Un extrabajador de Amazon: "Escogían a la tía más buena o al que llevara más Axe"

Un hombre hecho a sí mismo donde los haya. Es posible que el nombre de Jeffrey Preston no diga mucho a nadie, pero si apuntamos que se refiere a Jeff Bezos y que podríamos categorizarle sin riesgo a error como uno de los padres de la venta online, la historia cambia. De hecho, toda la vida de este tejano es un auténtico galimatías. Situar su ubicación en el mapa depende del año y época en la que se crió.

Todo cambia en la vida de Bezos, y posiblemente este inconveniente ha sido transformado por este superviviente en fortaleza, con la que ha sido capaz de crear el mayor negocio online del planeta: Amazon.

Su historia arranca en Alburquerque. Hijo de Ted Jorgersen y Jacklyn Gise, este atípico emprendedor pronto conoció los sinsabores de la vida al divorciarse sus padres, un traumático cambio que unió más el vínculo con su madre y su abuelo paterno. En este inesperado cambio de cubiletes, Jeff supo adaptarse a la nueva situación y levantar las piezas adecuadas. Jacklyn se enamoró de Miguel Bezos, un inmigrante cubano que no tuvo infancia y llegó a Estados Unidos con sed de gloria. Miguel se llevó a la más guapa y acogió con decisión a Jeff, que desde entonces lleva su apellido con orgullo.

Una carta llena de frustración

Con estos mimbres, no nos sorprende conocer que nuestro Bezoscimentara las bases de lo que hoy es Amazon en un viaje de tren entre Nueva York y Seattle allá por 1994, y que la firma naciera, cómo no, en un garaje. No hace falta que ahora enumeremos los hitos de uno de los negocios más boyantes de la red, que ahora han saltado a los titulares por una inesperada cartaque está circulando por internet a velocidades de vértigo.

La firma Steve Barker, unos los muchos empleados temporales de la firma, cuyo contrato ha expirado y engrosa las filas del paro de aquel país. La misiva sabe a desengaño y frustración, y dibuja la política de la compañía de contratar empleados eventuales en el tramo final de la cadena desde una perspectiva del propio trabajador.

Barker nos lleva de viaje por su tormentosa y apresurada singladura en Amazon: él es uno de los empleados que han rubricado un contrato temporal de once meses, y que ahorra a la empresa el correr con diversos gastos como seguros médicos y evitando tener que contratarles de forma definitiva. Vamos, que a los once meses lo normal era buscar la puerta de salida.

Los jefes de equipo van rotando sin criterios basados en el mérito

Así las cosas, explica con ilusión cómo formó parte de un talentoso grupo de trabajo a cargo de X Ray, una función que todavía no ha visto la luz y que sirve como apuntador a los usuarios del Kindle Fire, indicando el nombre y la biografía de los actores que aparecen en pantalla simplemente tocando la misma.

Desde su perspectiva y rodeado por empleados en su misma situación laboral, observa cómo van cambiando los personajes: a los once meses los que les toca abandonan la empresa, y los jefes de equipo van rotando, desde su punto de vista, sin un criterio basado en el mérito. En uno de los momentos más ácidos esta misiva cargada de despecho, Barker sugiere que los líderes son escogidos si son chicas guapas o “llevan cantidades ingentes de Axe”, si son varones.

Elexempleado critica abiertamente que esta política de baile de empleados eventuales acaba por incidir en la calidad del proyecto: “se gasta mucho dinero en formar a los nuevos, desciende la productividady la calidad del trabajo se resiente”, escribe.

El paradigma que esta situación lo representa, a su juicio, su propia figura. “Yo era uno de los empleados que no necesitaba supervisión. Efectuaba un trabajo de calidad, pero perdí el entusiasmo por el proyecto”, y llegado el fatídico mes once, nuestro protagonista llenó con sus bártulos la famosa caja de cartón y dejó atrás su escaso año de experiencia en una de las empresas más punteras del momento. Termina su carta recomendando a Bezos que invierta en productividad: “dé a sus empleados más seguridad”, escribe.

Amazon ha anunciado 7.000 nuevos contratos

Y la misiva no obtuvo respuesta directa ni del propio Bezos ni del gabinete de prensa de la firma, pero Amazon respondió a su manera. El de Alburquerque, pese a su tumultuoso pasado ha sabido siempre dónde pisa, y esta misma semana la firma parece haber acabado de un plumazo con todos las acusaciones de fomentar la precariedad laboral: Amazon ha anunciado la contratación de cerca de 7.000 nuevosempleados, la mayoría de ellos con todo tipo de coberturas y “cobrando un 30% más” que el resto de las empresas del sector, según anuncian.

Y estamos hablando de una firma que da empleo a 88.400 trabajadores en todo el mundo, cuando hace cinco años apenas superaba 17.000 trabajadores.