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Trabajo propone una multa a la Clínica San Rafael, que confirma que mantendrá el uniforme a sus enfermeras
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Trabajo propone una multa a la Clínica San Rafael, que confirma que mantendrá el uniforme a sus enfermeras

 Dos enfermeras observan el uniforme de la discordia (Efe). Pocas veces un trozo de tela dio tanto que hablar. Aunque lo cierto es que todo el

Pocas veces un trozo de tela dio tanto que hablar. Aunque lo cierto es que todo el revuelo que se ha montado en torno al uniforme de las enfermeras de la clínica San Rafael no se limita a una mera falda, sino a una cuestión de lucha en contra de la discriminación por razón de sexo.

Hasta llegar a la actual situación, en la que la empresa, firme en su postura de mantener el uniforme a sus trabajadoras, podría tener que pagar una multa de más de 6.000 euros, han transcurrido varios capítulos, que comienzan con una denuncia y contienen hasta una inspección de trabajo.

El 25 de marzo, una docena de trabajadoras del centro hospitalario denunciaron que habían dejado de recibir una cantidad de su sueldo (unos 30 euros) por no llevar falda en el trabajo. Varias enfermeras habían optado por mantener el uniforme habitual, unos pantalones, como otros trabajadores de la clínica, por lo que consideraban que la medida tomada por la empresa Pascual era discriminatoria, y nada tenía que ver con el trabajo, sino "con el hecho de ser mujer".

La reacción de la Junta de Andalucía fue enviar dos inspectores de Trabajo y Seguridad Social para evaluar si dicha denuncia podría deberse a una infracción en el ámbito laboral. La tarea de los inspectores consistió en elaborar un informe que determinara si en la Clínica se había actuado de forma ilegal, y como consecuencia, concretar la sanción correspondiente.

A día de hoy, el ministerio de Trabajo ya ha elaborado una propuesta de resolución, que habla de "una infracción muy grave" cometida por el hospital. Se trata de una sanción económica para la Clínica San Rafael de 6.251 euros por obligar a sus trabajadoras a vestir falda en lugar de pantalones.

El informe señala que la negativa de la empresa a que "las trabajadoras puedan optar por el pantalón, al igual que sus compañeros hombres, como prenda de trabajo, no tiene justificación objetiva ni razonable". Así, concluye que en la clínica gaditana se ha cometido una discriminación por razón de sexo, ya que infringe el artículo 17.1 del Real decreto legislativo 1/1995 del 24 de marzo. Además, el recorte de 30 euros que se practicó sobre el sueldo de las enfermeras podría derivar en una indemnización porque se entiende que se trata de un perjuicio para las trabajadoras , según la ley de Procedimiento Laboral. Si bien, este punto deberá ser estudiado en el Juzgado de lo Social, por tratarse, nuevamente de una vulneración de la Ley de Igualdad.

La empresa se reafirma

Por su parte, la Clínica San Rafael no da su brazo a torcer y se ha posicionado firme en su postura en pro de la falda. Su intención es mantener la indumentaria de las enfermeras y las auxiliares, y su defensa se acoge a que el poder de elegir la indumentaria de los empleados es un derecho de la empresa, recogido en el artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores.

Según Pascual S.A., desde 1997 sus hospitales se rigen con un uniforme para las enfermeras que fue elegido tras consultar entonces con los profesionales de sus centros. En su empecinamiento, la empresa dispone de quince días para presentar alegaciones a esta propuesta de sanción, sobre la que decidirá más tarde la Consejería.

Pocas veces un trozo de tela dio tanto que hablar. Aunque lo cierto es que todo el revuelo que se ha montado en torno al uniforme de las enfermeras de la clínica San Rafael no se limita a una mera falda, sino a una cuestión de lucha en contra de la discriminación por razón de sexo.