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Monitoreo del ratón, mensajes... Cómo controla Apple a sus teletrabajadores
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MEDIDAS DE LA COMPAÑÍA PARA VIGILARLOS

Monitoreo del ratón, mensajes... Cómo controla Apple a sus teletrabajadores

Marissa Mayer aterrizó en su puesto en Yahoo con ganas de marcha y esto quedó patente a los pocos minutos. Menos trabajar desde casa. Lo tendrá difícil

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Marissa Mayer aterrizó en su nuevo puesto en Yahoo con ganas de marcha y esto quedó patente a los minutos de hacerse con el cargo. Lo suyo son los números y lo primero que hizo fue poner las pilas a su equipo de colaboradores: pidió toda una serie de informes para conocer de primera mano y de un vistazo la situación de la firma que desde ese momento dirigía. De todos los cuadros que se acumulaban en la pantalla de su ordenador destacó uno: la productividad de los empleados que trabajaban desde casa.

El venerado teletrabajo, en el caso de Yahoo, era un sumidero de horas perdidas, o si se quiere ver de esta manera, la excusa perfecta para que un grupo de empleados de la firma se dedicara a la gran vida consagrando mucho menos tiempo al trabajo que el resto de sus compañeros. Punto y final. Prohibido los vagos en pijama y todos de vuelta a la oficina a fichar.

Se trataba de una decisión controvertida y polémica, ya que chocaba frontalmente contra una corriente que defiende la conciliación laboral y las ventajas de trabajar desde casa. Aquella fue una medida, que a toro pasado entendimos como justificada, pero en ningún caso supuso el fin del telecommuting en un país cada vez más acostumbrado a esta forma de trabajar.

Los defensores del trabajo desde el home office mientras uno se prepara unas tostadas argumentan que en la soledad del hogar no hay interrupciones, el empleado se siente mucho más cómodo

El debate está sobre la mesa ¿es un empleado más productivo si trabaja desde casa que si lo hace en una oficina? Como suele ser habitual en estos casos, la respuesta que más se acerca a la realidad es “depende”.

Forbes atacó de lleno el asunto a raíz de la polémica medida de Mayer y la conclusión que podemos sacar es que el trabajo desde casa es más efectivo (entendiendo por el rendimiento obtenido por hora dedicada) siempre y cuando el empleado sea riguroso en su dedicación y no se despiste con visitas al frigorífico o en “a ver qué ponen en la ‘tele’”, pero sobre todo cuando no sea imprescindible una interacción cotidiana con el resto de los compañeros de trabajo.

Desde casa, sin interrupciones y más creativo

Aquí juegan un papel importante las nuevas tecnologías: es cierto que Skype o los Hangouts de Google han acercado mucho las relaciones laborales remotas, pero se dejan por el camino muchos matices que son captados sin titubeos en el cara a cara. Este es uno de los puntos en los que incidió la CEO de Yahoo para justificar el fin del trabajo desde casa para los empleados de su compañía.

Pero los defensores del trabajo desde el home office mientras uno se prepara unas tostadas argumentan que en la soledad del hogar no hay interrupciones, el empleado se siente mucho más cómodo, y con este caldo de cultivo es más fácil dar rienda suelta a la creatividad.

Y mientras seguíamos rumiando este asunto siempre candente, esta semana hemos conocido que Apple tampoco es ajena al teletrabajo, aunque en el caso de la compañía, como suele ser habitual, su enfoque es especial.

Las medidas de Apple para controlar el teletrabajo

Según hemos podido saber, los californianos centran el grueso de los empleados que trabajan desde sus casas para atender llamadas, como empleados de call-centers improvisados, y de esta manera se ahorran los elevados costos de mantener una estructura dedicada a atender las miles de llamadas que cada día reciben los teléfonos de la firma en Estados Unidos. Pero no es el económico, ni de lejos, el motivo por el que Apple permite que un grupo de sus empleados desempeñe su labor desde casa: una atención más personalizada y ese ‘toque especial’ que los clientes de la marca reciben con el contacto de productos o empleados de la compañía estarían detrás de esta medida.

Ya se sabe que los de la manzana están obsesionados en el mimo al cliente, pero también en que los empleados sientan que trabajar para la firma es algo especial.

Los empleados suelen recibir mensajes periódicamente con preguntas que deben responder para comprobar si el empleado está delante de la pantalla o paseando al perro

Como cabe esperar, con estas premisas el enfoque del teletrabajo en Apple es diferente, muy diferente. Para empezar, la icónica marca no quiere cabos sueltos: si se trabaja desde casa, hay que estar delante del ordenador, y no confían en la buena voluntad de sus empleados, sino que emplean tácticas que algunos no aceptarían. Así, los empleados suelen recibir mensajes periódicamente con preguntas que deben responder, y no hay otro motivo detrás que comprobar si el empleado está delante de la pantalla o paseando al perro.

Una no respuesta a tiempo o directamente no responder no implican necesariamente el despido, pero sí una pérdida de posiciones en el ranking de empleados. Porque sí, otra de las peculiaridades de la firma, según podemos leer en TechCrunch, es que fomenta la competitividad entre los compañeros. No basta con hacer bien el trabajo, sino que éste tiene que ser excelente.

En este sentido, en Apple a ningún directivo le tiembla el pulso a la hora de señalar la puerta de salida a quien no cumpla las expectativas: sólo trabajan con los mejores.

Y para asegurarse de ello, la marca no duda en adoptar medidas, si cabe, más drásticas: se rumorea que se monitoriza hasta el movimiento del ratón en la pantalla del ordenador, y si no hay movimiento alguno pasado un tiempo y tampoco se responde a las preguntas sorpresa que asoman en la pantalla, el empleado díscolo puede recibir una llamada en su móvil para que justifique estas ausencias. Mal asunto si se llega a este punto.

Google instala redes wifi para trabajar desde el parque

Como puede verse, el teletrabajo no puede decirse que, pese al golpe de mano dado por Mayer o a la vigilancia obsesiva por parte de Apple, goce de una mala salud.

Así, esta semana hemos conocido también que Google va a correr con los gastos de instalación y mantenimiento de una red wifi de alta velocidad en 31 parques de San Francisco, con el objetivo de fomentar que cada vez más empleados puedan trabajar mientras se toman un respiro a media mañana rodeado de árboles.

Uno no sabe si la medida es liberadora, por cuanto permite al empleado abandonar su oficina para trabajar, o esclavizadora, puesto que parece que ya obligan a trabajar hasta cuando se observa piar a los pajaritos.

Marissa Mayer aterrizó en su nuevo puesto en Yahoo con ganas de marcha y esto quedó patente a los minutos de hacerse con el cargo. Lo suyo son los números y lo primero que hizo fue poner las pilas a su equipo de colaboradores: pidió toda una serie de informes para conocer de primera mano y de un vistazo la situación de la firma que desde ese momento dirigía. De todos los cuadros que se acumulaban en la pantalla de su ordenador destacó uno: la productividad de los empleados que trabajaban desde casa.

Forbes
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