Lo que Jobs piensa de Gates

Relación tormentosa donde las haya. Dos rutilantes estrellas en el firmamento de la tecnología o una pareja de gallos de pelea compartiendo corral. Son muchos los símiles que podemos aplicar a dos de las más relevantes figuras de nuestro tiempo, a las que inevitablemente el destino ha enfrentado, aunque iniciaran sus fulgurantes carreras codo con codo. Uno por una constante presencia en los medios, y otro por una excesiva ausencia debida a una dorada jubilación -que algunos consideran demasiado temprana-, pero lo cierto es que ambos vuelven a compartir portadas gracias a una apasionante recopilación de las principales opiniones vertidas por Steve Jobs sobre la figura de Bill Gates, llevada a cabo por The Huffington Post y que reproducimos a continuación.

 

Como en todo buen matrimonio, esta intensa relación ha pasado por varias etapas a lo largo de los años, en las que ha habido amistad, odio, socarronería y hasta desprecio. Los inicios de ambos se circunscriben a la década de los ochenta. Ambos peinaban sendos tupés y eran las cabezas visibles de dos empresas que labraban por entonces un  incierto futuro. Las relaciones comenzaron pronto a enconarse tras acusar Apple a Microsoft de copiar su interfaz gráfico, historia que reproduce fielmente la película “Piratas de Silicon Valley”. La tensión mantenida entre ambos líderes ha dejado una buena colección de declaraciones, y en este sentido, esto es lo que opina Steve Jobs de su eterno rival:

- En una entrevista concedida en 1994 declaró: “¿Que cómo me siento porque Bill Gates se haya enriquecido robando nuestras ideas? Bueno, pues la meta no es ser el hombre más rico del cementerio. Al menos, no la mía.” Más tarde, en 2007, el propio Jobs ironizaría sobre esta afirmación declarando en presencia de Gates que el mundo era “mucho mejor ahora que Bill no quiere ser el más rico del cementerio”, en clara alusión a la faceta filantrópica del de Seattle.

- En 1996, Microsoft fue acusada abiertamente de crear un monopolio con su sistema operativo, y Jobs no se mordió la lengua afirmando: “supongo que siento pena, no tanto por el éxito de Microsoft, que ha sido en buena medida merecido, sino porque no hacen sino crear productos de tercera división”.

- En 1997 se le preguntó abiertamente sobre Bill Gates como persona, y ya saben, sin pelos en la lengua: “Le deseo todo lo mejor, de verdad. Sin embargo pienso que tanto él como Microsoft son un poco estrechos de miras. Le hubiera ido mejor si hubiera probado LSD alguna vez o visitado un templo indio en su juventud” (algo que, por supuesto, él había experimentado).

- En el año 2006 cargó de nuevo las tintas contra su eterno enemigo declarando “nuestros colegas de Microsoft invierten 5.000 millones al año en I+D y de lo único que son capaces es de copiar a Apple y Google”.

- En 2007 parece que se reconciliaron puesto que compartieron un debate en torno al certamen All Things Digital, y ahí Jobs no tuvo empacho en afirmar “hemos ocultado nuestro matrimonio durante diez años”.

No crean que Bill Gates ha permanecido silente durante todos estos años, y por descontado, ha hecho pública su opinión sobre el eterno rival. A diferencia de Steve Jobs, el fundador de Microsoft ha mantenido un discurso mucho más comedido, ensalzando las virtudes de Apple, y acuñando frases como “tenemos unos fantásticos rivales que nos obligan a dar el máximo”. Aludiendo más a la propia personalidad del controvertido líder, Gates no tuvo empacho en reconoce: “Steve Jobs es brillante”. No fue tan diplomática Melinda Gates, al admitir: “en nuestra casa hay pocos gadgets prohibidos, pero nuestros hijos nunca tendrán un iPod o iPhone”, lo que indica claramente hasta qué punto la rivalidad trasciende el ámbito profesional. Dos rivales, dos estilos diferentes, pero que comparten mucho más de lo que podrían pensar, máxime ahora que los de Cupertino parecen haber encontrado un nuevo enemigo mucho más peligroso.