si nos centramos en los tiempos de carga al navegar, no podemos extraer nada más que conclusiones positivas. La experiencia es fluida y veloz, en parte también gracias a la incorporación de Android 6.0.

Huawei también ha dado un lavado de cara al lector de huellas digitales, que ahora es redondo. Continúa situado en la parte trasera y la velocidad de respuesta poco tiene que envidiar a la del iPhone 6s. Puede que, en ocasiones, le cueste reconocer la huella pero con el paso de los días parece más una cuestión de cogerle el punto al lector para que lo reconozca a la primera.

Tenemos un problema con la cámara

Para ser un teléfono de gama alta, el Mate 8 tiene un inconveniente bastante serio relacionado con la cámara trasera. No es una cuestión de especificaciones (cuenta con 16MP por los 8MP que tiene la frontal) pero sí de resultado final. La imagen que se encuentra bajo estas líneas está tomada con un Mate 8:

La instantánea que se puede apreciar a continuación, en el mismo lugar y a la misma hora, está tomada con un iPhone 6s:

La nitidez de la imagen lanzada con el teléfono de Apple es más que patente frente a la de Huawei. No estamos ante una mala cámara, pero tanto en ese aspecto como en la representación de los colores, pierde frente a otras apuestas que se sitúan en la gama alta del mercado. Es un pequeño golpe para un teléfono que, en su segmento, está llamado a marcar el techo en prestaciones.

¿Me lo compro?

Un terminal como el Huawei Mate 8, que se sale de la norma, está destinado a un público muy determinado. Si valoras la pantalla y la batería por encima de otros factores, este teléfono se ajusta mucho a tus necesidades. Quizá en pantalla no vaya tan sobrado respecto a la competencia pero en batería bate al resto de teléfonos por varios cuerpos de distancia.

No hay que olvidar que el teléfono cuenta con carga rápida, que rellena un 37% de batería en media hora, y que también tiene un modo de ahorro que estira la vida útil si sospechamos que nos podemos quedar tirados en mitad de la calle.

El tamaño de la pantalla está directamente relacionado con el tamaño. Huawei se las ha ingeniado para integrar media pulgada extra respecto al 6s Plus pero mantener unas dimensiones (157,1 x 80,6 x 7,9 mm) similares a las del teléfono de Apple (158,2 x 77,9 x 7,3 mm) y a las del Mate 7 (157 x 81 x 7,9 mm).

El resultado es un teléfono aparatoso que, repetimos, no está pensado para todos los públicos. Tiene potencia, batería y tamaño sobrados para convencer al usuario que busca esos aspectos concretos pero la cámara flojea y el acabado de la pantalla no supera a sus competidores más inmediatos.

Vaya por delante que no soy el mayor seguidor de los 'phablets'. Se quedan a medio camino entre dos ofertas que pueden coexistir perfectamente: el 'smartphone' y la tableta. Y me encantaría poder llevar uno en el bolsillo, por aquello de tener una buena pantalla en la palma de la mano. Pero basta con guardarlo en el bolsillo para darme cuenta de que me he venido demasiado arriba. Algo parecido a hacer la compra con el estómago vacío.

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