eBay frustra la venta de una bolsa de 'aire hipster' por 20.000 dólares

Agobiado con las letras de su apartamento y con ganas de sacar pasta de cualquier objeto, el neoyorkino Dan Ozzi tuvo una brillante idea: ¿por qué no poner a la venta una bolsa con aire de su barrio? Ojo, que no estamos hablando de un lugar cualquiera, sino de Williamsburg, la cuna de los hipsters. Este suburbio de Brooklyn es un hervidero cultural donde músicos, poetas y artistas pasan horas en los locales más cool departiendo y dando rienda suelta a su creatividad.

Pasearse con una bolsa por los locales de moda y llenarla de aire no le pareció una idea tan peregrina. Cosas más raras se habían visto en internet. La puja dio comienzo en poco menos de 40 dólares, “una ganga para un barrio tan de moda como Williamsburg”, explica divertido nuestro protagonista, que en la descripción del producto hablaba de “aire del barrio máshipster” y proponía su envío en una bolsa con autocierre o bien en un frasco de cristal, a elección del comprador. Eso sí, al importe había que añadir 6 dólares de gastos de envío, como mandan los cánones. A fin de cuentas, se trataba de un producto más en venta en el conocido sitio de subastas.

Pasearse con una bolsa por los locales de moda y llenarla de aire no le pareció una idea tan peregrina. Cosas más raras se habían visto en internet

Y pronto comenzaron a llegar las preguntas de los compradores a medida que la puja iba aumentando de temperatura: que si de dónde exactamente era el aire, que si era tóxico para la salud… dudas legítimas para quien se dispone a comprar aire. Cuestiones reales. Como también lo era la venta, o eso es al menos lo que pensaba Ozzi.l cabo de tres días la puja alcanzaba la desmedida cifra de 20.000 dólares y aquello no paraba de crecer.Dinero fácil, desde luego, pero su gozo en un pozo:eBay canceló la pujay expulsó a este usuario sin miramientos y sin dar explicaciones.

El tiro por la culata de eBay

Lo cierto es que no es la primera que alguien intenta vender algo tan etéreo como el aire en internet. De hecho, una bolsa con los efluvios de la gira de Kanye West alcanzó la astronómica cifra de 60.000 dólares, aunque la puja tampoco llegaría a buen puerto.

Mientras el de Brooklyn observaba fascinado cómo iba aumentando la puja y haciendo ya el cuento de la lechera, de pronto, recibió una fría misiva de eBay: su puja había sido anulada y la cuenta suspendida. Sin más, y sin menos. Un email frío y automatizado le avisa que su cuenta ha sido suspendida “para siempre” y que si había algún saldo pendiente de cobro, éste se liquidará inmediatamente. ¿Las causas? “proteger a los usuarios” ¿de qué? Ni una pista.

Es la puerta de atrás de eBay, que echa a patadas y sin miramientos a los usuarios a discreción: en algunos casos con motivos justificados, mientras que en otros, sin dar más explicaciones. Aquí hubiera acabado la historia, de no ser por un detalle que no tuvo en cuenta el sitio de subastas: la cuenta suspendida era de un blogger, de bastante éxito además.

Sí, Ozzi el hipster escribe habitualmente sobre música en VICE y no dudó en emplear este altavoz para contar su historia y la injusticia con la que había sido tratado. El afectado por el cerrojazo no dudó en llamar por teléfono a eBay donde un miembro de la atención al cliente le respondió con vaguedades: “es mejor para ambas partes”, “eBay tiene el derecho de cerrar cuentas, y no podemos dar más detalles”… Aunque poco después y forzados por la presión, desde el sitio explicaron que no vender “nada” iba en contra de la política de la casa.

¿Aire es nada? es la reflexión que se hizo el afectado. ¿Qué hay de malo en vender algo que no es perjudicial para la salud y en cuya venta no hay engaño?

¿Aire es nada? es la reflexión que se hizo el afectado. ¿Qué hay de malo en vender algo que no es perjudicial para la salud y en cuya venta no hay engaño? Si un comprador desea pagar por recibir aire ¿por qué impedirlo? Para aquel entonces el artículo estaba ya publicado en VICE y este era sólo el comienzo de la pesadilla para eBay. Una crisis en redes sociales de libro.

El asunto se les fue de las manos. El artículo fue replicado en medios de peso y llegó incluso a aparecer en cadenas de televisión locales a medida que crecía el descontento de la red. Ozzi ha explicado que mucha gente se ha puesto en contacto con él anunciando que no volverán a utilizar eBay para las ventas de sus productos al no ofrecer garantías. Y entre tanto, nuestro protagonista sigue con la bolsa llena de aire en su apartamento. “Si el pujador de los 20.000 dólares me lee, que me mande un email y se la envío”. Esto es internet, señores.