Un hombre se ahorca en Granada cuando el Juzgado iba a desahuciarlo
Un hombre de 54 años se ha quitado la vida hoy, antes de que la comisión judicial encargada de materializar el embargo
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Un hombre de 54 años se ha quitado la vida hoy, antes de que la comisión judicial encargada de materializar el embargo que pesaba sobre su vivienda llevase a cabo la ejecución del desahucio. Miguel Ángel Domingo regentaba junto a un hermano una frutería y un despacho de prensa, en los bajos de una vivienda de dos plantas, propiedad familiar, tan antigua como un barrio popular, La Chana, nacido a finales de los años 50, al calor de la emigración masiva del campo a la ciudad que registró aquel periodo en la sociedad española.
"Este barrio está muy tocado por la crisis, por el paro...", comentaba un vecino junto a la persiana cerrada del negocio familiar. Nadie podía temer un desenlace así en Miguel Ángel Domingo, que vivía solo, soltero, una persona que desde muy joven, "desde que fallecieron sus padres", hace "muchos años, más de treinta", se había hecho cargo del negocio familiar y formaba parte del paisaje inmemorial de esta calle, Arzobispo Guerrero, donde amigos anónimos de la víctima han colocado velones encendidos y unos ramos de flores.
No se sabía de sus deudas ni de problemas con el banco ni, mucho menos, de la inminencia del desahucio. Incluso su hermano lo desconocía, según el testimonio de los vecinos que le vieron salir llorando con el impacto inmediato de la terrible noticia. Ayer mismo Miguel Ángel todavía bromeaba con la clientela.
Una mujer recuerda que le vio comprar un décimo de lotería. Pero otros sí le habían oído decir que estaba preparado para irse muy lejos. "No recuerdo adónde dijo, pero yo entendí que estaba pensando en unas vacaciones". "Expansivo", "amable" eran otros calificativos de personas que hasta ayer mismo lo trataron.
Fue su hermano quien, sobre las 8,30, se extrañó por el cierre de los negocios. Entró al domicilio familiar y se encontró en el patio interior la tétrica estampa de Domingo ahorcado. Iba a ser un día difícil para él: sobre su negocio y su casa pesaba una orden de desahucio que el Juzgado iba a ejecutar con puntualidad a las 9 de la mañana.
Los funcionarios judiciales llegaron con apoyo policial efectivamente a la vivienda, pero allí ya estaba la Policía Científica, en la tarea de investigación y traslado del cadáver al servicio forense del Hospital Clínico, donde le será practicada la autopsia.
Un hombre de 54 años se ha quitado la vida hoy, antes de que la comisión judicial encargada de materializar el embargo que pesaba sobre su vivienda llevase a cabo la ejecución del desahucio. Miguel Ángel Domingo regentaba junto a un hermano una frutería y un despacho de prensa, en los bajos de una vivienda de dos plantas, propiedad familiar, tan antigua como un barrio popular, La Chana, nacido a finales de los años 50, al calor de la emigración masiva del campo a la ciudad que registró aquel periodo en la sociedad española.
"Este barrio está muy tocado por la crisis, por el paro...", comentaba un vecino junto a la persiana cerrada del negocio familiar. Nadie podía temer un desenlace así en Miguel Ángel Domingo, que vivía solo, soltero, una persona que desde muy joven, "desde que fallecieron sus padres", hace "muchos años, más de treinta", se había hecho cargo del negocio familiar y formaba parte del paisaje inmemorial de esta calle, Arzobispo Guerrero, donde amigos anónimos de la víctima han colocado velones encendidos y unos ramos de flores.
No se sabía de sus deudas ni de problemas con el banco ni, mucho menos, de la inminencia del desahucio. Incluso su hermano lo desconocía, según el testimonio de los vecinos que le vieron salir llorando con el impacto inmediato de la terrible noticia. Ayer mismo Miguel Ángel todavía bromeaba con la clientela.