Captain Toad: Treasure Tracker confirma la racha de éxitos de Nintendo

Es curioso lo que sucede con Nintendo. En medio de una época de despidos, números rojos, distanciamiento del jugador habitual y demandas del mercado para que abra sus juegos a otras plataformas, están brotando sus mejores flores. Es como si el caos abonase la creatividad en Kyoto, que con Captain Toad: Treasure Tracker consigue el cuarto título redondo de manera consecutiva. Antes llegaron Super Mario 3D World, Mario Kart 8 y Super Smash Bros, todos ellos clásicos instantáneos de Wii U.

En esta ocasión el protagonismo se lo lleva Toad, la simpática seta que, aún presente en el imaginario de Nintendo desde los comienzos, era uno de los pocos personajes que nunca había tenido juego propio. Su debut se llama Captain Toad: Treasure Tracker y es, sin ninguna duda, el comienzo de una saga. Si recuerdan, las misiones de Toad en Super Mario 3D World eran diferentes a las de los demás personajes, dado que es el único que no puede saltar, lo que se plasmó en un sistema de juego menos basado en la habilidad en favor de la inteligencia.

Visto el éxito de Toad en Super Mario 3D World, Nintendo no ha tenido más que dar satisfacción a la demanda popular. Así nace este Treasure Tracker, que se articula en forma de 70 misiones, que tienen lugar en dioramas tridimensionales, en los que se ha de llegar a un punto concreto, representado con una estrella, que marca el final del nivel. Recuerda, quizá, algo a Qbert!, pero con el incremento de posibilidades que aporta el 3D real.

Una vez más, Nintendo recurre a sus dos máximas, ingenio y calidad, para modelar Treasure Tracker a su imagen y semejanza. El juego retuerce la filosofía de los juegos de puzles llevándolo a una nueva dimensión, la profundidad, de la que también saca rédito. El jugador tiene en todo momento control de la cámara y su manejo es importante, dado que el joystick responde en función del ángulo de visión y, en momentos como las persecuciones a través de puentes estrechos, un solo buen enfoque te salvará de la lava. Por si fuera poco, la cámara también sirve para detectar la ubicación de los tesoros ocultos.

Técnicamente es perfecto. Esto no significa que Treasure Tracker haya alcanzado cotas audiovisuales nunca vistas, sino que cumple con la expectativa. Nintendo no ofrece texturas fotorrealistas ni velocidad endiablada, sino colores llamativos en figuras de aspecto infantil. De hecho Treasure Tracker parece un título orientado a los niños que consigue encandilar a los adultos gracias a un diseño de escenarios sublime, muy inteligente, que muestra una amplia variedad de situaciones de juego.

No obstante, se echa en falta un punto más de dificultad, sobre todo en los últimos niveles, con el objetivo de alargar la vida del juego, que apenas dura cinco horas. Algunos jugadores aprovecharán las posibilidades que ofrece Treasure Tracker de rejugarlo, tratando de conseguir todos los diamantes y de completar los retos adicionales, pero es probable que otros usuarios se sientan decepcionados con la duración. En favor de Nintendo hemos de decir que el juego llega a las tiendas considerablemente más barato que otras de sus producciones.

En definitiva, Captain Toad: Treasure Tracker es divertido, ingenioso y agradable a los sentidos, especialmente indicado para ambientar las fiestas navideñas en familia.