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Una travesía de cinco días a vida o muerte
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Una travesía de cinco días a vida o muerte

“Decenas de miles de personas están luchando para subirse a un ‘cayuco’ en Mauritania”, afirma José Segura, delegado de Gobierno en Canarias. Atrás quedaron los escasos

“Decenas de miles de personas están luchando para subirse a un ‘cayuco’ en Mauritania”, afirma José Segura, delegado de Gobierno en Canarias. Atrás quedaron los escasos 16 kilómetros del Estrecho de Gibraltar que separa España con Marruecos o, mejor dicho, Europa con África. Ahora el viaje es mucho más largo, se tarda entre cuatro o cinco días desde las costas mauritanas hasta las canarias.

La mayoría son subsaharianos, sobre todo de Costa de Marfil, Senegal, Guinea Bisau, Nigeria y de la propia Mauritania. La mayoría sale de la localidad de Nouadhibou y, en ocasiones, ellos mismos son los que compran las embarcaciones a los pescadores de la zona y se lanzan a una arriesgada y desconocida aventura que no siempre tiene un final feliz.

La Media Luna Roja ha detectado que, en el momento de embarcarse, los ‘cayucos’ aprovechan la salida de los barcos pesqueros para pasar inadvertidos y burlar la seguridad. “En realidad, el problema de este país es que su litoral es extensísimo y sus recursos económicos muy escasos, no tienen medios para luchar contra las mafias”, apuntan desde la Delegación del Gobierno.

Abrigo, kit de aseo personal y alimentos

La única ONG que ofrece servicio a los ‘sin papeles’ es Cruz Roja a través del programa ‘abrigo y alimento’. Es decir, una primera ayuda de emergencia para que los recién llegados se recuperen del largo viaje, y poco más. “Este año hemos entrando en un convenio con el Gobierno por el que recibiremos una ayuda económica que nos ayudará a mejorar este primer kit de aseo personal y se incluirá también algo de vestuario para que puedan cambiarse, etcétera”, señala Rubén Fernández, responsable de Socorro y Emergencia de Cruz Roja.

Una vez en España, son devueltos a sus países (si existen convenios de repatriación) o se les aplica la ley de extranjería. Eso significa que son detenidos por la Policía Nacional, pasan 40 días en un centro de internamiento (los CIES) y después son trasladados a la península, a diferentes Comunidades donde serán atendidos en las consejerías de las respectivas CCAA.

“Decenas de miles de personas están luchando para subirse a un ‘cayuco’ en Mauritania”, afirma José Segura, delegado de Gobierno en Canarias. Atrás quedaron los escasos 16 kilómetros del Estrecho de Gibraltar que separa España con Marruecos o, mejor dicho, Europa con África. Ahora el viaje es mucho más largo, se tarda entre cuatro o cinco días desde las costas mauritanas hasta las canarias.