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Cae en Málaga una red que ocupaba casas a la carta, con 'agente inmobiliario' y precios económicos
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entre 600 y 1.000 euros por vivienda

Cae en Málaga una red que ocupaba casas a la carta, con 'agente inmobiliario' y precios económicos

Una chica gestionaba la operación con los clientes, otras dos buscaban la casa vacía que se adaptaba a las necesidades requeridas y un cerrajero abría las puertas

Foto: Comisaría de Policía Nacional en la provincia de Málaga. (CNP)
Comisaría de Policía Nacional en la provincia de Málaga. (CNP)

Rastreaban los portales inmobiliarios de internet y fijaban sus objetivos principales entre las viviendas que pertenecían a entidades bancarias. Cuando los habían localizado, y ofrecido a su ‘cartera de clientes’, entraba en acción un cerrajero que formaba parte de la banda para que abriera la puerta y colocara una nueva cerradura. Esta era la forma de actuar de un grupo organizado de ocupación ilegal de viviendas que ha sido desarticulado por la Policía Nacional en Málaga y que ofrecía las casas por precios que oscilaban entre los 600 y 1.000 euros.

La investigación, desarrollada por el Grupo de Robos, se saldó con la detención el pasado lunes de tres personas —dos mujeres y un varón, de entre 29 y 32 años y todos de nacionalidad española— a las que se les imputan los delitos de organización criminal y robo con fuerza. Una cuarta chica está siendo investigada.

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Los agentes comenzaron a seguir la pista a los miembros de la red después de una ocupación frustrada denunciada el pasado mes de febrero, en la que la víctima sorprendió a varias personas tratando de forzar la puerta de su domicilio mientras ella se encontraba en su interior.

Según ha informado la Comisaría Provincial, los responsables del caso “iniciaron las averiguaciones oportunas para identificar a los individuos implicados, determinar el 'modus operandi' empleado, así como el ámbito de actuación de los mismos”. Las indagaciones revelaron que tras estos hechos se encontraban cuatro personas, tres mujeres y un varón, dedicados, principalmente, a la ocupación de viviendas –normalmente pertenecientes a entidades bancarias— para su posterior venta o alquiler a terceros.

Los cuatro actuaban como un grupo organizado, en el que cada miembro tenía determinado un rol claro. Por un lado, la “falsa agente inmobiliaria” a la que acudían los clientes manifestando sus preferencias en cuanto a tipo de residencia y zona requerida.

El miembro más importante de la banda era un cerrajero profesional, viejo conocido de las fuerzas de seguridad

Esta persona trasladaba la demanda a las responsables de localizar los inmuebles, quienes utilizaban portales inmobiliarios de internet para localizar las propiedades. Seguidamente trataban de ubicarlas con precisión, para lo que estudiaban concienzudamente las fotografías de los anuncios —"balcones, macetas..."—, han añadido fuentes cercanas al caso. Y después se trasladaban al lugar para comprobar que estaban realmente desocupadas.

Hecha esta comprobación, era el momento en el que intervenía el que posiblemente fuese el miembro más importante de la banda: un cerrajero profesional, viejo conocido de las fuerzas de seguridad, que actuaba de manera ilícita y que, valiéndose de sus conocimientos, se encargaba de la apertura del domicilio y el cambio de la cerradura. Por último, entregaban las llaves a los clientes que habían requerido sus servicios y que abonaban entre 600 y 1000 euros. El precio, según la citada fuente oficial, dependía de las condiciones en las que se encontraba la vivienda.

La organización llegó a sustraer efectos de valor del interior de las viviendas que se encontraban habitadas y no eran susceptibles de ocupación

Los policías han constatado también que los miembros de la organización llegaron a sustraer efectos de valor del interior de las viviendas que se encontraban habitadas y no eran susceptibles de ocupación.

La explotación de la operación se llevó a cabo el pasado lunes con la detención de tres de los miembros del grupo delincuencial, a los que se les imputa delitos de pertenencia a grupo organizado y robo con fuerza. Una cuarta mujer se encuentra investigada. Las diligencias policiales fueran puestas a disposición del juzgado de Instrucción número 13 de Málaga.

Rastreaban los portales inmobiliarios de internet y fijaban sus objetivos principales entre las viviendas que pertenecían a entidades bancarias. Cuando los habían localizado, y ofrecido a su ‘cartera de clientes’, entraba en acción un cerrajero que formaba parte de la banda para que abriera la puerta y colocara una nueva cerradura. Esta era la forma de actuar de un grupo organizado de ocupación ilegal de viviendas que ha sido desarticulado por la Policía Nacional en Málaga y que ofrecía las casas por precios que oscilaban entre los 600 y 1.000 euros.

La investigación, desarrollada por el Grupo de Robos, se saldó con la detención el pasado lunes de tres personas —dos mujeres y un varón, de entre 29 y 32 años y todos de nacionalidad española— a las que se les imputan los delitos de organización criminal y robo con fuerza. Una cuarta chica está siendo investigada.

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