La Sanidad británica cuestiona los planteamientos de la OMS para luchar contra el tabaquismo

Un grupo de expertos británicos está promoviendo un enfoque nuevo en la lucha contra el tabaquismo, una aproximación al fenómeno que supone un cuestionamiento a lo dictado hasta ahora por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Especialmente en lo relacionado con la política sobre el vapeo y la reducción de daños del tabaco (RDT). Entre ellos, el Dr. Clive Bates, exdirector de Action on Smoking and Health en el Reino Unido y partícipe en la elaboración del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), acusó a la OMS de promover datos engañosos que podrían resultar contraproducentes para la salud pública.

Según Bates, la OMS está fallando al no aprovechar la oportunidad de abordar el tabaquismo, alentando el uso de dispositivos de tabaco y nicotina más seguros. Destacó que la organización presenta incorrectamente estos productos como una amenaza, cuando, en realidad, podrían desempeñar un papel crucial en la reducción del daño asociado al consumo de tabaco.

La crítica a la OMS no es nueva. En el pasado, la organización enfrentó objeciones similares por su postura respecto a las políticas de drogas y la reducción de daños. Eventualmente, tuvo que adaptar su enfoque ante la evidencia del beneficio de programas, como el intercambio de agujas, para reducir las infecciones. Este cambio histórico es recordado por expertos como Alex Wodak, quien subraya la necesidad de una adaptación similar en la política sobre el tabaco.

Los documentos revisados señalan que la adopción de productos de nicotina menos nocivos podría ser una estrategia efectiva para reducir las muertes anuales relacionadas con el consumo de tabaco. La reluctancia de la OMS a considerar la reducción de daños del tabaco como una política viable repite errores pasados y omite una oportunidad de salvar millones de vidas.

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En el Reino Unido, el Servicio Nacional de Salud (NHS) ha tomado un enfoque más pragmático hacia el vapeo, reconociendo su potencial como herramienta para dejar de fumar. Informes recientes del NHS desmienten varios mitos sobre el vapeo, destacando que, aunque no exento de riesgos, vapear es considerablemente menos perjudicial que fumar. Esta postura se basa en la evidencia científica que sugiere una reducción significativa en la exposición a toxinas nocivas para los fumadores que cambian al vapeo.

La postura del NHS contrasta con la de la OMS, ofreciendo un modelo basado en la evidencia para la implementación de políticas de salud pública que apoyen la reducción de daños. La evidencia sugiere que los vapeadores de nicotina son una ayuda eficaz para dejar de fumar, más efectivos que otras terapias de reemplazo de nicotina como parches o chicles.

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Los expertos británicos, incluidos los del NHS, enfatizan la necesidad de una regulación equilibrada que proteja a los jóvenes sin negar a los fumadores adultos el acceso a alternativas menos dañinas. La crítica se extiende a la desinformación y la regulación excesiva que limita el acceso a productos de riesgo reducido, lo cual podría tener consecuencias negativas para la salud pública.

Durante la a 10.ª Conferencia de las Partes (COP10) del CMCT, celebrada en febrero de este año, las críticas a la OMS fueron más fuertes que en ediciones anteriores. La experiencia pasada con políticas de reducción de daños en otros ámbitos, como el consumo de drogas, presenta un precedente para el cambio. Expertos como Bates y Wodak instan a la organización a adaptar su enfoque, argumentando que la adopción de enfoques de reducción de daños podría ser una estrategia crucial para combatir la epidemia de tabaquismo global.

Durante la citada COP10, se pidió que la OMS considere las voces de los expertos y las evidencias científicas presentadas, reconociendo la reducción de daños del tabaco como un componente esencial en la lucha contra el tabaquismo. La experiencia del NHS en el Reino Unido ofrece un caso convincente para la reevaluación de políticas y la posible incorporación de estrategias de reducción de daños que puedan salvar millones de vidas en todo el mundo.

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La discusión sobre el vapeo y la reducción de daños del tabaco está lejos de concluir, pero los llamados a un enfoque más matizado y basado en la evidencia nunca han sido más fuertes. Con el potencial para cambiar significativamente el panorama de la salud pública global, la decisión de la OMS en la COP10 será crítica para el futuro de la lucha contra el tabaquismo.