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El primer hotel 'okupa' está en Madrid
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casi 8 millones en deudas

El primer hotel 'okupa' está en Madrid

No pagan lo que deben y así el negocio les sale redondo. Tiene un hotel gratis y se han quedado con la caja desde hace más de cuatro años

Foto: Hotel Chamartín en Madrid.
Hotel Chamartín en Madrid.

El hotel está situado a menos de un kilómetro de los juzgados de Plaza de Castilla, en plena zona norte de Madrid, junto a la estación de Chamartín. Nadie se puede imaginar cuando pasa junto a su puerta que se trate de un edificio 'okupado'. Funciona con normalidad: en la lujosa recepción dos personas escrupulosamente vestidas reciben a los clientes y ofrecen todo tipo de medidas de desinfección para evitar la propagación del coronavirus. Si llamas por teléfono dos voces amables y alegres, en español e inglés, te informan desde una centralita electrónica. Los usuarios lo desconocen, pero los actuales gestores del establecimiento llevan casi desde el primer día sin abonar el alquiler que les permite explotarlo. Se niegan a pagar, pero también a irse y eso que tres jueces se lo han ordenado. Hacen oídos sordos y mantienen abierto el negocio. Hasta que definitivamente la Justicia les expulse del lugar, siguen cobrando y quedándose el dinero, un negocio redondo.

La historia comienza en el año 2014. La cadena Husa, del conocido empresario y expresidente del Barcelona, Joan Gaspart, se encargaba de gestionar, entre otros, el hotel Chamartín, pero la crisis hace que entre en un ERE, expediente de regulación de empleo, y se tenga que desprender del establecimiento. La empresa GOAC ve entonces una oportunidad de negocio, puja por hacerse con su gestión y finalmente se queda con ella con el compromiso de pagar a ADIF, administrador de infraestructuras ferroviarias, una renta mensual. El hotel se había quedado bastante antiguo y GOAC se gasta durante los siguientes meses varios millones de euros en arreglarlo y lavarle la cara.

En la lujosa recepción dos personas reciben a los clientes y ofrecen todo tipo de medidas de desinfección contra el covid

En 1 de agosto de 2016, el empresario Javier Díaz Merino, dueño del Grupo Gowaii, habla con los dueños de GOAC y les convence para que le subarrienden el hotel. A cambio de gestionar el negocio se compromete a pagar una renta mensual y a informar del resultado económico de su gestión. Ambas partes acceden, se dan la mano y firman un contrato. Todo parece ir sobre ruedas, pero pocos meses después Javier Díaz Merino y su empresa H&E se saltan el contrato y unilateralmente deciden no pagar la renta y se niegan a informar de la evolución del negocio.

Desde entonces y durante los últimos cinco años, el Hotel Chamartín ha estado y sigue gestionado por la empresa de un hombre que se niega a pagar la renta y de esta forma se ha convertido en el primer hotel 'okupa' de Madrid. GOAC, que sí hace frente a su compromiso económico con ADIF, lo que supone una ruina, no se quedó de brazos cruzados. Denunciaron ante la justicia al empresario Javier Díaz Merino, entre otros, y acudieron a un arbitraje. Los jueces que lo resolvieron lo vieron claro y condenaron a Díaz Merino y H&E y les ordenaron pagar casi 8 millones de euros en concepto de deuda. También establecieron que el contrato quedaba resuelto, y además decretaron el desahucio, es decir, tenían que abandonar el Hotel Chamartín de forma inmediata. Corría por entonces el mes de enero de 2019 y la pandemia todavía no había azotado a nuestro país.

placeholder Captura del laudo arbitral.
Captura del laudo arbitral.

Lo lógico es que se hubiera respetado la decisión de los jueces, pero nada más lejos de la realidad. "A pesar de que un laudo les obligaba a pagar e irse, no lo hicieron", explica Víctor Sunkel, abogado que defiende los derechos de la empresa GOAC. "La estrategia de Díaz Merino fue declarar concurso de acreedores y con esa simple maniobra logró parar el desahucio y seguir gestionando el hotel, porque se metía por medio un nuevo actor, un administrador judicial.

Pero es que encima, cuando la Justicia fue a buscar los casi ocho millones de euros a los que se le había condenado, se encontraron las cuentas vacías. No pagan lo que deben y así el negocio les sale redondo. Tiene un hotel gratis y se han quedado con la caja desde hace más de cuatro años. Es lo mismo que si le alquilas la casa a alguien, no te paga la renta y encima subarrienda habitaciones para lucrarse. Actualmente Díaz Merino y sus empresas deben casi doce millones de euros".

El empresario, que está citado a declarar el próximo miércoles en los juzgados de Plaza de Castilla, y sus socios están siendo investigados por los delitos de alzamiento de bienes e insolvencia punible. El Confidencial ha tratado de ponerse en contacto con el empresario Javier Díaz Merino para conocer su versión pero no ha tenido éxito.

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El hotel está situado a menos de un kilómetro de los juzgados de Plaza de Castilla, en plena zona norte de Madrid, junto a la estación de Chamartín. Nadie se puede imaginar cuando pasa junto a su puerta que se trate de un edificio 'okupado'. Funciona con normalidad: en la lujosa recepción dos personas escrupulosamente vestidas reciben a los clientes y ofrecen todo tipo de medidas de desinfección para evitar la propagación del coronavirus. Si llamas por teléfono dos voces amables y alegres, en español e inglés, te informan desde una centralita electrónica. Los usuarios lo desconocen, pero los actuales gestores del establecimiento llevan casi desde el primer día sin abonar el alquiler que les permite explotarlo. Se niegan a pagar, pero también a irse y eso que tres jueces se lo han ordenado. Hacen oídos sordos y mantienen abierto el negocio. Hasta que definitivamente la Justicia les expulse del lugar, siguen cobrando y quedándose el dinero, un negocio redondo.

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